EE UU ampl¨ªa la batalla contra Al Qaeda
La Casa Blanca ordena cerrar su Embajada en Yemen ante la amenaza de un ataque terrorista - Reino Unido secunda a su aliado y retira a los diplom¨¢ticos
Estados Unidos anunci¨® ayer el cierre de su Embajada en Yemen, un escenario en el que se prepara la reproducci¨®n inminente de la batalla que el Ej¨¦rcito norteamericano libra contra Al Qaeda en otros pa¨ªses del mundo. La medida de Washington fue inmediatamente secundada por Reino Unido, cuyo Gobierno comparte la preocupaci¨®n por el nuevo peligro generado en Yemen y organizar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 28 en Londres una conferencia internacional para decidir una respuesta coordinada.
Es posible que algunos acontecimientos no esperen hasta esa fecha. La tensi¨®n crece vertiginosamente desde que el autor del atentado frustrado del d¨ªa de Navidad, Umar Farouk Abdulmutallab, confes¨® que el entrenamiento y el material necesarios para su misi¨®n los recibi¨® en Yemen de parte de la rama de Al Qaeda en ese pa¨ªs, que lleva el nombre de Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga. El s¨¢bado, Barack Obama vincul¨® directamente a esa organizaci¨®n con el suceso del avi¨®n de Detroit y ese mismo d¨ªa el jefe de las fuerzas militares estadounidenses en la regi¨®n de Oriente Pr¨®ximo, general David Petraeus, se entrevist¨® en San¨¢, la capital de Yemen, con el presidente de ese pa¨ªs, Al¨ª Abdul¨¢ Sal¨¦.
El Pent¨¢gono se ha comprometido a duplicar la ayuda militar a San¨¢
El ministro de Relaciones Exteriores yemen¨ª, Abubaker al Qirbi, ha negado en declaraciones a la prensa que su Gobierno est¨¦ colaborando con el de Estados Unidos en la preparaci¨®n de un golpe contra Al Qaeda, pero teniendo en cuenta la cooperaci¨®n militar secreta que ambos pa¨ªses han mantenido en el pasado y el aumento de las amenazas de Al Qaeda, no puede descartarse una acci¨®n de castigo contra la organizaci¨®n en un futuro cercano. Petraeus prometi¨® doblar la ayuda militar de EE UU, que actualmente es de 67 millones de d¨®lares (47 millones de euros) anuales.
El principal asesor de asuntos de terrorismo en la Casa Blanca, John Brennan, manifest¨® ayer que la Administraci¨®n dispone de suficiente informaci¨®n como para anticipar que Al Qaeda prepara alg¨²n tipo de ataque en San¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. "Sabemos que Al Qaeda est¨¢ ah¨ª, sabemos que tenemos que cuidar nuestros pasos", declar¨® Brennan al confirmar que se hab¨ªa decidido el cierre de la misi¨®n diplom¨¢tica en la capital yemen¨ª con el fin de no exponer al personal estadounidense y yemen¨ª a riesgos innecesarios. El 17 de septiembre de 2008, dos coches bomba explotaron en la puerta de esa embajada y mataron a 19 personas. Otros incidentes de menor importancia se han producido desde entonces en ese lugar.
El lunes pasado, Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga hizo p¨²blico un mensaje en el que ped¨ªa la colaboraci¨®n de los musulmanes para la expulsi¨®n de los estadounidenses y de otros occidentales del territorio en el que vivi¨® y sent¨® su doctrina Mahoma.
Esa rama de Al Qaeda, fundada a principios del a?o pasado, se ha robustecido extraordinariamente gracias a la contribuci¨®n de los combatientes yemen¨ªes y saud¨ªes que decidieron abandonar Irak y de algunos presos liberados de Guant¨¢namo que se sumaron a la direcci¨®n. Aparentemente liderada por un joven audaz llamado Naser Abdel Karim al Wahishi, al menos dos saud¨ªes antiguos detenidos en Guant¨¢namo act¨²an como sus lugartenientes.
El grupo ha adquirido suficiente fuerza como para convertirse, como dijo Obama el s¨¢bado, en un objetivo "prioritario" en una regi¨®n del mundo muy susceptible a una mayor desestabilizaci¨®n. Yemen tiene frontera con Arabia Saud¨ª, el mayor exportador de petr¨®leo del mundo, y est¨¢ separado por el estrecho de Ad¨¦n de otro de los mayores focos de extremismo isl¨¢mico, Somalia, donde act¨²a la temida milicia islamista Al Shabab.
Estados Unidos tiene, por tanto, razones estrat¨¦gicas de sobra como para intentar impedir la expansi¨®n de Al Qaeda en Yemen. Las otras razones que hacen pensar en una posible acci¨®n militar son de orden de pol¨ªtica dom¨¦stica estadounidense.
Desde el episodio del avi¨®n de Detroit, Obama ha estado sometido a constantes cr¨ªticas, principalmente de antiguos miembros de la Administraci¨®n de George Bush, por su supuesta debilidad ante el terrorismo. Esas cr¨ªticas han sido capitaneadas por el ex vicepresidente Dick Cheney, quien ha advertido que la naci¨®n est¨¢ hoy m¨¢s insegura que bajo el Gobierno de Bush.
John Brennan neg¨® ayer esas cr¨ªticas y asegur¨® que, como demuestran los hechos, la Administraci¨®n de Obama no ha cesado ni un instante de actuar contra los grupos terroristas. Para Cheney y sus colaboradores, ¨¦sta es una oportunidad de revancha. Aunque no hubo v¨ªctimas, el caso de Detroit ha sido suficiente como para que los antiguos gobernantes intenten pasar factura por Guant¨¢namo, las torturas, la actuaci¨®n de la CIA y otras medidas que duelen a los republicanos.
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