Vecinos y usuarios se oponen al cierre de un 'casal' en el Clot

Pidieron un casal en condiciones y el Ayuntamiento de Barcelona invirti¨® un mill¨®n y medio de euros en un nuevo centro para ancianos que abrir¨¢ sus puertas en mayo. En la pr¨®xima legislatura, adem¨¢s, el Consistorio construir¨¢ otro centro cerca de la plaza de las Gl¨°ries. Hasta aqu¨ª, perfecto. Es lo que marca el plan de equipamientos p¨²blicos de Sant Mart¨ª, uno de los distritos m¨¢s envejecidos de Barcelona donde el Ayuntamiento considera que debe haber un m¨ªnimo de cuatro centros para ancianos. Lo que no dice por ninguna parte esa hoja de ruta, aprobada en 2003 y que vence dentro de tres a?os, es que el nuevo espacio para gente mayor que se inaugurar¨¢ dentro de unos meses ser¨¢ el sustituto del casal Casanelles, en funcionamiento desde 1998 y situado en la plaza de Valent¨ª Almirall.

La clausura del servicio incumple el plan municipal de equipamientos

"No es que hagan un centro m¨¢s, es que simplemente nos cambian de sitio", protesta el presidente de la junta del centro, Miquel Crespi. Sant Mart¨ª, pues, se queda como est¨¢. Con cuatro centros para mayores sobre el papel y s¨®lo dos -el que reemplazar¨¢ al Casanelles y otro gestionado por la Generalitat- sobre el asfalto.

Crespi se indigna cuando recuerda, papeles en mano, que uno de los objetivos del plan de equipamientos del distrito es, literalmente, "no quitar" el centro que dirige. A finales del a?o que viene comenzar¨¢n las obras para transformar ese espacio en una oficina de atenci¨®n al ciudadano. "El casal Casanelles no re¨²ne las caracter¨ªsticas suficientes que requieren las demandas de los ancianos. Es demasiado peque?o y no est¨¢ bien distribuido", arguye el concejal de Sant Mart¨ª, Francesc Narv¨¢ez, para defender la postura municipal.

Las modificaciones pero, sobre todo, demoras en la construcci¨®n de equipamientos son quejas frecuentes de las asociaciones de vecinos de este distrito barcelon¨¦s.

Vecinos y usuarios del casal Casanellas consideran que la soluci¨®n no es cerrarlo, sino reformarlo. Eso es "inviable", esgrime el distrito porque "el espacio -unos 700 metros cuadrados- no se puede ampliar y la distribuci¨®n tampoco permite cambios".

Los casi 3.000 socios del casal no quieren irse de Casanelles. "Est¨¢ muy bien que hagan otros centros, pero que ¨¦ste no nos lo cierren", reclama Crespi. Adem¨¢s, el plan de equipamientos establece que el distrito, en el que uno de cada cuatro habitantes es mayor de 65 a?os, debe tener cuatro espacios para la gente mayor. "As¨ª que la nueva sede tendr¨ªa que abrirse igualmente", se?ala Marcel¡¤l¨ª Beloso, presidente de la Asociaci¨®n de Vecinos del Clot-Camp de l'Arpa.

El nuevo centro, en la calle del Concili de Trento, a unos 300 metros del casal Casanelles, tiene capacidad para 2.000 personas. "Pero si todos nosotros tenemos que trasladarnos a ese sitio, pronto estar¨¢ colapsado", advierte Crespi, "es evidente que hacen falta dos centros".

Con el cambio de ubicaci¨®n, la zona del parque del Clot se queda sin equipamientos para la tercera edad, ya que el que se inaugurar¨¢ en 2010, de 1.000 metros cuadrados, y el que el Ayuntamiento planea para el pr¨®ximo mandato est¨¢n m¨¢s al sur, por debajo de la Diagonal. "Tendr¨¦ que ir porque no me va a quedar otra, pero ese casal nunca lo voy a considerar m¨ªo", dice Crespi. Pese a la negativa del Ayuntamiento a reformarlo, insiste en que el equipamiento "se puede ampliar por la parte del aparcamiento o cubriendo las terrazas".

"Si el problema es que hay cosas que mejorar, que las mejoren, pero que no cierren el centro", exige. La junta del centro ha encontrado el apoyo de los vecinos de Sant Mart¨ª. Cerca de 200 vecinos lo rodearon hace un mes con una cadena humana en protesta por la decisi¨®n del Ayuntamiento, al que advierten de que cualquier modificaci¨®n del plan "debe ser debatida".