Arte y c¨¢rcel
Hay en TVE un programa tremendo que muestra a un grupo de prisioneros en la c¨¢rcel, tomando lecciones de m¨²sica, para cantar en coro. No puedo decir m¨¢s sobre este programa porque con los avatares de las lecciones de canto se expone tambi¨¦n la vida de los prisioneros; ¨¦stos hablan de sus errores y esperanzas, y all¨ª "veo dolor, veo mucho dolor", como dec¨ªa Jos¨¦ Luis Moreno con tono de perfidia demoniaca, mientras acariciaba a su mico Luis Alberto en la descacharrante pel¨ªcula Torrente en Marbella. El programa de TVE es respetuoso, instructivo y conmovedor, pero realmente veo mucho dolor y al cabo de unos minutos me evado, zap-zap-zapeando, hacia la imbecilidad, de la que me alegra poder decir lo mismo que dec¨ªa la propaganda del medicamento Ceregumil en el Portugal de los a?os sesenta: "Mais uma vez nos permitimos lembrar a V. Ex? de que o mercado se encontra permanentemente abastecido de 'CEREGUMIL".
Es un programa instructivo y conmovedor, pero veo mucho dolor
El artista Frederic Amat acaba de presentar, informaba la cr¨®nica de este diario el pasado viernes, un libro colectivo sobre el cursillo de pl¨¢stica que imparti¨® el a?o pasado en la c¨¢rcel Modelo. Amat invit¨® a algunos escritores y artistas a participar en el taller; y as¨ª Evru (antes Zush) explic¨® a los presos las cosas de su pa¨ªs imaginario, Evrugo. (Evru es un artista dotado y creativo pero deber¨ªa salir ya de ese pa¨ªs imaginario con su dinero de Monopoly, su propio himno y su bandera: el mercado se encuentra permanentemente abastecido de tales art¨ªculos). Y Rafael Argullol, que estuvo preso durante el franquismo, se reencontr¨® con su compa?ero de encierro, El Rata, que durante todos estos a?os ha ido entrando y saliendo y ahora es bibliotecario del penal.
Quiz¨¢ entre los libros de esa biblioteca que tutela El Rata est¨¦ Tres vidas de santos, de Eduardo Mendoza, cuyo ¨²ltimo cuento relata la peripecia de un preso casi analfabeto que se redime gracias a un cursillo de literatura, y luego, libre y convertido en escritor, incluso alcanza fama y fortuna, aunque no paz en el coraz¨®n; ni alegr¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.