El avispero de las veguer¨ªas

El mapa de las veguer¨ªas ha destapado la caja de los truenos de los conflictos territoriales, algunos hist¨®ricos y otros de nueva creaci¨®n. ?stas son algunas de las rencillas existentes.

- Tarragona y Reus, otra vez. Las veguer¨ªas han reabierto en Tarragona una disputa siempre latente: el embrollado encaje de los motores de la provincia, Tarragona y Reus, en un ¨²nico ¨¢mbito administrativo. La nueva ley abre la puerta a la capitalidad compartida y podr¨ªa suprimir la centralidad que la Administraci¨®n ha conferido a Tarragona desde el imperio Romano, como gusta recordar a los tarraconenses hasta en Los Pastorets del domingo en el teatro Metropol. "Sospechamos que alguien pretende hacer inventos extra?os", dice el alcalde, Josep F¨¦lix Ballesteros (PSC).

El proyecto de Aus¨¤s reaviva la rivalidad entre Reus y Tarragona

Reus celebr¨® la semana pasada un acto solemne en el teatro Fortuny bajo el lema Todos somos capital. El alcalde, Miquel P¨¦rez, del PSC, afirma: "Queremos asumir la parte de capitalidad que corresponde a nuestra ciudad". Tarragona entiende que la veguer¨ªa deber¨ªa consolidar su centralidad en el territorio, rango que le ha discutido la ciudad vecina. El colof¨®n consiste en rebautizar el nombre de la veguer¨ªa. "La denominaci¨®n Camp de Tarragona no refleja la realidad", argumenta Ballesteros. "Debe llamarse veguer¨ªa de Tarragona, con la capitalidad en Tarragona. Sin estas condiciones no podremos apoyar la ley". La hoja de ruta trazada por parte de Reus es un calco en negativo de la de Tarragona. "La veguer¨ªa deber¨¢ reconocer el protagonismo de Reus con la cocapitalidad", dice P¨¦rez. Ma?ana, el grupo Mou-te per Tarragona, integrado por 300 entidades, ha convocado una concentraci¨®n en defensa de la capitalidad de la ciudad.

- La aspiraci¨®n del Pened¨¦s La Plataforma por una Veguer¨ªa Propia se cre¨® hace ya cinco a?os en el Pened¨¨s para lograr un ¨¢rea que incluyera las comarcas del Alt y Baix Pened¨¨s y Garraf, as¨ª como aquellos municipios de Anoia que lo solicitaran. La plataforma, transversal e integrada, sobre todo, por personas ajenas a los partidos, ha planteado numerosas acciones, presentando mociones en los consistorios y recogiendo firmas. Su reivindicaci¨®n la apoyan por razones hist¨®ricas (el Pened¨¨s ya fue veguer¨ªa en su d¨ªa) y porque el territorio tendr¨ªa una mayor descentralizaci¨®n, abriendo incluso la circunscripci¨®n electoral propia. En el ¨¢mbito local, CiU y ERC se adhirieron r¨¢pidamente a la propuesta. Pero el discurso de la direcci¨®n de los dos partidos ha sido muy ambiguo, hasta ahora. La plataforma ha tenido un primer ¨¦xito: el Parlament acaba de aprobar que al Pened¨¨s se le trate como un ¨¢mbito funcional, con su propia realidad, dentro del futuro Plan General Territorial de Catalu?a. Para muchos, es la antesala de la veguer¨ªa, no prevista. Como partidos, CiU, ERC y PP respaldan la iniciativa. Otra cosa es lo que ERC haga dentro del Gobierno. El PSC y ICV son m¨¢s reacios.

- Manresa contra Vic. El nuevo mapa de veguer¨ªas encorset¨® a Osona a rega?adientes en la Catalu?a central. La batalla por la capitalidad, Manresa contra Vic, estaba servida y ninguna de las dos quiere perder. Osona ha ido ganando peso y confianza a lo largo de estos a?os y hoy da por hecho que se optar¨¢ por la soluci¨®n salom¨®nica de la cocapitalidad. La desaparici¨®n de las capitales en el ¨²ltimo borrador del anteproyecto de ley as¨ª se ha entendido en Vic, mientras que Manresa parece haberlo encajado m¨¢s como un espaldarazo. No es s¨®lo ¨¦se el ¨²nico conflicto: el mapa sit¨²a a Osona junto a territorios tradicionalmente tan poco pr¨®ximos como Anoia, Bages, Bergued¨¤ y Solson¨¨s y, en cambio, la aleja del Ripoll¨¨s, con el que mantiene lazos funcionales, econ¨®micos, sociales, culturales e hist¨®ricos. Por ello, se crearon plataformas en sendos territorios que reivindicaban una octava veguer¨ªa, la del Alt Ter, que abr¨ªa las puertas a la vecina comarca de la Garrotxa y al ¨¢rea del Llu?an¨¨s. A lo largo de los a?os la propuesta, que cont¨® con apoyo pol¨ªtico en el territorio, ha ido perdiendo fuelle.