Discriminada por mujer y (m¨¢s a¨²n) por madre
La diferencia salarial entre sexos se agranda despu¨¦s de tener hijos - La situaci¨®n se agrava entre las temporales - Europa halla soluciones en el empleo parcial y flexible, que no precario
C¨®mo ser mujer y no morir en el intento no es, en la realidad, una comedia. Ser mujer y trabajadora ya implica una discriminaci¨®n, en forma de menor salario y mayor precariedad. Pero adem¨¢s, entre las mismas mujeres se abre otra brecha laboral entre quienes tienen alg¨²n hijo y las que no. Y las diferencias se agigantan cuando las empleadas tienen contratos parciales. La soluci¨®n a esta tendencia la est¨¢n encontrando otros pa¨ªses europeos en el apoyo a la conciliaci¨®n entre empleo y familia, y el fomento del trabajo a tiempo parcial. En algunos lugares esto ha servido para levantar la natalidad; en Espa?a, son sobre todo las mujeres que no trabajan las que est¨¢n permitiendo que repunten los nacimientos.
La trabajadora temporal a tiempo reducido cobra un 20% menos
En Espa?a tienen hijos, sobre todo, las mujeres que carecen de empleo
Para los expertos, se debe acabar con la dualidad a trav¨¦s del contrato ¨²nico
S¨®lo las m¨¢s estables en su puesto pueden reducir jornada
El precio de ser mujer trabajadora en Espa?a es cobrar, como m¨ªnimo, un salario un 20% por debajo al de los compa?eros hombres. Pero la cosa no acaba ah¨ª, seg¨²n una investigaci¨®n del IE Business School sobre la vida laboral durante 26 a?os de 22.000 trabajadoras espa?olas. Para quienes deciden ser madres, el sueldo es al menos un 24% inferior al de los hom¨®logos varones que son padres. Es decir, la diferencia entre sexos se ampl¨ªa, todav¨ªa m¨¢s, despu¨¦s de tener hijos. Por contra, se aten¨²a cuando se relaciona a hombres y mujeres sin v¨¢stagos.
Las diferencias se confirman si la comparaci¨®n es entre mujeres sin hijos frente a mujeres madres. Pasar por el paritorio supone perder, como poco, un 10% de las ganancias anuales por cada hora trabajada. Y no s¨®lo eso, tambi¨¦n hay discriminaciones seg¨²n el tipo de empleo: las f¨¦minas con familia que trabajan a tiempo parcial con un contrato temporal cobran el 20% menos que si lo hacen en las mismas condiciones con un contrato indefinido.
"Las mujeres se enfrentan a una doble problem¨¢tica. Por un lado, cerca de la edad de concebir su primer hijo, entre los 25 y 29 a?os, pr¨¢cticamente la mitad de ellas sigue trabajando con contratos temporales; con lo que no disfrutan de la protecci¨®n laboral que otros colectivos s¨ª tienen. Y esto retrasa la edad de tener descendencia y, a su vez, el n¨²mero de hijos por familia. Y, por otro lado, cuando son madres, necesitan un mercado de trabajo flexible que les permita salir y volver a entrar en ¨¦l o cambiar su tipo de jornada laboral sin un coste elevado en t¨¦rminos de p¨¦rdida de experiencia, empleo o salario", explica Daniel Fern¨¢ndez-Kranz, profesor del IE Business School y autor (junto a Aitor Lacuesta, del Banco de Espa?a, y N¨²ria Rodr¨ªguez-Planas, de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona) de varias investigaciones sobre c¨®mo la maternidad afecta a la trayectoria laboral de las mujeres y c¨®mo la dualidad contractual caracter¨ªstica del mercado de trabajo espa?ol influye, tambi¨¦n negativamente, en esa trayectoria.
No cabe duda, por tanto, de que vivimos en una sociedad que castiga a las madres trabajadoras. A la vista de estas conclusiones, la pregunta es bien sencilla: ?Se puede permitir un pa¨ªs penalizar a la madre asalariada o desincentivar que tenga hijos cuando la tasa de fecundidad es de las m¨¢s bajas del mundo? Y la respuesta es igual de sencilla: "Necesitamos la mano de obra femenina. El adelgazamiento de la poblaci¨®n masculina en edad de trabajar es tal que, de seguir as¨ª, no se va a poder mantener el sistema productivo, ni el sistema de pensiones", advierte Sara de la Rica, catedr¨¢tica de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco e investigadora de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea).
