La reducida cooperaci¨®n entre los pa¨ªses favorece el auge del terrorismo

Wolfgang Ebner, el reh¨¦n austriaco secuestrado junto con su esposa el 22 de febrero de 2008 en el suroeste de T¨²nez, cree que fue v¨ªctima de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI), pero tambi¨¦n de la falta de cooperaci¨®n entre los pa¨ªses de la zona.

Durante sus ocho meses de cautiverio en el norte de Mal¨ª supo, a trav¨¦s de las confidencias de algunos de sus cancerberos, que la caravana de veh¨ªculos, con 21 hombres a bordo, que le apres¨® en el desierto de T¨²nez hu¨ªa, en realidad, de Argelia, donde un helic¨®ptero militar le hab¨ªa infligido siete bajas. Militares y servicios secretos de T¨²nez y Argelia se hablan poco entre s¨ª y por eso las fuerzas de seguridad tunecinas ignoraban la incursi¨®n en su territorio de los terroristas argelinos y no se hab¨ªan movilizado para intentar detenerles.

Los 'boinas verdes' adiestran a las tropas locales en una base de Mal¨ª

Si AQMI ha crecido m¨¢s all¨¢ de las fronteras argelinas tres a?os despu¨¦s de su fundaci¨®n, en enero de 2007, es, en buena medida, gracias a la falta de colaboraci¨®n entre los pa¨ªses del Magreb, entre estos ¨²ltimos y los del Sahel y tambi¨¦n, en cierta media, con los de Europa del sur. "La cooperaci¨®n antiterrorista est¨¢ aqu¨ª a a?os luz de la que llevamos a cabo entre los europeos", comenta un polic¨ªa espa?ol destinado en una embajada en el Magreb.

La primera raz¨®n del mal funcionamiento de la cooperaci¨®n se llama S¨¢hara Occidental, la ex colonia espa?ola que se disputan Marruecos y el Frente Polisario, respaldado por Argelia. ?sa es la principal disputa entre los dos pesos pesados del Magreb y repercute sobre el conjunto de la relaci¨®n que mantienen.

Al t¨¦rmino de su gira por el Magreb, en septiembre de 2008, la entonces secretaria de Estado Condoleezza Rice lo dijo sin tapujos. La ausencia de cooperaci¨®n "es un problema que ha sido relevante en el Magreb". "Es importante que Rabat y Argel intercambien informaciones a causa de los peligros a los que se enfrentan ambos". Desde entonces la situaci¨®n no ha mejorado.

Argelia se considera la m¨¢s perjudicada por la extorsi¨®n, a trav¨¦s de los secuestros, a la que Al Qaeda somete a los Gobiernos occidentales. Por eso ha intentado primero, con cierto ¨¦xito, apaciguar la rebeli¨®n tuareg del norte maliense y, despu¨¦s, poner en pie una incipiente coordinaci¨®n entre su voluminoso Ej¨¦rcito y las limitadas fuerzas armadas de Mauritana, Mal¨ª y N¨ªger. Hasta mediados de a?o no la hab¨ªa. "Confieso que estamos

[en lo concerniente a la cooperaci¨®n] a un nivel m¨¢s te¨®rico que pr¨¢ctico", reconoc¨ªa el presidente maliense, Amadou Toumani Tour¨¦.

A mediados de agosto pasado los jefes de Estado Mayor de esos cuatro pa¨ªses se reunieron por primera vez en Tamanrasset [sur de Argelia]. En septiembre se celebr¨® en Argel un segundo encuentro m¨¢s operativo. El Frente Polisario, que controla una franja del S¨¢hara colindante con Mauritania, estuvo asociado a las reuniones. No as¨ª Marruecos y Libia, que fueron apartados. "Argel quiere imponerse como la ¨²nica locomotora de la lucha antiterrorista", escrib¨ªa en agosto el diario de Casablanca Le Soir. "Los pa¨ªses que pueden hacer sombra a su liderazgo han sido excluidos", se lamentaba.

Tambi¨¦n rechaz¨® Argel la presencia de EE UU, que solicit¨® poder enviar a Tamanrasset a una delegaci¨®n de Africom, el mando del Pent¨¢gono para ?frica. El nacionalismo argelino tampoco ha querido que Francia, la ex potencia colonial, se implique. Par¨ªs quer¨ªa que sus aviones de observaci¨®n surcasen el desierto en busca de terroristas.

A su manera, el ministro adjunto de Exteriores de Argelia, Abdelkader Messahel, explicaba as¨ª en una entrevista con la prensa de su pa¨ªs el rechazo de Argel: "Pienso que es importante subrayar que el porvenir de la regi¨®n concierne a los pa¨ªses que la integran". "Tenemos los medios y las capacidades necesarias para ello".

Mal¨ª, en cuyo norte est¨¢n ubicados los santuarios de Al Qaeda, no las tiene. Para reforzar a su Ej¨¦rcito, Argelia empez¨® por enviarle por v¨ªa a¨¦rea material militar el pasado mayo. Francia, Espa?a y Alemania tambi¨¦n han hecho contribuciones. Pero el pa¨ªs que, de verdad, ha echado el resto ha sido EE UU, que le ha concedido una ayuda de 3,5 millones de euros, que equivalen al 7,2% del presupuesto militar de Mal¨ª.

Sus boinas verdes entrenan adem¨¢s a los soldados malienses en una base en Gao. Esta ayuda se enmarca en la Trans Sahel Conter Terrorism Initiative, puesta en marcha en 2005 y cuya dotaci¨®n presupuestaria no deja de aumentar.