Los mayores ya no son viejos
La prolongaci¨®n de la vida ha convertido a los pensionistas en un grupo muy heterog¨¦neo - La jubilaci¨®n ya no es la l¨ªnea de entrada a la vejez - El potencial humano que pueden aportar no acaba de tener cabida en la sociedad
-?Qu¨¦ son mil dientes y dos ojos?
- Un cocodrilo
-?Y dos dientes y mil ojos?
-El autob¨²s del Imserso.
Ese autob¨²s del Imserso ha llevado de vacaciones en sus casi 25 a?os de vida a m¨¢s de 10 millones de personas, pero aquellos viejillos que ve¨ªan por primera vez el mar -muchos de ellos desdentados, de ah¨ª el chiste- no tienen nada que ver con los que est¨¢n llegando ahora a esas edades. Ha cambiado el perfil, han cambiado los gustos, el nivel de vida, las preferencias. Ha cambiado la vejez.
El Imserso oferta ahora viajes al extranjero, culturales y de naturaleza, y estos son los que han experimentado una mayor demanda. "Tienen otro nivel cultural y adquisitivo, otras inquietudes. Hace a?os iban a ver la playa o entraban en un hotel por primera vez, ahora se interesan por conocer otros pa¨ªses, por el arte", dice la directora del Imserso, Pilar Rodr¨ªguez. Y est¨¢ inici¨¢ndose un plan para que estas personas aprendan nuevas tecnolog¨ªas en esos d¨ªas de turismo. "Se trata de que se conozcan, se intercambien correos electr¨®nicos, se env¨ªen las fotos, mensajes", a?ade Rodr¨ªguez.
Teresa Bazo critica que los puestos de los jubilados no se sustituyen siempre
Elvira Garc¨ªa cumple hoy 104 a?os y lee el peri¨®dico sin gafas
"Hay prejuicios que eliminar sobre los mayores", dice Pedro S¨¢nchez Vera
"Los pensionistas demandan, pero tambi¨¦n dan", dicen en el Imserso
Al 27% de los jubilados no le importar¨ªa trabajar en el voluntariado
En algunos pa¨ªses los mayores exigen su cuota en las listas electorales
?Tiene todo esto algo que ver con su abuelo? Pues depende, si el abuelo tiene 65 a?os o algunos m¨¢s, seguro que s¨ª, por qu¨¦ no. Pero si tiene 90 o 100 quiz¨¢ no tanto. Si las estad¨ªsticas se obstinan en colocar el umbral de la vejez a los 65 a?os, habr¨¢ entonces que pensar que no s¨®lo ha cambiado la vejez sino que hay varias y distintas. Las normas de higiene y una mejor nutrici¨®n han tra¨ªdo m¨¢s salud y una vida m¨¢s larga.
"No es lo mismo un ni?o de 5 a?os que una persona de 25. Y, por tanto, tampoco alguien con 65 es igual que quien ya cumpli¨® 90. La prolongaci¨®n de la vida ha propiciado cambios que no afectan s¨®lo a la pir¨¢mide demogr¨¢fica, son econ¨®micos, pol¨ªticos, culturales, sociales. Los l¨ªmites de edad se han desdibujado. Hoy llamamos ni?os a los de 18 a?os, cuando antes ya llevaban a?os trabajando a esa edad y ten¨ªan muchas responsabilidades", dice Mar¨ªa Teresa Bazo, catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, autora de numerosas publicaciones sobre la vejez. "?Es mayor el de 60? ?Es viejo el de 65? En la universidad, por ejemplo, se puede ser profesor em¨¦rito con 70 a?os. Se ha prolongado la infancia, la adultez y la ancianidad", a?ade Bazo.
El deterioro de la salud es lo que la mayor¨ªa considera la entrada en la vejez, muy por encima de la edad, seg¨²n una encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS). Y entre los mayores de 65 son m¨¢s todav¨ªa los que opinan que ser viejo depende de ese deterioro de la salud. Pero, quiz¨¢, lo m¨¢s llamativo de este bar¨®metro del CIS es que la jubilaci¨®n aparece como la raz¨®n menos citada. Si nadie cree que estar jubilado supone entrar en la vejez ?por qu¨¦ se toma siempre el corte de los 65 a?os para las estad¨ªsticas sobre mayores?
"Los tramos m¨¢s interesantes para analizar la vejez son los de 80 u 85 en adelante, es donde se acumulan caracter¨ªsticas propias de lo que llamamos vejez. Y adem¨¢s es el subgrupo cuyo ritmo de crecimiento es m¨¢s alto demogr¨¢ficamente", dice Bazo.
