Europa acusa a China del fracaso de Copenhague, pero pide realismo

La UE ha optado por el realismo para analizar el resultado de la Cumbre del Clima. "Ha sido decepcionante", declar¨® ayer a Sky News el ministro brit¨¢nico Ed Miliband, el ¨²nico l¨ªder capaz de salvar el acuerdo a las siete de la ma?ana del s¨¢bado tras una noche de discusiones. El principal fallo del acuerdo, dijo, es que no incluye c¨®mo hacer vinculantes los compromisos para lograr contener el ascenso de la temperatura en un m¨¢ximo de dos grados. En el texto no se establece ni la concentraci¨®n de CO2 necesaria para lograr ese objetivo, ni el a?o del m¨¢ximo de emisiones, entre 2015 y 2020, ni la necesidad de que en 2050 sean la mitad que en 1990. Y Miliband culp¨® abiertamente de ello a Pek¨ªn: "Un peque?o n¨²mero de pa¨ªses en desarrollo, entre ellos China, no quer¨ªan un acuerdo vinculante", lament¨®. Pero, a¨²n as¨ª, lo juzg¨® un mal menor: "Las alternativas eran: falta de acuerdo o esto".

"Las alternativas eran esto o la falta de acuerdo", dice el ministro brit¨¢nico

La cumbre pone en entredicho la norma de la ONU de decidir por consenso

Miliband expres¨® en voz alta las impresiones de la mayor¨ªa de los delegados europeos en Copenhague. Durante los tres d¨ªas perdidos por las protestas africanas sobre el procedimiento de di¨¢logo, los negociadores europeos ve¨ªan detr¨¢s una t¨¢ctica de China, perteneciente al mismo grupo. "Los africanos daban la cara y los chinos estaban muy c¨®modos callados detr¨¢s poniendo palos en las ruedas. Quedabas en una reuni¨®n bilateral con ellos para desbloquear el proceso, te dec¨ªan que s¨ª pero luego no aparec¨ªan", resumi¨® en los pasillos uno de ellos.

Los Veintisiete constataron con sorpresa que Pek¨ªn lleg¨® a vetar la inclusi¨®n de objetivos de reducci¨®n de emisiones del 80% en 2050 para los pa¨ªses desarrollados. "Dec¨ªan que si pon¨ªamos eso tarde o temprano se les exigir¨ªa a ellos", resumi¨® el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso. El resultado final es un texto no vinculante.

Pero Europa, relegada a un papel secundario en la cumbre, est¨¢ empe?ada en resaltar lo positivo del acuerdo. "Aquellos que s¨®lo critican Copenhague se alinean con los que frenan" la lucha contra el calentamiento", afirm¨® la canciller alemana Angela Merkel, al diario Bild am Sonntag. "Copenhague es un primer paso hacia un nuevo orden clim¨¢tico mundial", se?al¨®. El primer ministro dan¨¦s, Lars Loekke Rasmussen, presidente de la cumbre, se pronunci¨® en la misma l¨ªnea: "Un acuerdo es mejor que nada".

Rasmussen ha dirigido la cumbre clim¨¢tica los d¨ªas clave con una mentalidad cuadriculada, sin cintura ninguna para atraer a los pa¨ªses desarrollados ni autoridad para imponerse, como se vio en la ¨²ltima noche, cuando cinco pa¨ªses sin peso (Venezuela, Bolivia, Niacaragua, Cuba y Sud¨¢n) bloquearon durante 10 horas el plenario por su oposici¨®n al acuerdo. La representante de Bolivia cuya capital est¨¢ a 3.000 metros de altura, lleg¨® a decir que lo hac¨ªa por el futuro de las peque?as islas, que s¨ª aceptaban el acuerdo como ¨²nica opci¨®n. El presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed, presente hasta el final de la cumbre, les implor¨® que dejaran de bloquear el acuerdo, ya que con su postura, el llamado bloque bolivariano y Sud¨¢n imped¨ªan la puesta en marcha del fondo de arranque de 10.000 millones de d¨®lares al a?o (6.900 millones de euros) a partir de 2010 para los pa¨ªses en desarrollo.

El mejor term¨®metro del resultado es que Pek¨ªn se felicit¨® ayer por los resultados "positivos y significativos", seg¨²n el ministro de Exteriores, Yang Jiechi. Pek¨ªn cedi¨® ante Obama en la transparencia y acept¨® crear un nuevo sistema "internacional de consultas y an¨¢lisis" que no interfiera en la "soberan¨ªa nacional". A cambio de ese sistema a¨²n por definir, lim¨® lo poco que ten¨ªa el acuerdo.

La duda que planea entre muchos delegados y observadores es qu¨¦ va a pasar ahora. El sistema de Naciones Unidas, en el que las decisiones se toman por consenso, parece que ha llegado al l¨ªmite. Si, como ha ocurrido, los acuerdos se resuelven entre los grandes en una sala a puerta cerrada, en un pabell¨®n tomado por la polic¨ªa, sin apenas ONG y con el pleno vetado a la prensa, entonces eso se parece poco a la Convenci¨®n de Cambio Clim¨¢tico de Naciones Unidas y m¨¢s a la Organizaci¨®n Mundial del Comercio. Oxfam espera que la ONU cambie su sistema de gobernanza para que el consenso no sea imprescindible.