Una llamada
Es pr¨¢ctica frecuente, y m¨¢s para aquellos que escriben regularmente, como es mi caso, que en estas fechas navide?as que siguen existiendo -a pesar de que el sector ultraconservador de la Iglesia cat¨®lica espa?ola se empe?e en quitarnos las ilusiones a golpe de pol¨ªticas medievales- que hagamos un balance del a?o que se va. No es dif¨ªcil acometer esta tarea. Basta un simple paseo por los medios de comunicaci¨®n para recordarnos, como sin querer, que temas han sido los que m¨¢s nos han afectado.
Si est¨¢s hasta donde sea del Metrocentro de Sevilla, pues con dedicarle unos minutos para desahogarte ya te sientes bien. Y si no, pues cualquiera de las andazas de Antonio Torrijos, que las realiza con la impunidad del que sabe que se le suman al alcalde de Sevilla. Si se quiere destacar alguna insensatez del PP (y no es necesario indagar demasiado), porque tambi¨¦n est¨¦s hasta el m¨¢s all¨¢ de las ligerezas e irracionalidad de algunos de sus dirigentes, basta con acordarse de los apodos de Javier Arenas -que fue conocido en su infancia pol¨ªtica como el Ni?o Arenas- y decir aquello de que ha cambiado el refranero espa?ol, pues ha pasado de a la tercera va la vencida por a la cuarta ya veremos y sigo. Ya si te quieres romper de la risa, pues diferencias entre lo que es un r¨¦gimen -Franco, Fidel o Hugo-, que es como algunos dirigentes del grupo popular andaluz califican al Gobierno de esta comunidad, y les explicas aquello de que es los gobiernos son el resultado de unas elecciones democr¨¢ticas. Pero, en fin, como de esto sabemos todos, desear¨ªa contar otra historia y dejar estas para el pr¨®ximo a?o, que seguro que no nos defraudar¨¢n.
Sin ir m¨¢s lejos en el tiempo, hoy, cuando escribo, ayer para los lectores, he recibido una llamada telef¨®nica. Me preguntaban si una persona puede desprenderse de su silla de ruedas y cederla a otro parapl¨¦jico que carece de ella. Lo describo, tal y c¨®mo ha ocurrido. Quer¨ªan saber si este parapl¨¦jico, hoy sin necesidad de silla pues usa andaderas despu¨¦s de casi tres a?os, pod¨ªa facilitar su silla, que cuenta con todos los mecanismos m¨¢s modernos, a otra persona que tambi¨¦n estaba y est¨¢ impedida de muy alta gravedad. Quer¨ªa conocer si su cesi¨®n, pues a ¨¦l se la hab¨ªa entregado el seguro, podr¨ªa ocasionar m¨¢s problemas que los que ya sufr¨ªa. No les voy a decir mi respuesta. S¨ª, en cambio, que comenc¨¦ a recordar cosas de hace mucho. Tanto tiempo como m¨¢s de 20 a?os. Andaba yo entonces por Almer¨ªa. Era y es mi lugar descanso. Siempre, cuando recuerdo Almer¨ªa o cuando estoy en Cabo de Gata, me vienen a la memoria mis padres.
Tambi¨¦n sue?o con esos fondos marinos y cuando estoy pescando, y miro hacia la bah¨ªa de Las Sirenas, descanso y se llena de felicidad mi interior. Recuerdo tambi¨¦n a este ni?o, hoy mayor y m¨¢s grande, que quiere saber si puede ceder su silla a otra persona. S¨¦ que no le importar¨ªa que dijera su nombre, pero lo voy a guardar. No es necesario. Le recuerdo como si fuera ayer, qu¨¦ digo ayer, hoy. Era compa?ero de mis dos hijos entonces -la peque?a no hab¨ªa nacido- y de su primo. Los cuatro estaban conmigo en verano, aunque el algo menos. El tiempo lo dedic¨¢bamos a jugar y a estudiar. Esperaba septiembre. En septiembre, cumplieron todos y pasarlo, pues lo pasamos francamente bien. Fue una experiencia y unos recuerdos inolvidables.
Fue a?os despu¨¦s. Conduc¨ªa un coche y de pasajero llevaba un amigo. Sal¨ªan de noche y ninguno se hab¨ªa colocado el cintur¨®n de seguridad. Una curva, tal vez una copa, tal vez ambas cosas o, tal vez la mala suerte, hizo que derrapar¨¢n. Uno de ellos sali¨® ileso. El otro parapl¨¦jico. Est¨¢ mejor y sigue siendo como lo conoc¨ª, una gran persona. Hoy, cuando pasa un a?o y han pasado tantas cosas, vuelvo a recordarlo. Sigue siendo la misma persona que conoc¨ª hace a?os. Su generosidad y alegr¨ªa de entonces sigue siendo la misma a pesar de su tragedia. No s¨¦. A veces y esta es una de estas veces, creo que hay que contar estas peque?as y grandes historias humanas que pueden ayudar a dejar atr¨¢s las miserias de muchos d¨ªas.
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