Pero los 65 a?os siguen siendo un mito que persiste, sobre todo, en el ¨¢mbito pol¨ªtico. Se van adaptado los servicios sociales, los bancos ofrecen productos exclusivos para esa tercera edad, las empresas fabrican aparatos de uso sencillo. Todo lo relacionado con el negocio que esas edades proporcionan est¨¢ adapt¨¢ndose. Pero, ?qu¨¦ pasa con la participaci¨®n?, se pregunta Bazo, coautora con Benjam¨ªn Garc¨ªa de Envejecimiento y Sociedad, una perspectiva internacional (Editorial Panamericana).
"Se han apartado sus opiniones del ¨¢mbito p¨²blico y se les ha sacado del mercado laboral. La jubilaci¨®n, que es un derecho, se ha convertido en una obligaci¨®n. Por eso es dif¨ªcil establecer qui¨¦n es viejo y qui¨¦n no". "Al inicio de la industrializaci¨®n y a¨²n a comienzos del siglo XX, la gente se jubilaba cuando ya no pod¨ªa seguir trabajando, pero cuando se empez¨® a planificar la producci¨®n se tuvo en cuenta tambi¨¦n la mano de obra y la jubilaci¨®n, que, finalmente, se ha convertido en un instrumento para sacar a los trabajadores del mercado laboral cuando conviene. Y no es cierto que los sustituyan por j¨®venes, simplemente se amortizan esos puestos", critica esta soci¨®loga.
La jubilaci¨®n, un invento moderno, ha configurado la l¨ªnea imaginaria de la vejez, pero, en los tiempos que corren, llamar viejos a los mayores de 65 es un sarcasmo. Sus condiciones f¨ªsicas y mentales llevan a muchos a renegar de ese descanso prematuro. "Esas edades son tan heterog¨¦neas que algunos estar¨¢n deseando jubilarse y otros para nada", dice el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Murcia Pedro S¨¢nchez Vera. Y lo mismo opina Mar¨ªa Teresa Bazo: "Hay personas que no llegan a los 60 y sufren terribles dolencias y no hay manera de que les concedan la jubilaci¨®n y otros que no quieren salir del mercado laboral a los 65 se ven expulsados".
"La jubilaci¨®n es fastidiada porque muchos se quedan sin saber qu¨¦ hacer, por eso hay que planificarla. Con lo que se ha incrementado la esperanza de vida, a partir de los 65 a?os quedan muchos para disfrutar. Las universidades para mayores est¨¢n llenas de gente que quiere seguir estudiando, por ejemplo", dice S¨¢nchez Vera.
Este soci¨®logo mira los mayores de otros pa¨ªses que veranean en Espa?a, "que vienen con sus bicicletas, sus caravanas, que andan por las playas. A eso vamos", dice sin dudas. "Porque se da esta paradoja demogr¨¢fica: a partir de los 84 las probabilidades de supervivencia se incrementan. Con 84 hay m¨¢s posibilidad de llegar a 100 que si se tienen a¨²n 82".
Elvira Garc¨ªa lee cada ma?ana el peri¨®dico sin gafas, para envidia de los que rondan el medio siglo. No se pierde un s¨®lo ensayo de teatro en la residencia municipal Casa de Amparo de Zaragoza y recita las poes¨ªas que ella misma escribe con voz firme. Hoy cumple 104 a?os. "No quiero tenerlos, pero los tengo. Te tienen que lavar, que peinar, y luego me cargan en la silla de ruedas, no es bonito esto. Pero a ver, as¨ª son las cosas", dice. "Estuve cosiendo m¨¢s de media vida y cuando cerraron la f¨¢brica segu¨ª cosiendo para particulares, hasta que no puede m¨¢s. Ahora me gustar¨ªa, pero no me dejan ni pegar un bot¨®n". A cambio no se pierde una sesi¨®n de teatro: "Yo de joven ya hice algo de los ?lvarez Quintero y se estren¨® en El Principal. Aqu¨ª en la residencia, con el Juan Tenorio, hice el papel m¨¢s fuerte, yo era quien ten¨ªa que salvar a Don Juan, precisamente yo, la m¨¢s vieja de todos", se r¨ªe.
La residencia va a celebrar su cumplea?os por todo lo alto: "Les hab¨ªa pedido que me dejaran comprar unas botellicas, pero dicen que no, pues nada, as¨ª me lo ahorro", bromea otra vez.
