El factor sorpresa de los comicios

Disfruta intensamente del papel de l'enfant terrible que le correspondi¨® desempe?ar en esta campa?a, por edad (36) y sobre todo, talante. El diputado Marco Enr¨ªquez-Ominami, a quien en Chile llaman MEO como abreviatura de su nombre, desafi¨® al Partido Socialista, de cuyas filas emergi¨® para ser candidato presidencial contra la decisi¨®n de sus dirigentes; a la Concertaci¨®n, al sistema electoral y a las encuestas, para las que no exist¨ªa a comienzos de 2009, hasta situarse hoy como uno de los que puede llegar a la segunda vuelta.

Fil¨®sofo y cineasta, habla con gran rapidez y es un seductor innato, como su padre, el ex l¨ªder del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), Miguel Enr¨ªquez, que combati¨® a la dictadura y fue muerto por la DINA en 1974. En el exilio en Par¨ªs fue adoptado por Carlos Ominami, hoy senador, y conserva ambos apellidos. Educado en Francia y Chile, al graduarse se dedic¨® a la televisi¨®n. Con una familia enraizada en la pol¨ªtica, su salto al Parlamento fue natural. All¨ª ha sido uno de los l¨ªderes de los "d¨ªscolos" de la Concertaci¨®n, que la critican desde la izquierda. Su campa?a gan¨® espacio en los medios y mostr¨® las dotes comunicativas de MEO, que logr¨® quitarle a Pi?era la bandera del cambio y reunir a los desencantados de la Concertaci¨®n, buscando dejar atr¨¢s la divisi¨®n que instal¨® en Chile el plebiscito de 1988.