Malos tratos en malos centros

Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES) no est¨¢n definidos en la ley ni en su reglamento de desarrollo, existen de hecho pero no est¨¢n institucionalizados, aparecen como un recurso policial extempor¨¢neo para la retenci¨®n de personas sometidas al ¨²nico procedimiento administrativo sancionador que utiliza la privaci¨®n de libertad como medida cautelar, a pesar de que debe ser resuelto con una multa y s¨®lo excepcionalmente con la expulsi¨®n forzada del territorio nacional.

Se utilizan con autorizaci¨®n del juez de guardia pero sin la intervenci¨®n del ministerio fiscal, los afectados sufren la privaci¨®n efectiva de la libertad sin las garant¨ªas propias del procedimiento penal. La organizaci¨®n y la gesti¨®n la asume directamente la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa sin la tutela de un juez especializado en extranjer¨ªa, y sin funcionarios habilitados para la intervenci¨®n social con internos.

La privaci¨®n de libertad implica siempre un coste personal muy alto para quienes la sufren y para quienes la aplican (ahora polic¨ªa), sobre todo cuando estos ¨²ltimos carecen del bagaje profesional necesario. La reforma legal aprobada recientemente no mejora este estado de cosas, extiende el tiempo m¨¢ximo de internamiento de 40 a 60 d¨ªas, y se limita a decir que "los centros de internamiento de extranjeros son establecimientos p¨²blicos de car¨¢cter no penitenciario", que ahora ser¨¢n controlados por un juez de Instrucci¨®n de la zona, pero la polic¨ªa sigue siendo el principal actor en la retenci¨®n y custodia de los internos, cuando esa labor ser¨ªa m¨¢s propia de funcionarios de la Administraci¨®n civil del Estado con la formaci¨®n y la capacitaci¨®n adecuadas. Parece que el derecho a la igualdad de trato seguir¨¢ sin entrar en los CIES.