La indigesti¨®n de Copenhague

Al mundo le cuesta digerir el fracaso de la Cumbre sobre Cambio Clim¨¢tico de Copenhague. Todos los pa¨ªses echan balones fuera y se culpan unos a otros de no haber logrado un acuerdo vinculante para actuar con decisi¨®n contra el calentamiento. Si anteayer la secretaria espa?ola de Medio Ambiente, Teresa Ribero, acus¨® a Estados Unidos de dejar de lado a la UE, ayer alz¨® la voz el pa¨ªs m¨¢s contaminante del planeta, China. Pek¨ªn reaccion¨® con ira a unas declaraciones del ministro brit¨¢nico de Cambio Clim¨¢tico, Ed Miliband, y acus¨® a Reino Unido de querer sembrar la ciza?a entre los pa¨ªses pobres sobre el resultado de la cumbre.

En un art¨ªculo de opini¨®n publicado el domingo pasado en The Guardian, Miliband dijo que Pek¨ªn hab¨ªa "secuestrado" la cumbre al haber rechazado que el tratado fuera vinculante y haber impedido que se incluyeran reducciones cuantificadas de las emisiones de CO2. "No logramos un acuerdo sobre el 50% de recorte en las emisiones para 2050 o el 80% de reducci¨®n para los pa¨ªses desarrollados. Ambos fueron vetados por China, a pesar de que ten¨ªan el apoyo de una coalici¨®n de pa¨ªses desarrollados y la inmensa mayor¨ªa de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo", escribi¨® Miliband. "No podemos permitir de nuevo que negociaciones en puntos fundamentales sean secuestradas de esta forma", afirm¨® el ministro.

El ministro de Exteriores espa?ol admite el "fracaso" de la reuni¨®n

Jiang Yu, portavoz de Exteriores china, no se mordi¨® la lengua en su r¨¦plica. "Las declaraciones de determinados pol¨ªticos brit¨¢nicos son claramente un ardid pol¨ªtico. Su objetivo es desviar las responsabilidades hacia los pa¨ªses en desarrollo y provocar la discordia entre ¨¦stos", dijo. El ministro de Exteriores, Yang Jiechi, asegur¨® que las negociaciones han producido "resultados importantes y positivos", al empujar a las naciones ricas a dar pasos para recortar las emisiones y comprometer ayuda econ¨®mica y tecnol¨®gica a los pa¨ªses pobres para luchar contra el calentamiento.

El acuerdo de Copenhague fue decidido, esencialmente, en una reuni¨®n entre el presidente estadounidense, Barack Obama; el primer ministro chino, Wen Jiabao, y l¨ªderes de India, Brasil y Sur¨¢frica. El pacto fija el compromiso de limitar la subida de la temperatura del planeta a dos grados, pero no da cifras de emisiones para 2020 y 2050.

China lo respalda. Wen dej¨® bien claro en el c¨®nclave que la prioridad absoluta para Pek¨ªn es "el desarrollo econ¨®mico y la eliminaci¨®n de la pobreza", y que la lucha para que la temperatura no suba m¨¢s de dos grados, como piden los cient¨ªficos, "es un objetivo a largo plazo". Apoya tambi¨¦n el texto final India: "Nuestro inter¨¦s no s¨®lo ha sido protegido sino fortalecido", resumi¨® el titular de Medio Ambiente, Jairam Ramesh.

Lo curioso es que uno de los pa¨ªses que se sent¨® en la mesa en la que se gest¨® el pacto, Sur¨¢frica, ha acabado por desmarcarse. "Para nosotros es definitivamente inaceptable", dijo ayer la ministra de Asuntos Ambientales, Buyelwa Sonjicael, quien a?adi¨® que hab¨ªa considerado retirarse de la reuni¨®n, pero finalmente decidi¨® no hacerlo tras consultar con otros pa¨ªses africanos.

Los lamentos por el desenlace de Copenhague se sucedieron ayer por todo el mundo. Tambi¨¦n Europa expres¨® su decepci¨®n de forma contundente. El ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Calgren, presidente de turno, calific¨® de "desastre" y "gran fracaso" la cumbre. "Vamos a discutir c¨®mo continuar las negociaciones y c¨®mo llegar m¨¢s lejos", anunci¨®. En la misma l¨ªnea se expres¨® el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Miguel ?ngel Moratinos. En el Gobierno descartan que se logre un acuerdo internacional vinculante sobre cambio clim¨¢tico antes de finales de 2010.

Mientras tanto, hay quien ha decidido pasar a la acci¨®n. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha propuesto una reuni¨®n con los pa¨ªses que albergan las mayores regiones boscosas (Amazonia, Siberia, Indonesia y Congo). Curiosamente, la misma idea que ha tenido Noruega, que va a convocar a Brasil, Indonesia, Pap¨²a- Nueva Guinea, Guyana y Gab¨®n.