"Sobran leyes y faltan conductas ejemplares"
"Soy de vocaci¨®n temprana pero de maduraci¨®n lenta", dice Javier Gom¨¢, cuyo ensayo Ejemplaridad p¨²blica (Taurus) se ha convertido en pocas semanas en un fen¨®meno dentro del pensamiento espa?ol actual. Su libro cierra una trilog¨ªa que se inici¨® con Imitaci¨®n y experiencia, y sigui¨® con Aquiles en el gineceo (ambos en Pre-Textos). Que el primer t¨ªtulo -era tambi¨¦n el primer libro de Gom¨¢- recibiera en 2003 el Premio Nacional de Ensayo, fue todo un s¨ªntoma de la ambici¨®n del proyecto filos¨®fico de este hombre, nacido en Bilbao en 1965, que lamenta que el pensamiento se haya reducido a historia del pensamiento: "Usamos un lenguaje hiperl¨²cido pero anticuado, no es apto para afrontar los problemas de la sociedad contempor¨¢nea". La tormenta de esc¨¢ndalos del oto?o pol¨ªtico espa?ol y la pol¨¦mica sobre la autoridad de los profesores en las escuelas explican en parte el ¨¦xito de un ensayo que piensa m¨¢s en el futuro.
En su despacho de director de la Fundaci¨®n Juan March, Gom¨¢ repasa las claves de su libro, cuya tesis central podr¨ªa, con brocha gorda, resumirse as¨ª: hoy, todo poder -incluido el democr¨¢tico- corre el riesgo de perder su legitimidad si, adem¨¢s de en la ley, no se basa en la ejemplaridad.
- Extravagantes masificados. "En las pel¨ªculas de Hannah Montana que ve mi hija, el mayor elogio que puede decir un chico enamorado es: 'T¨² eres muy especial'. Eso en el siglo XVIII ser¨ªa imposible. El hombre se sigue comprendiendo a s¨ª mismo con las categor¨ªas del romanticismo. Es el genio que est¨¢ por encima de las reglas, pero vulgarizado".
- Posmodernos sin saberlo. "Hoy una chica de 13 a?os es posmoderno-rom¨¢ntica sin saberlo. Cuando dice: 'Esto es mi cuerpo, ¨¦sta es mi vida, hago lo que quiero', est¨¢ hablando el lenguaje de Voltaire, de Chateaubriand, de Nietzsche. ?Cu¨¢ndo se convirti¨® esa visi¨®n, que empez¨® siendo minoritaria, en una imagen natural del mundo? En los a?os sesenta del siglo XX. Con el derrumbamiento de la sociedad jer¨¢rquico-autoritaria y la entrada en escena de la masa consumista".
- Autoridad sin autoritarismo. "Ha saltado por los aires el principio de autoridad, que era un elemento vertebrador de la sociedad. Hasta el siglo XVIII un individuo ten¨ªa una esfera de libertad muy peque?a y un concepto de s¨ª mismo al servicio de (el rey o el gremio de zapateros). Adem¨¢s ten¨ªa creencias colectivas fuertes (patriotismo, religi¨®n) y costumbres extremadamente moldeadoras (la tradici¨®n). Y todo en una sociedad muy jer¨¢rquica con una minor¨ªa poderosa que se propon¨ªa a s¨ª misma como modelo. Esa combinaci¨®n romp¨ªa cualquier individualidad. Ahora vivimos la ausencia de todo eso unida al lenguaje de la liberaci¨®n subjetiva. Disturbios como los de septiembre en Pozuelo y la pol¨¦mica sobre la autoridad de los maestros demuestran que los chicos viven en sociedad, pero no est¨¢n socializados. Hay que volver a valorar las conquistas de la libertad: el derecho a la intimidad, a la reuni¨®n, al propio nombre, cosas que hasta hace poco se negaban. Los j¨®venes de hoy no saben cu¨¢nto cost¨® esa liberaci¨®n porque el precio no lo pagaron ellos sino sus padres".
- Fascinante confusi¨®n. "Me considero un hijo gozoso de mi ¨¦poca. Tenemos la responsabilidad de dar contenido a un proyecto civilizatorio que es contingente, precario y sin precedentes que sirvan de modelo. Fascinante. Los que nos dedicamos a la reflexi¨®n debemos ayudar a moldear la que ser¨¢ la imagen natural del mundo en el futuro para que sea compatible con la convivencia colectiva y favorable al proyecto democr¨¢tico, secularizado e igualitario".
- Demasiada vida privada. "La libertad es el presupuesto de la ¨¦tica pero no la ¨¦tica misma. Claro que hay violaciones a la libertad, infinitas, pero ya nadie las considera leg¨ªtimas. El liberalismo ha convertido la libertad en un dogma. Cualquier insinuaci¨®n sobre uso c¨ªvico y social de tu libertad produce alergia bajo el nombre de vida privada. Hemos olvidado que cuando se invent¨® el Estado coactivo se invent¨® tambi¨¦n la vida privada como un terreno inviolable. No puedo estar m¨¢s de acuerdo en t¨¦rminos jur¨ªdicos (la defensa frente a la autoridad), pero la socializaci¨®n y la ¨¦tica son otra cosa".
- M¨¢s ejemplos y menos leyes. "Siempre existir¨¢n autoridades coactivas -tu padre o el Ministerio de Hacienda-, pero las que pretendan ser leg¨ªtimas tendr¨¢n que basarse en la ejemplaridad. Antes, ser padre era un hecho biol¨®gico del que se derivaba un arsenal de poderes sobre tu mujer y tus hijos. Hoy es un hecho moral que te tienes que ganar con una conducta ejemplar. El problema de la pol¨ªtica es que hay sobreabundancia de leyes y falta de conductas ejemplares. Es un c¨ªrculo vicioso: el ejemplo negativo de los pol¨ªticos desmoraliza a la sociedad, se generaliza la vulgaridad en la conducta y los propios pol¨ªticos reaccionan con m¨¢s leyes".
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