Al Qaeda levanta un basti¨®n en el S¨¢hara
La organizaci¨®n terrorista pierde fuelle en Argelia, y no logra implantarse en Marruecos y T¨²nez, pero golpea desde los endebles pa¨ªses de la regi¨®n del Sahel
Eran de m¨¢s de media docena de nacionalidades diferentes, desde marroqu¨ªes hasta alg¨²n libio y tunecino y tambi¨¦n un par de saharauis nacidos en la ex colonia espa?ola. Los jefes eran, no obstante, siempre argelinos. Los int¨¦rpretes, nigerianos, porque hablaban mejor el ingl¨¦s. Wolfgang Ebner, el reh¨¦n austriaco que estuvo secuestrado con su esposa durante casi nueve meses de 2008 en el norte de Mal¨ª, vio a m¨¢s de 70 terroristas de Al Qaeda en el Magreb Isl¨¢mico (AQMI).
Tres a?os despu¨¦s de que los salafistas argelinos se convirtieran, con el benepl¨¢cito de Osama Bin Laden, en la rama magreb¨ª de Al Qaeda ¨¦se es, probablemente, su principal ¨¦xito: han logrado internacionalizarse. El prestigio del que goza la organizaci¨®n fundada por Bin Laden atrae a j¨®venes del Magreb y de buena parte de ?frica Occidental.
El grupo fundado por Bin Laden atrae a j¨®venes del Magreb y ?frica Occidental
Mal¨ª, N¨ªger y Chad son Estados casi fallidos y sin pleno control territorial
Doce occidentales fueron secuestrados en 2009, de los que seis siguen cautivos
Los rescates pagados el a?o pasado rondan los 10 millones
Umar Farouk Abdul Mutallab, el nigeriano que intent¨® volar en Navidad un avi¨®n de la compa?¨ªa estadounidense Delta, hab¨ªa nacido en Lagos hace 23 a?os, pero su familia es originaria del Estado septentrional de Katsina. Un pu?ado de j¨®venes de ese norte musulm¨¢n de Nigeria, colindante con N¨ªger, se han incorporado a Al Qaeda.
"Las condiciones sociales del norte de Nigeria hace que la regi¨®n sea proclive a la penetraci¨®n del yihadismo islamista de Al Qaeda", escrib¨ªa recientemente John Campbell, ex embajador de EE UU en Abuja y miembro del Council of Foreign Relations. Pese a todo, los nigerianos no son numerosos en el grupo terrorista. Los j¨®venes m¨¢s radicales del pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica se afilian m¨¢s bien a sectas fundamentalistas como Boko Haram, la m¨¢s activa.
AQMI act¨²a b¨¢sicamente en dos escenarios. En el norte de Argelia donde sus tropas son mayoritariamente argelinas, pero cuentan en sus filas a algunos muyahidin de pa¨ªses vecinos. En el sur de Argelia y en los tres pa¨ªses fronterizos (Mauritania, Mal¨ª y N¨ªger) donde sus fuerzas son m¨¢s cosmopolitas aunque su principal responsable, Abdelhamid Abu Zeid, y sus mandos intermedios son argelinos.
En el norte asest¨® su mayor golpe en Argel el 11 de abril de 2007 con la voladura de dos edificios, uno de ellos albergaba a instituciones de la ONU, con un saldo de 30 muertos, seg¨²n el balance oficial; de 72, seg¨²n el diario El Watan. Desde entonces no ha vuelto a golpear en la capital.
Al Qaeda est¨¢ en declive en los suburbios de Argel o en la regi¨®n de la Cabilia (noreste). El Ej¨¦rcito mat¨® en 2009, seg¨²n el diario Libert¨¦ -no hay cifras oficiales-, a unos 200 terroristas incluidos siete emires o jefes de bandas. ?stos lograron, no obstante, asesinar a unos 120 militares, gendarmes y polic¨ªas. La cifra parece elevada, pero cada a?o disminuye.
El terrorismo islamista pierde fuelle en el norte de Argelia y, aunque ha dado alg¨²n que otro zarpazo en Marruecos y, sobre todo, T¨²nez, no logra implantarse en los grandes pa¨ªses del Magreb. ?se era, sin embargo, el principal objetivo de los salafistas argelinos cuando cambiaron de nombre para autobautizarse bajo las siglas de AQMI. Pero no todo son fracasos en la corta historia de Al Qaeda en el Magreb. De diciembre de 2008 al mes pasado la cosecha de rehenes occidentales -12 fueron capturados de los cuales cinco fueron liberados, uno asesinado y seis permanecen a¨²n cautivos- ha ido creciendo.
