La deuda mete en cintura a Europa
Los Gobiernos suben impuestos y reducen gasto p¨²blico ante el alza del coste del endeudamiento - S¨®lo Alemania y Francia mantienen los planes de est¨ªmulos
Hasta hace bien poco, el club de valedores del gasto p¨²blico estaba atestado. La m¨¢xima de que s¨®lo un gigantesco esfuerzo coordinado de los Gobiernos evit¨® que la Gran Recesi¨®n fuera a m¨¢s ha prendido. El acuerdo era mantener ese esfuerzo en 2010, pero el crecimiento de la deuda p¨²blica y la presi¨®n de los mercados lo hacen cada vez m¨¢s dif¨ªcil. Sobre todo en Europa, donde el alza de impuestos, la rebaja de sueldos a los funcionarios y las privatizaciones ganan terreno.
Los Gobiernos de las dos grandes econom¨ªas mundiales, Estados Unidos y China, s¨ª seguir¨¢n pisando el acelerador el pr¨®ximo a?o. El pa¨ªs asi¨¢tico tiene un mullido colch¨®n de reservas para financiar su plan de inversiones p¨²blicas, a¨²n m¨¢s ambicioso en 2010. Y la Administraci¨®n de Barack Obama, con un d¨¦ficit cercano ya al 12% del PIB de EE UU, s¨®lo amaga con medidas de contenci¨®n a partir de 2011.
Los pa¨ªses de la zona euro han evitado situaciones de emergencia
El Ejecutivo japon¨¦s, m¨¢s preocupado por sortear la deflaci¨®n, tampoco flaquea. Acaba de lanzar su cuarto plan de est¨ªmulo fiscal, pese a que la deuda p¨²blica supera el 200% del PIB, un caso extremo entre los pa¨ªses avanzados. La enorme propensi¨®n al ahorro de los japoneses y el reiterado super¨¢vit exterior disipa cualquier duda sobre la solvencia de las finanzas p¨²blicas japonesas.
El panorama cambia de forma radical cuando se acerca la lupa a los pa¨ªses europeos. Lo que deb¨ªa ser una transici¨®n coordinada hacia el ajuste presupuestario a partir de 2011, se parece cada vez m¨¢s a una retirada en desbandada. La nueva prioridad es evitar que el coste de la deuda p¨²blica se dispare. Y la manera m¨¢s directa es dar se?ales a los inversores de que se est¨¢ dispuesto a meter la tijera en el presupuesto, pese a las consecuencias sociales.
"No creo que los Estados europeos vayan a tener problemas para pagar la deuda, pero si el coste sube, eso te dificulta la recuperaci¨®n a medio plazo", explica Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de Intermoney. En el caso espa?ol, el pago de intereses por la deuda p¨²blica colocada (m¨¢s de 20.000 millones) es ya la tercera partida presupuestaria, s¨®lo detr¨¢s de las pensiones y las prestaciones por desempleo. "La intervenci¨®n de los Gobiernos ha servido para poner en marcha la recuperaci¨®n, ahora la prioridad debe ser sujetar el diferencial de la deuda p¨²blica", a?ade el economista de Intermoney. En el caso europeo, ese diferencial se calcula respecto al rendimiento del bono a 10 a?os alem¨¢n y marca la prima de riesgo que tienen que afrontar los Gobiernos para colocar sus t¨ªtulos.
"La deuda p¨²blica, al ser un activo de refugio para los inversores durante la crisis financiera, ha tenido un a?o de gracia y ha permitido a los Gobiernos colocaciones masivas a costes bajos, pero eso no va a seguir as¨ª, los inversores discriminar¨¢n cada vez m¨¢s", advierte Marian Fern¨¢ndez, responsable de estrategia en Inversis.
En realidad, los inversores empezaron a diferenciar hace ya casi un a?o. El primer caso fue el de Islandia, donde las cuentas p¨²blicas tuvieron que soportar el coste de nacionalizar los principales bancos y asumir buena parte de sus compromisos de pago. Los pa¨ªses escandinavos, la UE y el FMI apoyaron al Gobierno, que debi¨® iniciar un plan de ajuste, que persigue reducir en un tercio el gasto p¨²blico y bajar las pensiones para asegurar que podr¨¢ hacer frente al pago de intereses.
Las exigencias de ajustes presupuestarios empezaron a menudear en los bordes de la zona euro, con especial incidencia en los pa¨ªses b¨¢lticos. El Gobierno let¨®n se vio obligado a subir el IVA, bajar un 20% el sueldo de los funcionarios y cerr¨® un centenar de escuelas. Como en Islandia y Letonia, las protestas sociales se sucedieron en Lituania, Estonia o Hungr¨ªa, donde tambi¨¦n se ha reducido el sueldo de los trabajadores p¨²blicos o se ha encarecido el coste de matr¨ªculas universitarias y consultas m¨¦dicas. En todos ellos, las movilizaciones dieron pie a vuelcos electorales.
Los pa¨ªses de la zona euro han evitado hasta ahora las situaciones de emergencia, que llevan a la petici¨®n de cr¨¦ditos multilaterales vinculados a estrictos ajustes presupuestarios. Pero lo que s¨ª empieza a abundar son los movimientos de anticipaci¨®n, m¨¢s o menos forzados por el mercado, para evitar una penalizaci¨®n al coste de la deuda.
Los casos m¨¢s extremos vuelven a situarse en la periferia, aunque esta vez dentro de la zona euro. Irlanda, que ha llegado a gastarse m¨¢s de un 30% del PIB en el rescate de su sector financiero, bajar¨¢ el sueldo de los funcionarios, aunque insiste en mantener su baja imposici¨®n fiscal. El nuevo Gobierno griego, tras reconocer que el d¨¦ficit alcanzar¨¢ el 12% este a?o, s¨ª subir¨¢ impuestos y reducir¨¢ un 10% el gasto social. Adem¨¢s, pretende abordar la privatizaci¨®n de varias empresas p¨²blicas para generar ingresos.
Mientras Francia y Alemania mantienen el est¨ªmulo fiscal, otros como B¨¦lgica y Reino Unido se suman al alza de impuestos. El Gobierno espa?ol, con la ministra Elena Salgado en la tarea, tambi¨¦n ha enfilado el camino de la restricci¨®n presupuestaria. Adem¨¢s de iniciar una moderada subida de impuestos, las medidas anticrisis apenas llegar¨¢n en 2010 a una quinta parte de lo presupuestado este a?o. Y el Ejecutivo promete insistir en el recorte del gasto en lo queda de legislatura.
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