Menos kil¨®metros, pero m¨¢s duros

Mientras los aficionados melanc¨®licos miran de reojo a ?frica, suspiran por el lago Rosa y cruzan apuestas acerca de cu¨¢ndo el Rally Dakar podr¨¢ volver a su h¨¢bitat natural -Senegal, Mauritania y otras dunas-, los argentinos y chilenos dan brincos de alegr¨ªa por alojar por segundo a?o consecutivo la carrera por etapas m¨¢s dura del mundo del motor.

Para los participantes -161 en motos, 141 en coches, 53 en camiones y 30 en quads-, en total 100 menos que en la pasada edici¨®n, el escenario ser¨¢ parecido. Arrancar¨¢n el pr¨®ximo viernes desde Buenos Aires con rumbo a ese mismo destino, al que s¨®lo llegar¨¢n los que completen los 9.030 kil¨®metros, 4.810 de ellos cronometrados, que separan el podio de salida del de llegada, Andes incluidos. Por el camino, 14 etapas de v¨¦rtigo repartidas a medias entre Argentina y Chile "con m¨¢s arena que 12 meses atr¨¢s y zonas m¨¢s amplias fuera de la pista", seg¨²n David Castera, el director deportivo de Amaury Sports Organisation (ASO), la empresa que organiza la prueba.

14 etapas de v¨¦rtigo entre Argentina y Chile y regreso a trav¨¦s de los Andes

Habr¨¢ m¨¢s arena y zonas m¨¢s amplias fuera de la pista que en la pasada edici¨®n

La baja de la marca japonesa aumenta las posibilidades de Sainz (Volkswagen)

Repsol, que se centrar¨¢ en el Mundial de Moto-GP, deja de patrocinar la carrera

"Por lo que hemos podido intuir, nos enfrentamos a una carrera un poco m¨¢s corta de recorrido, pero m¨¢s dura, m¨¢s exigente", sostiene el motociclista Marc Coma, quien, con su triunfo en la cita precedente, se convirti¨® en el primer espa?ol que acumula m¨¢s de una victoria en el Rally Dakar, ya que tambi¨¦n gan¨® en 2006.

Despu¨¦s del terrible shock que hace dos a?os provoc¨® la cancelaci¨®n de la prueba cuando el pelot¨®n calentaba motores en Lisboa debido a la amenaza terrorista que lanz¨® Al Qaeda, la caravana recuper¨® el pulso al comprobar que la aventura se reanudaba pese a tener que trasladarse de escenario.

En esta ocasi¨®n son los aprietos econ¨®micos los que han hecho que vuelva a entrar el tembleque. As¨ª, ha habido medidas dr¨¢sticas tomadas unilateralmente, como la retirada de Mitsubishi en la categor¨ªa de coches, una decisi¨®n dif¨ªcil de calibrar, pero, en cualquier caso, tan pol¨ªtica como demag¨®gica.

Esta dram¨¢tica baja allana el camino a Volkswagen, que en la carrera anterior se coron¨® por primera vez y que ahora vuelve a presentarse a lo grande en Buenos Aires, hinchados como est¨¢n los alemanes, que dan su triunfo por descontado a la espera de saber si lo alcanzar¨¢n por fin de la mano de Carlos Sainz, del qatar¨ª Nasser al Attiyah o del surafricano Giniel de Villiers, el actual campe¨®n.

La fuga del fabricante japon¨¦s va de la mano de la de Repsol, uno de los patrocinadores con m¨¢s presencia en los ¨²ltimos a?os y que ha decidido arrancar sus adhesivos de la mayor¨ªa de los cert¨¢menes para concentrarse en el Campeonato del Mundo de MotoGP -tambi¨¦n aparece en el de trial por el acuerdo global que tiene con Honda-.

Si la espantada de Mitsubishi es total y atiende a los balances econ¨®micos de la compa?¨ªa, la de las motos KTM es un farol, un adi¨®s a medias que responde ¨²nicamente a criterios deportivos. En su af¨¢n por abrir la competici¨®n a otros fabricantes y, de paso, acabar con la dictadura de la marca naranja, que ha ganado los ocho ¨²ltimos a?os, ASO, que igualmente organiza el Tour, ha decidido limitar la cilindrada de las m¨¢quinas a 450cc. Esto sublev¨® a la firma austriaca, que se sinti¨® maltratada y amenaz¨® con largarse a la ?frica Race, el otro Dakar, como algunos se han atrevido a llamar a una carrera con mucho menos empaque, que empieza hoy mismo en Nador (Marruecos) y que s¨®lo ha podido congregar a cuatro motos y 15 coches.

Finalmente, Coma y el franc¨¦s Cyril Despres, los dos pilotos que la marca de Mattighofen tiene en n¨®mina, arrancar¨¢n desde Buenos Aires pr¨¢cticamente con el mismo material de siempre, por m¨¢s que se hayan visto obligados a limitar la potencia de sus motores colocando una brida en el sistema de admisi¨®n. Puede que en KTM sean tozudos, pero es evidente que no son tontos.