Los rescates pagados por los Gobiernos en 2009 para obtener la puesta en libertad de sus ciudadanos rondan los 10 millones de euros, seg¨²n estimaciones coincidentes. Equivalen a los ingresos que genera al a?o el turismo en el norte de Mal¨ª, incluida la m¨ªtica ciudad de Tombuct¨². A esa cantidad habr¨¢ que a?adir la que paguen Espa?a, Italia y, acaso, Francia a cambio de la libertad de sus seis ciudadanos actualmente apresados por AQMI.
"Estos ¨²ltimos tiempos hemos constatado que el dinero de los rescates va a parar a la financiaci¨®n de las redes terroristas", se lamentaba el ministro adjunto de Exteriores argelino, Abdelkader Messahel, en el diario L'Expression de Argel. ?Significa eso que el terrorismo en el norte de Argelia resurgir¨¢ gracias al dinero recaudado en el Sahel?
A la velada acusaci¨®n de Messahel de facilitar el pago de los rescates, Amadou Toumani Tour¨¦, el presidente de Mal¨ª, ha contestado en varias ocasiones. "Lo que es seguro es que los salafistas
no son malienses", declaraba al diario argelino El Watan. "Vienen de alg¨²n lado. ?No?", se preguntaba aludiendo a Argelia. "?Por qu¨¦ pa¨ªses que poseen m¨¢s medios que Mal¨ª no pueden impedirles que atraviesen la frontera?".
Los secuestros no son la ¨²nica fuente de financiaci¨®n. Antonio Maria Costa, que dirige el organismo de la ONU de lucha contra el narcotr¨¢fico, declaraba en diciembre ante el Consejo de Seguridad: "Disponemos de pruebas de que los flujos de drogas il¨ªcitas -la hero¨ªna en el este de ?frica y la coca¨ªna en el oeste- se juntan en el S¨¢hara y siguen nuevos itinerarios a trav¨¦s de Chad, N¨ªger y Mal¨ª". Adem¨¢s del crimen organizado, "los terroristas y las fuerzas antigubernamentales se nutren de los recursos de ese tr¨¢fico".
M¨¢s all¨¢ de la caza y captura de occidentales, 2009 fue tambi¨¦n f¨¦rtil en atentados y enfrentamientos armados: asesinato de un estadounidense e intento de voladura de la Embajada de Francia en Mauritania; matanza de 28 soldados y asesinato de un par de oficiales de la inteligencia militar en Mal¨ª; asesinato, hace una semana, de cuatro turistas saud¨ªes en el oeste de N¨ªger, etc¨¦tera.
Cuando, en agosto de 2008, el general mauritano Mohamed Ould Abdelaziz derroc¨® al presidente elegido democr¨¢ticamente, Francia y Espa?a, los principales socios europeos de Mauritania, fueron benevolentes. El Gobierno espa?ol era reacio a sancionar al dictador porque, seg¨²n argumentaba, estaba vigente con Nuakchot un acuerdo de pesca y porque se contaba con ¨¦l para luchar eficazmente contra la emigraci¨®n clandestina y el terrorismo.
En este ¨¢mbito las cosas han ido a peor. La gendarmer¨ªa mauritana ni siquiera sigui¨® las huellas del todoterreno en el que Al Qaeda transportaba a sus rehenes espa?oles el 29 de noviembre. El general Abdelaziz tuvo que destituir al jefe de ese cuerpo, el general Ahmed Ould Bekrine. Ahora Asuntos Exteriores desaconseja en su web a los espa?oles viajar a cualquier lugar del pa¨ªs magreb¨ª.
Pese a estos fallos, Mauritania es el menos endeble de los pa¨ªses del Sahel. Mal¨ª, N¨ªger y Chad son Estados paup¨¦rrimos y semifallidos, cuyos Gobiernos no controlan parte de sus inmensos territorios. En Mal¨ª la rebeli¨®n tuareg en el norte del pa¨ªs est¨¢, por ahora, apaciguada, pero en sus dos vecinos orientales hay regiones en permanente insurrecci¨®n.
Los recelos y la falta de medios hacen que los Estados del Sahel no cooperen mucho entre ellos para erradicar terrorismo y crimen organizado. Sus vecinos del norte, sobre todo, Argelia y Marruecos, tampoco se coordinan. Las rivalidades pol¨ªticas y el conflicto del S¨¢hara Occidental se lo impiden. Las malas relaciones entre los pa¨ªses del Magreb repercuten negativamente sobre la seguridad de la Europa del sur.
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