El viaje alrededor
A finales del siglo XVIII, despu¨¦s de un duelo, Xavier de Maistre fue confinado durante 42 d¨ªas en Tur¨ªn. De aquel encierro nace Viaje alrededor de una habitaci¨®n, un mito literario de sombras borgianas, un recorrido por la inmovilidad
El invierno pasado, iba caminando con paso r¨¢pido bajo los animados p¨®rticos de la V¨ªa Po de la ciudad de Tur¨ªn. Hac¨ªa fr¨ªo y buscaba refugiarme en alg¨²n caf¨¦ cuando alguien me dijo que en una habitaci¨®n de aquella vieja calle, en el invierno de 1794, Xavier de Maistre hab¨ªa escrito Viaje alrededor de mi habitaci¨®n.
Encontr¨¦ raro que existiera un lugar f¨ªsico en el que se hubiera escrito un libro que siempre hab¨ªa considerado exclusivamente un viaje mental. Nunca imagin¨¦ que pod¨ªa existir una habitaci¨®n de verdad en Viaje alrededor de mi habitaci¨®n. Y, adem¨¢s, hab¨ªa olvidado que hab¨ªa sido escrito en Tur¨ªn. Hac¨ªa ya muchos a?os que hab¨ªa perdido mi ejemplar de la colecci¨®n Austral (recuperado hace unos meses) y la obra del conde de Maistre era para m¨ª m¨¢s un t¨ªtulo sugerente que una obra. Aquel d¨ªa, me choc¨® enormemente que la habitaci¨®n de Viaje alrededor de mi habitaci¨®n pudiera convertirse en mi circunstancial refugio del fr¨ªo. Era como si me invitaran a repetir el viaje del exterior al interior que en su momento realiz¨® Xavier de Maistre cuando, por haberse batido en duelo, se vio castigado y confinado por las autoridades militares a permanecer cuarenta y dos d¨ªas en la distinguida serenidad de aquel cuarto, hoy ya m¨ªtico en la historia de la literatura. M¨ªtico, en parte, por Borges, que para estas cosas casi nunca falla. ?O no nos ocurre con frecuencia que, al cruzar por un mito literario, descubrimos que ya pas¨® antes por all¨ª la sombra borgiana y le dio un ¨²ltimo toque de gracia?
No lo dudemos m¨¢s. Desde nuestro cuarto, nos ha sido dado el don de ver la esfera que permite ver el universo
En su cuento El Aleph, Borges hace que el libro del conde de Maistre aparezca de una forma lateral, pero suficiente, porque colabora en la comprensi¨®n del relato de esa experiencia m¨ªstica (la revelaci¨®n de una totalidad fant¨¢stica) que ofrece al lector dos modos de referir el asombro de ver m¨¢s. Por un lado, Carlos Argentino Daneri, una especie de Dante venido a menos, ha estado utilizando el Aleph (peque?a esfera tornasolada que permite ver la simultaneidad del universo) para escribir un monstruoso poema en el que menciona, con patoso esnobismo franc¨¦s, Voyage autour de ma chambre. Por otro lado, el personaje llamado Borges dice que, al ver el Aleph, temi¨® que en el mundo no le quedara ya una sola cosa m¨¢s capaz de sorprenderle tanto. Carlos Argentino y Borges parecen una copia de la Bestia y el Alma que, antes de la invenci¨®n del psicoan¨¢lisis, cre¨® el conde de Maistre para que combatieran a brazo partido en su cuarto turin¨¦s: "El gran arte de un hombre de genio es saber educar bien a su bestia para que pueda ir sola, mientras que el alma liberada de esta penosa relaci¨®n, puede elevarse hasta el cielo".
En el cap¨ªtulo treinta y siete del libro de Xavier de Maistre encontramos precisamente un t¨ªmido Aleph que pudo preceder al de Borges: "Desde la ¨²ltima estrella situada m¨¢s all¨¢ de la V¨ªa L¨¢ctea, hasta los confines del Universo, hasta las puertas del caos, he aqu¨ª el vasto campo por donde paseo a lo largo y ancho, y con toda tranquilidad, pues carezco por igual de tiempo y de espacio".
No lo dudemos m¨¢s. Desde nuestro cuarto habitual, sin salir a calle alguna, nos ha sido dado el gran don (que tantas veces olvidamos) de ver la esfera que permite ver la simultaneidad del universo. Ese don contribuyeron a divulgarlo las p¨¢ginas de ese pionero viaje alrededor de su cuarto que realiz¨® Xavier de Maistre, nacido en Chamb¨¦ry, y testigo de una ¨¦poca de grandes cambios para su patria saboyana, cambios que llevaron a este noble a ganarse la vida modestamente como pintor de paisajes en San Petersburgo. Xavier fue hermano menor del famoso y temido Joseph de Maistre, reaccionario sin fisuras. El cr¨ªtico parisiense Sainte-Beuve, gran propagandista del Voyage autour de ma chambre, define a Xavier como un hermano menor contento de serlo y como un hombre, adem¨¢s, de gran ingenuidad y encanto: "El hombre m¨¢s parecido moralmente a sus obras que imaginar quepa: ingenuo, sorprendido, dulcemente astuto y sonriente, sobre todo bondadoso, agradecido y sensible hasta las l¨¢grimas con en su primer frescor; en definitiva, un autor que se parece tanto m¨¢s a su libro por cuanto nunca pens¨® en ser un autor".
