El campamento de apoyo tambi¨¦n 'vuela'

En el aeropuerto de Lanzarote circulaba una broma estos d¨ªas: "Si Aminetu se queda un par de semanas m¨¢s, su gente nos ocupa toda la terminal". Han sido 32 d¨ªas acompa?ando a Aminetu Haidar en el aparcamiento de autobuses del aeropuerto y el campamento hab¨ªa ido creciendo. Ayer, en unas horas, desaparecieron las sillas y las tablas que hac¨ªan de mesas, los ordenadores, las mantas, los sacos de dormir, los carteles y hasta la antena de televisi¨®n que Hamudi hab¨ªa instalado en el techo para ver los telediarios cada tarde.

Y es que la broma ten¨ªa algo de verdad. Durante esos 32 d¨ªas, una treintena de personas ha trabajado en dos improvisadas mesas bajo la marquesina que cubr¨ªa del sol. El peor momento se vivi¨® durante los tres d¨ªas de lluvia de la ¨²ltima semana, cuando cables y ordenadores se mojaron por las gotas filtradas desde el techo de aluminio.

Ayer todo eso era un recuerdo. Tras una larga noche que concluy¨® con un guiso de h¨ªgado tra¨ªdo en una gigantesca olla, tocaba madrugar para desmontar el campamento. Las caras reflejaban cansancio y satisfacci¨®n. Pasaron casi todos para despedirse: Fernando Peraita, pegado a su port¨¢til, y Edi Escobar; la abogada In¨¦s Miranda; Man, el c¨¢mara saharaui que no pudo aguantar las l¨¢grimas cuando vio a Haidar retorcerse de dolor antes de ser hospitalizada; El Mami, activista de Smara... Mohamed, un joven saharaui residente en Lanzarote que ha hecho de todo, desde repartir t¨¦ hasta vigilar por la noche, lo resum¨ªa con una frase: "A partir de ahora ya nada ser¨¢ igual para ninguno de nosotros".