Michael Moore, empresario de cine
Michael Moore compr¨® el viejo cine de Traverse City hace cuatro a?os. Lo restaur¨®, moderniz¨® sus instalaciones y cre¨® un festival de cine. Adem¨¢s, desde entonces ¨¦l decide la programaci¨®n diaria de su espectacular sala. Las matin¨¦s cuestan 25 centavos y en una misma semana comparten cartelera Cumbres borrascosas, Lo que el viento se llev¨® y De ratones y hombres (en un ciclo dedicado al a?o 1939) con los estrenos de cine independiente de la semana. La hilarante Good hair, de Chris Rock, con la rom¨¢ntica My one and only, de Ren¨¦e Zellweger. El cuidado programa de mano, los voluntarios que trabajan en la taquilla y en la tienda o la chica que cada noche cambia letra a letra el anuncio de las pel¨ªculas: el State Theatre es el sue?o de cualquier nost¨¢lgico del cine.
"Quedan muy pocos cines como ¨¦ste y yo siempre he defendido que debemos proteger los que quedan para crear una verdadera cultura cinematogr¨¢fica. ?ste tiene casi 110 a?os. Se inaugur¨® en 1916 y luego se quem¨® en 1948. Un a?o despu¨¦s volvi¨® a abrirse".
Moore es un personaje conocido en Traverse City, una localidad de 16.000 habitantes de mayor¨ªa republicana, conocida por su Festival de la Cereza. El cineasta forma parte del paisaje de una ciudad a medio camino entre un relato de Stephen King y un id¨ªlico microcosmos en el que no falta un anticuario perfecto o un restaurante franc¨¦s. "Un hombre muy controvertido", dice un polic¨ªa local. "O se le ama o se le odia". "Seguro que nunca har¨¢ una pel¨ªcula sobre las cerezas, eso seguro", bromea un camarero.
Lejos de esa imagen de tipo desp¨®tico y pagado de s¨ª mismo, Michael Moore se pasea por el pueblo hablando de las pel¨ªculas de los otros, las que pone en su cine, o recomendando el mejor restaurante de la zona. En las paredes del cine se reproduce el mural original de los a?os cuarenta en el que aparecen Clark Gable, Spencer Tracy y Elisabeth Taylor. "Y en el que yo me he permitido incluir a mis padres", dice Moore se?alando a una pareja an¨®nima que asoma por la pared de estrellas. "El otro d¨ªa, por la ma?ana, el cine vendi¨® 200 localidades para ver N¨¢ufragos, de Hitchock. Y as¨ª cada d¨ªa. Es un ¨¦xito. Este cine garantiza buenas pel¨ªculas, la mejor pantalla y palomitas baratas. ?Qu¨¦ m¨¢s se puede pedir?".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.