En Nueva York tambi¨¦n se toman uvas
Muchos espa?oles que pasan la Nochevieja en la gran manzana despiden el a?o en una taberna que conecta en directo con la Puerta del Sol
Son las dos de la tarde y el term¨®metro marca dos grados bajo cero en la calle 14 de Nueva York, en el l¨ªmite de Chelsea y Meadpacking District. Por la puerta de La Nacional aparece Lolo Manso cargado con bolsas. Parece inquieto. Hoy ser¨¢ el anfitri¨®n de decenas de espa?oles que acudir¨¢n a su taberna para despedir el a?o tomando las 12 uvas al comp¨¢s de las campanadas de la Puerta del Sol. Lleva tiempo planeando el evento y tiene preparada comida, cava, uvas y cotill¨®n para m¨¢s gente de lo habitual.
La taberna est¨¢ casi vac¨ªa, pero en una de las mesas de la entrada del bar se encuentra un se?or con boina y bufanda. Es Antonio San Miguel y lleva en Nueva York desde el 3 de junio de 1971. "Aunque soy espa?ol, vine desde Francia hace 38 a?os y he conocido esto lleno de locales espa?oles, pero esto ha cambiado bastante y ahora s¨®lo quedan un par de sitios en la zona".
Las croquetas, la sangr¨ªa y la tortilla reciben a los clientes
Cada vez hay menos locales de tapas y ca?as en Little Spain
Hasta no hace mucho, a esta calle de Chelsea se la conoc¨ªa como la Little Spain de Nueva York. Adquiri¨® este nombre porque se llenaba de espa?oles procedentes de los barcos que atracaban en los muelles pr¨®ximos a la zona. "Pod¨ªas ir de ca?as o de tapeo por Chelsea: el Finisterre, La Bilba¨ªna, el Conquistador y el Caf¨¦ Andaluc¨ªa, pero todo esto se perdi¨®", comenta Antonio mientras le da una calada a un cigarrillo en la puerta del restaurante.
La Nacional se encuentra en los bajos de un edificio que siempre ha servido de club social para espa?oles. Manso se enorgullece de la historia de su local: "Este centro era algo m¨¢s que un punto de encuentro. Desde aqu¨ª se hac¨ªa un gran servicio a toda la comunidad hispana, se ofrec¨ªan habitaciones a quien no ten¨ªa d¨®nde dormir, comida y ropa, se hac¨ªan anal¨ªticas de sangre e incluso un registro sanitario de los espa?oles que viv¨ªan en Nueva York con pocos recursos". El centro se fund¨® en 1868 en Brooklyn, pero a principios de los a?os veinte se instal¨® en su ubicaci¨®n actual. Fue, adem¨¢s, un s¨ªmbolo del exilio durante la represi¨®n franquista. "Tras la Guerra Civil ven¨ªan muchos republicanos exiliados e incluso hab¨ªa un agente del FBI fuera del centro controlando el flujo de visitantes", comenta el propietario.
Aunque Little Spain ya no es lo que era, Manso tiene un objetivo claro. "Quiero que Espa?a tenga una buena imagen en Estados Unidos. Somos un gran pa¨ªs con muchas cosas que ofrecer", explica este vallisoletano que lleva ya en ese pa¨ªs 25 a?os, ocho a cargo de este local.
Cuando comienzan a llegar los clientes aparecen el pollo al ajillo, las croquetas, las patatas bravas, la sangr¨ªa, la cerveza espa?ola, la tortilla... Platos que agradece mucho una familia llegada de Madrid y que lleva en la ciudad cinco d¨ªas de estr¨¦s tur¨ªstico. "Est¨¢ todo buen¨ªsimo y encima a un precio asequible", se?ala Mar¨ªa mientras saborea un buen plato de alb¨®ndigas. El comedor est¨¢ completo y comienza a llenarse el bar. A las tres y media de la tarde, La Nacional ya parece un aut¨¦ntico bar espa?ol rebosante de gente y griter¨ªo. Subiendo unas escaleras se accede al sal¨®n en el que se celebrar¨¢ la fiesta de fin de a?o, con una pantalla gigante que muestra la Puerta del Sol de Madrid. El techo est¨¢ decorado con bandas rojas y amarillas y junto a un peque?o escenario alguien coloca la t¨ªpica bandera espa?ola con el toro.
En el local ya hay cerca de 150 personas. Por fin llegan las campanadas y tras ellas, las felicitaciones. El primer minuto del 2010 espa?ol es para Manso, que sube al escenario y dice unas palabras. "S¨®lo quer¨ªa deciros que Espa?a es un gran pa¨ªs con una gente excelente. Recordarlo all¨¢ donde vay¨¢is". Son las seis y cuarto de la tarde y a¨²n quedan unas horas para despedir el a?o a la americana en Times Square.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.