Elvira no se cas¨® nunca, pero siempre ha sido coqueta. "Me hubiera casado, pero no encontr¨¦ a nadie y ahora ya, con 104... Pero estoy muy maja, eh, no los represento, tengo el genio alegre y la voz joven, no tengo arrugas. Te lo digo de chufla, eh", avisa, con marcado acento aragon¨¦s.
Para comprender en qu¨¦ medida se han desplazado las distintas edades, incluida la vejez, hay que tener en cuenta los cambios que han operado en la actitud de las personas, los estereotipos que han ca¨ªdo. "Y los que faltan por caer, porque a¨²n hay ciertas discriminaciones, por ejemplo en el amor. A edades avanzadas la sociedad no comprende que alguien se pueda enamorar, s¨®lo entienden eso de la compa?¨ªa y el apoyo, y los mayores reprimen sus sentimientos", explica S¨¢nchez Vera. "Se trata de prejuicios sociales. Qu¨¦ dir¨¢n, qu¨¦ pensar¨¢n mis hijos, hay una fuerte represi¨®n del enamoramiento", a?ade Vera, que es coautor junto a Marcos Bote de Los mayores y el amor. Una perspectiva sociol¨®gica, editado por Nau Llibres.
Prejuicios aparte, los mayores se han hecho visibles, salen, tienen lugares de encuentro. Pero el ¨¢mbito pol¨ªtico, la participaci¨®n, que tambi¨¦n citaba Bazo, se les resiste. "En algunos pa¨ªses n¨®rdicos est¨¢n organizados y exigen cuotas en las listas electorales", recuerda S¨¢nchez Vera.
Las sociedades, coinciden los expertos, no pueden perder a la ligera todo este potencial humano y las grandes aportaciones que a¨²n pueden hacer. Y que est¨¢n haciendo. El 27,6% de los que superan los 65 a?os estar¨ªan dispuestos a ejercer algunas tareas de voluntariado, seg¨²n una encuesta de La Uni¨®n Democr¨¢tica de Jubilados y Pensionistas (UDP). Lo sabe la directora del Imserso, Pilar Rodr¨ªguez: "Estamos ante una transformaci¨®n social de enorme calado. El perfil de los jubilados est¨¢ totalmente rejuvenecido. Ellos demandan servicios, pero tambi¨¦n dan".
Sin embargo, a¨²n se desperdicia incluso el gran yacimiento de negocio que puede suponer esta poblaci¨®n. Una de cada cuatro personas mayores de 65 a?os a¨²n no sabe qu¨¦ contestar cu¨¢ndo se le pregunta por las ofertas de ocio a su alcance. Y el placer por el ocio es precisamente uno de los grandes cambios que definen a esta vejez rejuvenecida. Ya no es s¨®lo la televisi¨®n. Cientos de jubilados o prejubilados organizan su vida alrededor de actividades culturales o de ocio. Ellos han cambiado, pero el engranaje social va m¨¢s lento, como acostumbra.
El 17,7% de la poblaci¨®n
- En n¨²meros. Los mayores de 65 a?os representan el 17,7% de la poblaci¨®n espa?ola. Entre 65 y 70 a?os hay 2.349.517 personas. De 71 a 80 algunos m¨¢s: 3.431.381; y de 81 en adelante suman 1.932.702, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica. 7.282 personas tienen 100 o m¨¢s a?os.
- Pueblos. En el mundo rural (municipios de menos de 10.00o habitantes) el 18% de la poblaci¨®n supera los 70 a?os. El envejecimiento es mayor y la oferta de ocio, menor.
- Salud. El 83% de los que tienen entre 65 y 74 a?os no necesitan ayuda para la vida diaria. Son, por tanto, personas con autonom¨ªa. Como lo son tambi¨¦n el 60% de los que tienen entre 75 y 84 a?os.
- Ocio. Un 25% de los mayores de 65 a?os no sabe qu¨¦ contestar cuando se les pregunta por la oferta de ocio que tienen a su alcance. Entre los m¨¢s mayores, la televisi¨®n es la reina de la casa.
- Vacaciones. Un 33% de los mayores sale de vacaciones unos d¨ªas al a?o. Normalmente, van con la familia, pero un 6,9% va solo, el doble que a cualquier otra edad. Y un 3,4% sale con amigos.
- Voluntariado. El 11% de los mayores ejerce tareas de voluntariado social de forma habitual. Y casi el 30% dice que no le importar¨ªa hacerlas.
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