Montilla desoye al PSC y rechaza paralizar la ley de veguer¨ªas

Figueras insisti¨® en que la transici¨®n a las veguer¨ªas "no se puede hacer sin consenso", y a?adi¨® que si no hay qu¨®rum, "se ha de buscar el mejor momento", aunque "lo deseable" es que este proceso se pudiera culminar en este mandato, dijo.

Fuentes del PSC matizaron anoche las palabras de su portavoz e insistieron en que el partido apoyar¨¢ la decisi¨®n que tome el Gobierno. Sin embargo, las mismas fuentes insistieron en que hace falta consenso para llevar adelante la ley.

Algunos sectores del PSC creen que, si bien la actitud de Montilla es arriesgada, siempre cabe la posibilidad de avanzar ahora en el proceso y esperar a que Esquerra Republicana, tambi¨¦n con importante oposici¨®n en el territorio, acabe por arrugarse. Las declaraciones cr¨ªticas con las veguer¨ªas de alcaldes destacados de ERC como los de Ripoll y Puigcerd¨¤ (v¨¦ase EL PA?S de ayer) apoyan esta tesis.

Los alcaldes dan aire al presidente: seguir¨¢n negociando si aprueba la ley

Iniciativa per Catalunya, todav¨ªa no recuperada de la ¨²ltima batalla en el tripartito por el impuesto de sucesiones, prefiere mirarse desde la barrera las escaramuzas entre ERC y PSC. Sin embargo, el candidato ecosocialista a la presidencia de la Generalitat, Joan Herrera, augur¨® ayer "serios problemas" para lograr la nueva divisi¨®n territorial esta legislatura, puesto que, en su opini¨®n, el debate se ha abierto "demasiado tarde".El tripartito apareci¨® ayer de nuevo instalado al borde del abismo. Mientras el consejero Joan Saura firmaba el "hist¨®rico" traspaso de Cercan¨ªas en Madrid, los socios del Gobierno catal¨¢n acabaron por eclipsar el acuerdo a cuenta de los desencuentros por la nueva divisi¨®n territorial de Catalu?a en veguer¨ªas. Los alcaldes del PSC siguen enrocados en su rechazo al proyecto y Esquerra Republicana, que ha convertido las veguer¨ªas en el term¨®metro que medir¨¢ su influencia en el Gobierno los pr¨®ximos meses, dijo que la ley es "inaplazable". Ante la delicada situaci¨®n, el presidente, Jos¨¦ Montilla, ha optado por una v¨ªa cuando menos in¨¦dita esta legislatura: deso¨ªr a su partido y negarse, por ahora, a aplazar la nueva divisi¨®n territorial.

?Una victoria de Esquerra Republicana? Es pronto para decirlo, puesto que el tripartito tiene de tope para alcanzar un acuerdo al menos hasta el 12 de enero, fecha en que el consejero de Gobernaci¨®n, el republicano Jordi Aus¨¤s, quiere llevar la ley a la reuni¨®n del Gobierno. Aus¨¤s recibi¨® ayer un bal¨®n de ox¨ªgeno por parte de su partido. El secretario general de ERC, Joan Ridao, insisti¨® en que el proyecto de ley de veguer¨ªas es urgente e "inaplazable". Ridao record¨® que el proyecto de las veguer¨ªas, por m¨¢s indigesto que se la haga al PSC, figura en el Estatuto y en el programa de gobierno que firmaron los tres socios.

Presidencia mantiene total discreci¨®n, pero no da signos de querer dar marcha atr¨¢s como le piden insistentemente muchos alcaldes del PSC, como tambi¨¦n varios de CiU y de Esquerra Republicana. Montilla se reuni¨® ayer con la denominada Comisi¨®n Municipalista, el lobby de los alcaldes catalanes encabezado por el socialista Manuel Bustos, presidente de la Federaci¨®n de Municipios, y el convergente Salvador Esteve, responsable de la Asociaci¨®n Catalana de Municipios.

Ambos reiteraron a Montilla sus reticencias sobre las veguer¨ªas y constataron que no hay consenso para aprobarlas ahora, pero en un ejercicio de equilibrismo tambi¨¦n afirmaron que si, finalmente, se lleva adelante el proyecto de ley, no romper¨¢n la baraja y seguir¨¢n negociando en el Parlament.

Seg¨²n fuentes de Presidencia, Montilla y el tripartito est¨¢n convencidos de que nunca habr¨¢ consenso para una ley que reabre todas las antiguas rivalidades entre comarcas. Por eso, aspiran a aprobar ahora la ley y a trabajar despu¨¦s en el Parlament para rehacer las relaciones con alcaldes y dirigentes territoriales. Pero no ser¨¢ f¨¢cil. La diputada y portavoz adjunta del PSC en el Parlament, Carme Figueras, dio ayer un paso adelante respecto a lo dicho hasta ahora por la c¨²pula del partido y se acerc¨® a sus alcaldes m¨¢s cr¨ªticos. Afirm¨® que su partido sigue comprometido con las veguer¨ªas, pero insisti¨® en que para llevar adelante el proyecto ¨¦ste debe generar "consenso", no s¨®lo del Gobierno, tambi¨¦n en la oposici¨®n. Y esto, a meses de las elecciones, se antoja imposible.