El nuevo won sacude Corea del Norte
La revaluaci¨®n de la moneda provoca protestas sociales contra el r¨¦gimen
Corea del Norte se ha visto agitada en las ¨²ltimas semanas por una serie de inhabituales protestas sociales, en respuesta a la decisi¨®n del r¨¦gimen de Pyongyang de revaluar su moneda, obligando a la poblaci¨®n a aflorar sus ahorros. El nuevo won vale 100 antiguos. Un total de 12 personas acusadas de organizar los disturbios han sido ejecutadas, seg¨²n la prensa surcoreana. Tambi¨¦n ha sido prohibida temporalmente la entrada de extranjeros en el pa¨ªs.
Las razones detr¨¢s de la decisi¨®n de Pyongyang de llevar a cabo la primera reforma de su divisa en 17 a?os son varias, seg¨²n observadores pol¨ªticos. El l¨ªder norcoreano, Kim Jong-il, pretende atajar la inflaci¨®n, poner coto a la incipiente econom¨ªa de libre mercado y recuperar el control estatal de los mercados callejeros y agr¨ªcolas, que se han multiplicado desde que el sistema nacional de distribuci¨®n de alimentos se hundi¨® durante la hambruna de los noventa. Los comerciantes se estaban convirtiendo en una nueva clase cada vez m¨¢s independiente del Estado, con el consiguiente riesgo para el r¨¦gimen.
Doce personas han sido ejecutadas por organizar los disturbios
Pyongyang ha prohibido por el momento la entrada de extranjeros
El banco central del Norte asegura que la redenominaci¨®n de la moneda ha sido efectuada para impulsar el papel del pa¨ªs como una "potencia econ¨®mica socialista". La prohibici¨®n de entrada de extranjeros forma parte, seg¨²n algunos analistas, de los preparativos de seguridad ante un posible pr¨®ximo viaje de Kim Jong-il a China, aunque otros piensan que las autoridades pretenden con ella evitar la presencia de visitantes hasta que se calmen las iras provocadas por la reforma de la divisa. La prensa surcoreana asegura que la medida se extiende desde el 20 de diciembre hasta principios de febrero.
La orden del Gobierno a los ciudadanos para que canjearan cada billete antiguo de 1.000 won por uno nuevo de 10 entre el 30 de noviembre y el 6 de diciembre desencaden¨® una oleada de protestas en distintos lugares del pa¨ªs, porque limitaba la cantidad de won que pod¨ªa cambiar cada persona. El resto deb¨ªa ser depositado en los bancos gubernamentales, lo que hizo temer a mucha gente que nunca recuperar¨ªa su dinero.
En Hamhung, en el este del pa¨ªs, estall¨® una revuelta entre comerciantes, que despert¨® las simpat¨ªas de la poblaci¨®n. Ciudadanos enojados quemaron pilas de billetes, y aparecieron pintadas y octavillas criticando a Kim en los alrededores de la universidad, seg¨²n la p¨¢gina web surcoreana Daily NK. Un total de 12 personas fueron ejecutadas por ello, seg¨²n el diario surcoreano Chosun Ilbo.
La prensa de Se¨²l, que cuenta con buenas fuentes en el Norte, afirma que muchas madres que trabajan en los mercados callejeros se manifestaron p¨²blicamente contra una decisi¨®n que barr¨ªa de un plumazo buena parte de sus ahorros. "Los mercados se han convertido en plataformas para denunciar a Kim Jong-il. Las madres, desesperadas, est¨¢n fuertes y desafiantes. Hacen corros y maldicen abiertamente a las autoridades a pesar del riesgo de ser detenidas", explic¨® una fuente a Chosun Ilbo.
Ante la ola de protestas -extremadamente raras en este pa¨ªs, en el que el r¨¦gimen mantiene un f¨¦rreo control sobre sus 24 millones de habitantes-, las autoridades han reculado en parte. Inicialmente se permiti¨® intercambiar 100.000 won antiguos por nuevos por familia, pero el l¨ªmite ha sido incrementado a 500.000 won. La antigua divisa ten¨ªa un valor oficial de 145 won por d¨®lar estadounidense, aunque en el mercado negro era necesario pagar 3.000 para comprar un billete verde.
La revaluaci¨®n del won ha disparado los precios, lo que oblig¨® a las autoridades a ordenar el cierre de los mercados callejeros durante tres d¨ªas la semana pasada para dar tiempo a que se estabilicen. Pyongyang comenz¨® a autorizar algunos de estos mercados en 2002. ?stos animaron la econom¨ªa y el comercio, pero al mismo tiempo empezaron a vender productos prohibidos, entre otros, pel¨ªculas y series de televisi¨®n de Corea del Sur, percibidas como una amenaza por el Gobierno totalitario de Kim. El mayor mercado mayorista de Corea del Norte, en Pyongyang, fue cerrado a mediados de junio.
Los pa¨ªses de la regi¨®n est¨¢n pendientes de la sorpresiva reforma monetaria, por los efectos que pueda tener sobre la estabilidad social interna. Las autoridades norcoreanas han dado orden a los guardias fronterizos de que disparen a matar contra cualquiera que intente cruzar la frontera con China, ante el riesgo de que la medida econ¨®mica pueda incrementar las deserciones.
Las protestas se han producido cuando Estados Unidos intenta reavivar las paralizadas negociaciones para el desmantelamiento del programa de armamento nuclear norcoreano. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha ofrecido a Kim Jong-il establecer una oficina de intercambio en Corea del Norte para intentar aliviar las tensiones entre los dos pa¨ªses, seg¨²n la agencia surcoreana Yonhap.
La oferta fue realizada en una carta entregada por el responsable estadounidense para las conversaciones con Corea del Norte, Stephen Bosworth, en una reciente visita a Pyongyang.
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