Toros, con cargo al erario p¨²blico

Me llama la atenci¨®n que tantos art¨ªculos en defensa de las corridas empiecen con la frase "No me gustan los toros, pero...". Y a continuaci¨®n glosen lo bien que se lo pasan sus amiguetes taurinos. Y, por supuesto, prohibido prohibir estos ejercicios de libertad. Ah, ?que est¨¢n prohibidos por ley? Bueno, para eso est¨¢n los jueces, para corregir el desaguisado y archivar las denuncias. Y claro, prohibido prohibir otros ejercicios de libertad como las peleas de perros, con gran arraigo en algunas regiones, o conducir a 300 kil¨®metros por hora.

Curioso concepto de libertad el que incluye la financiaci¨®n con cargo al erario p¨²blico de, por ejemplo, las escuelas taurinas donde ni?os aspirantes a toreros ensayan repetidamente el descabello con becerrillos vivos no m¨¢s grandes que cabras. Yo, en cambio, no puedo elegir, haciendo uso de mi libertad, y negarme a que mis impuestos financien actividades que repugnan mi sentido ¨¦tico y que son rechazadas por una gran mayor¨ªa de ciudadanos de Catalu?a y del resto de Espa?a.

No vayas a los toros si no quieres, pero paga vayas o no; ?d¨®nde queda mi libertad de elecci¨®n.