Despertados de su letargo
"Si Barcelona se queda sin toros se deber¨¢ a una decisi¨®n privada empresarial en la que el municipio no interviene". As¨ª se expresaba el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, en diciembre de 2006, cuando en la capital catalana se corri¨® la voz de que el propietario de la plaza Monumental, Pedro Bala?¨¢, pensaba clausurar el coso por falta de rentabilidad econ¨®mica.
Son muchos los que opinan, adem¨¢s, que s¨®lo la medi¨¢tica figura de Jos¨¦ Tom¨¢s ha impedido que el empresario cumpliera su prop¨®sito. Lo que, con toda seguridad, no imaginaba el se?or Bala?¨¢ es que los antitaurinos iban a ponerle en bandeja una indemnizaci¨®n con la que ¨¦l nunca hab¨ªa so?ado. Porque la Iniciativa de Ley Parlamentaria (ILP) admitida en el Parlamento catal¨¢n se encomienda al Gobierno que establezca la compensaci¨®n econ¨®mica a los perjudicados por la supresi¨®n de los festejos taurinos, que ayer, este mismo peri¨®dico, cifraba en cinco millones de euros.
Si no se hubiera presentado la iniciativa parlamentaria, la fiesta de los toros en Catalu?a hubiera muerto con la retirada de Jos¨¦ Tom¨¢s por falta de raigambre popular. De hecho, s¨®lo Barcelona ha ofrecido festejos -18 en total- durante 2009; hace tres a?os que est¨¢ cerrada por obras la plaza de Tarragona, y parece que se convertir¨¢ definitivamente en un edificio multiusos y no volver¨¢ a albergar festejos taurinos; y los numerosos propietarios de la de Olot mantienen desde hace cuatro a?os un contencioso en el Tribunal Superior de Justicia catal¨¢n con el Ayuntamiento, que prohibi¨® la celebraci¨®n de festejos taurinos. Adem¨¢s, no pastan ganader¨ªas bravas de post¨ªn en Catalu?a, que s¨®lo alberga los b¨®vidos que participan en los correbous.
Es verdad, no obstante, que Barcelona ha sido plaza fundamental del toreo en otras ¨¦pocas, donde se hicieron famosos toreros forasteros y alcanzaron la gloria diestros de la tierra, como Joaqu¨ªn Bernad¨®. Pero los tiempos cambian, y una muy criticable gesti¨®n empresarial, unida a la eclosi¨®n de grupos animalistas, y una sustancial modificaci¨®n de los h¨¢bitos sociales han convertido el espect¨¢culo taurino en un elemento residual.
Merc¨¦ Claramunt, directora general de Juegos y Espect¨¢culos de la Generalitat, no niega la realidad de anta?o, pero tiene muy claro que, hoy d¨ªa, "los toros tienen una m¨ªnima relevancia social", mientras que "los correbous -festejo en el que no se mata al animal- est¨¢n muy enraizados popularmente en la Catalu?a sur".
Y un dato m¨¢s. La ILP ha surtido el efecto de una banderilla en los lomos de la fiesta: la ha avivado, la ha despertado de su letargo. Hablan los taurinos ahora de unidad y de revitalizaci¨®n del espect¨¢culo. Ojal¨¢ no sea demasiado tarde y el mal causado por ellos mismos tenga a¨²n remedio.
Pero lo dicho: no hay mal que por bien no venga: una indemnizaci¨®n inesperada y una unidad desconocida. ?Vivan los antitaurinos!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.