El videoarte, mejor en familia
El artista israel¨ª Guy Ben-Ner explora lo cotidiano en sus audiovisuales
?Se puede separar la vida del artista de su creaci¨®n? En el caso del israel¨ª Guy Ben-Ner (Ramat Gan, Israel, 1967), una no existir¨ªa sin la otra. Desde principios de los noventa, el artista y su familia son los protagonistas de una obra audiovisual que, tras una aparente ingenuidad, transmite una sutil cr¨ªtica social y pol¨ªtica. Hasta el 28 de febrero se puede ver en la primera exposici¨®n individual del artista en Espa?a, organizada por el Centro de Arte Dos de Mayo de M¨®stoles, el resultado de una exploraci¨®n que comenz¨® con el nacimiento de su primera hija.
Rodar v¨ªdeos cortos fue el medio de incorporar su vida cotidiana a su exploraci¨®n art¨ªstica. "Lo interesante de Ben-Ner es ese punto de contacto entre arte y vida, c¨®mo parte de la cotidianidad y elabora narrativas en las que mezcla lo documental con la ficci¨®n", dice Ferran Barenblit, director del centro. Ben-Ner parte de pel¨ªculas, f¨¢bulas o novelas que deconstruye para devolver en sus v¨ªdeos otra realidad. "Yo elijo historias rotas y las reconstruyo de nuevo", explicaba el artista el pasado martes en M¨®stoles. As¨ª, en House hold (2000), inspirado en Un condenado a muerte se ha escapado, de Robert Bresson, Ben-Ner queda atrapado en la cuna de su hijo, convertida en su propia celda. En Moby Dick (2001) aprovecha la novela de Melville para rodar en su cocina la epopeya cotidiana de una familia. Ruth Est¨¦vez, del Museo de Arte Carrillo Gil de M¨¦xico y comisaria de esta exposici¨®n, destaca la importancia que el artista da a la acci¨®n, a la historia. "Ben-Ner sabe que ver una pieza de videoarte es complicado, que los espectadores no suelen verla de principio a fin. Por eso lo fundamental para ¨¦l es la narraci¨®n, que se pilla enseguida. Lo fundamental de estos v¨ªdeos es lo que cuentan, m¨¢s que las virguer¨ªas que se pueden hacer con la c¨¢mara", aclara.
"No hay que mostrar soldados para hacer pol¨ªtica", dice el creador
Pero esta aparente facilidad narrativa no debe llevar a enga?o: el mensaje que quiere transmitir no tiene nada de ingenuo. Quiz¨¢s ello tenga que ver con la formaci¨®n de Ben-Ner, adquirida en la escuela Hamidrasha, de Tel Aviv, un centro para la formaci¨®n de profesores de arte y en la que el artista aprendi¨® la teor¨ªa de la cr¨ªtica art¨ªstica. "Su obra tiene distintos niveles de lectura", reflexionaba Lynne Cooke, subdirectora del Museo Reina Sof¨ªa.
En este sentido, una de las piezas m¨¢s contundentes, seg¨²n Barenblit, es la titulada Stealing beauty (2007), rodada con su familia en establecimientos de Ikea de todo el mundo, una feroz cr¨ªtica al bienestar uniformizante de las sociedades desarrolladas.
Pero es Tree house kit (2005), un v¨ªdeo en el que Ben-Ner se transfigura en un n¨¢ufrago, el que lanza un mensaje lacerante: "La referencia aqu¨ª es Robinson Crusoe, que era un n¨¢ufrago, pero tambi¨¦n un colono. No hay que mostrar soldados para hacer pol¨ªtica", se?ala el artista, que abandon¨® su pa¨ªs hace unos a?os para huir del asfixiante clima pol¨ªtico. Despu¨¦s de vivir en Nueva York y en Berl¨ªn, ha regresado a Israel para estar cerca de sus dos hijos tras su divorcio.
La exposici¨®n incluye tambi¨¦n reflexiones sobre el propio arte, como I'd give it to you if I could, but I borrowed it (Te lo dar¨ªa si pudiera, pero lo he tomado prestado), un v¨ªdeo que se reproduce sobre una bicicleta est¨¢tica sobre la que pedalea el visitante. En la filmaci¨®n, el artista y sus hijos simulan robar de inventados museos piezas que remiten a Yves Tinguely, Joseph Beuys o Marcel Duchamp: "Es el ready made al rev¨¦s: parte de objetos musealizados y los devuelve a la vida", indica Barenblit sobre esta pieza, que se incorporar¨¢ a la colecci¨®n de arte de la Comunidad de Madrid.
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