No pensarse a s¨ª mismo como autor le facilit¨® el ¨¦xito. Y quiz¨¢s explique en parte la frescura y agilidad que el texto -en la estela shandy de su admirado Laurence Sterne y su celebrado Viaje sentimental- ha conservado. Se da la circunstancia de que este autor, que ignoraba serlo, estuvo en una sola ocasi¨®n en Par¨ªs, cuando ya ten¨ªa m¨¢s de setenta a?os y qued¨® muy sorprendido al saber que all¨ª era muy famoso y le adoraban. A los parisienses les hab¨ªa hechizado la originalidad de aquel viaje inm¨®vil y la ligereza cervantina del libro. Y ¨¦l ni se hab¨ªa enterado. Hab¨ªa vivido a?os en Rusia sin saber que en Francia hab¨ªa producido estragos su viaje craneal. De hecho, le paraban por las calles de Par¨ªs y le preguntaba la gente de d¨®nde hab¨ªa surgido aquel texto tan sorprendente. De un encierro, dec¨ªa generalmente el conde, cabizbajo. Pero un d¨ªa se le ilumin¨® el rostro. El encierro le hab¨ªa conectado con el Universo entero, lleg¨® a confesar.
Proust, Liz Themerson, Perec, Stevenson (la Bestia y el Alma del cuarto turin¨¦s se reflejan en Dr. Jekyll and Mr. Hyde) amaron los resultados literarios de aquella conexi¨®n con el espacio universal y parodia inteligente sobre la narrativa de viajes extraordinarios. Escribi¨® el conde aquel libro -obra maestra de la levedad- a la manera de un relato autobiogr¨¢fico en el que alguien, con la excusa, por ejemplo, de describir su escritorio, cuenta b¨¢sicamente el asombro de ver m¨¢s. No se sab¨ªa todav¨ªa por aquel entonces que todo viaje, por muy innovador que fuera, siempre creaba sus precursores. En el caso de Viaje alrededor, Lao Tse, fundador del moderno viaje interior, ser¨ªa una de las primeras referencias: "Sin salir de la puerta se conoce el mundo / Sin mirar por la ventana se ven los caminos del cielo. / Cuanto m¨¢s lejos se sale, menos se aprende". Otro precursor ser¨ªa el sorprendente Luciano de Samosata, que hace diecinueve siglos escribi¨® que hab¨ªa llegado a la luna en un barco y hab¨ªa sido testigo de una guerra espacial entre el emperador de la luna y el del sol.
Que Viaje alrededor posee la misma levedad y frescura que estos dos cl¨¢sicos se ve perfectamente cuando De Maistre nos dice que no hay nada mejor que seguir la pista a las ideas, "al modo del cazador que persigue la pieza sin seguir un determinado camino". Parec¨ªa conocer el vaiv¨¦n moderno entre automatizaci¨®n, parodia y renovaci¨®n: "Por eso, cuando viajo por mi cuarto, dif¨ªcilmente sigo una l¨ªnea recta". Le mov¨ªa una po¨¦tica del vaiv¨¦n y una natural prevenci¨®n por si su viaje inm¨®vil acababa tambi¨¦n siendo parodiado. El resultado: una imitaci¨®n del perpetuo movimiento de la mosca en la habitaci¨®n, y toda clase de desplazamientos y pensamientos en zigzag. Y un legado no imaginado para el futuro. Sin poder ni sospecharlo, estaba preparando el terreno para que nuestro viaje contempor¨¢neo fuera una sucesi¨®n infinita de odiseas de la V¨ªa Po.
Imagino al innovador Xavier de Maistre en el momento mismo de terminar su libro y sentirse m¨¢s que nunca doble, dividido entre la Bestia y el Alma. Un impulso misterioso le dice que necesita del aire y del cielo y decide dar por concluido el viaje: "Heme aqu¨ª preparado; mi puerta se abre; deambulo bajo los espaciosos p¨®rticos de la V¨ªa Po; mil fantasmas agradables revolotean ante mis ojos. S¨ª, aqu¨ª est¨¢ este hotel, esta puerta, esta escalera, me estremezco de antemano".
Desde mi cuarto le veo salir a la calle. ?Es el final de su viaje lo que le estremece? ?C¨®mo encaja el primer golpe de aire? Lo sepa o no, su parodia de los viajes va a significar un salto mental, un punto de vista in¨¦dito que permitir¨¢ a los lectores futuros, sin salir de casa, el asombro de ver las puertas del caos y la simultaneidad del universo. El asombro, en definitiva, de ver m¨¢s.
Viaje alrededor de mi habitaci¨®n. Xavier de Maistre. Funambulista. Madrid, 2007. 176 p¨¢ginas. 16,80 euros www.enriquevilamatas.com
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