Para ambos expertos la soluci¨®n al problema pasa necesariamente por arbitrar una pol¨ªtica efectiva de conciliaci¨®n entre la vida familiar y laboral. "La diferencia salarial entre mujeres madres y mujeres sin hijos es mayor en Espa?a que en otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, porque en ellos se incentivan las pol¨ªticas de conciliaci¨®n. Medidas como el trabajo a tiempo parcial ofrecen resultados positivos", mantiene Fern¨¢ndez-Kranz. Precisamente De la Rica ha estudiado los efectos de la reducci¨®n de jornada entre las mujeres europeas. En Alemania, B¨¦lgica, Holanda, Irlanda e Italia el trabajo a tiempo parcial ha supuesto un claro aumento de la tasa de natalidad entre las empleadas. "Mientras, en Espa?a sobre todo tienen hijos las mujeres que no trabajan", afirma la investigadora.
Por supuesto que la reducci¨®n de jornada implica una retribuci¨®n inferior a iguales horas. Pero lo que resulta discriminatorio es que este tipo de horario penalice m¨¢s a la madre m¨¢s desfavorecida, aquella que dispone de un contrato temporal (que cobra un 20% menos por hora trabajada frente al 4% menos que percibe la que tiene un contrato fijo). "Esto lleva a que sean las mujeres con estabilidad en la plantilla las que pidan jornada reducida. Las que no la tienen, no se atreven por miedo al despido", se?ala el profesor del IE Business School. "Conclusi¨®n -contin¨²a- una de las mejores pol¨ªticas familiares que se pueden llevar a cabo en nuestro pa¨ªs es recortar la insultante diferencia que existe entre los contratos fijos y temporales a trav¨¦s de un contrato ¨²nico. Ello tendr¨ªa efectos positivos sobre la situaci¨®n familiar y la carrera profesional de las mujeres".
Juan Jos¨¦ Dolado, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Carlos III, es partidario igualmente del contrato ¨²nico; de hecho, es uno de los firmantes del manifiesto de los 100 economistas en este sentido. En su opini¨®n, "el horario a tiempo parcial nunca se va a implantar mientras no se solucione el problema de la temporalidad". "El contrato temporal no da derecho a formaci¨®n u otros incentivos de que se benefician los trabajadores fijos. Es un sistema perverso que surgi¨® en Espa?a en un momento desesperado y que ha propiciado la baja fecundidad y que la edad de emancipaci¨®n sea de las m¨¢s altas del mundo, ya que las mujeres y los j¨®venes son los colectivos m¨¢s expuestos a ¨¦l". "La inestabilidad laboral conduce a no tomar riesgos y tener un hijo es un riesgo", a?ade.
Sin embargo, el Gobierno se est¨¢ planteando promover la jornada parcial para repartir el trabajo existente y evitar que m¨¢s personas engrosen las filas del paro. "Con cuatro millones de desempleados hace falta tomar medidas. Y, en un momento de crisis, puede ser una buena idea que todos reduzcan sus horas de trabajo de forma equitativa. Pero hay que alertar sobre el riesgo de que la jornada reducida acabe recayendo s¨®lo sobre la mujer y los j¨®venes. Por eso tiene que ser una medida coyuntural, no debe generalizarse como pol¨ªtica laboral, pues est¨¢ demostrado que es con la mano de obra femenina con quien m¨¢s se utiliza este tipo de contrato y tambi¨¦n que determina un retroceso en la carrera laboral y en el salario que percibe la mujer", advierte Sara de la Rica. Actualmente, recuerda la profesora de Esade Esther L¨®pez, s¨®lo el 30% de los contratos son a tiempo parcial y recaen mayoritariamente sobre las mujeres.
Y es que las madres trabajadoras, de nuevo, tienen mucho m¨¢s dif¨ªcil ascender en su profesi¨®n. De hecho, la brecha retributiva entre hombres y mujeres crece bastante m¨¢s r¨¢pidamente a partir de los 29 a?os de edad (la media en que las mujeres espa?olas tienen a su primer hijo). "La mujer da un empuje a su carrera antes de los 30 a?os y, luego, con la maternidad, se descuelgan del mercado laboral", mantiene M¨®nica de Oriol, presidenta de Seguriber Alartec.
Juan Jos¨¦ Dolado lo explica as¨ª: "Existe discriminaci¨®n tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda laboral. Los empresarios piensan que las mujeres en edad de concebir, o cuando son madres, son m¨¢s inestables en el puesto de trabajo y, ante la posibilidad de interrupci¨®n laboral, deciden invertir menos en la formaci¨®n de estas trabajadoras. Y, en el hogar, al afrontar la descendencia, la pareja determina que el menor salario, es decir, el de la madre, se quede en casa al cuidado de los hijos".
"Las empresas invertimos en la formaci¨®n de los empleados fijos, en los que tienen continuidad. Porque dos personas que trabajan al 50% nos cuestan m¨¢s que una que trabaja al 100%. Es una de las rigideces de nuestro sistema laboral que hacen que los empresarios prefieran los contratos a tiempo completo y que propician el descuelgue de las trabajadoras madres", a?ade De Oriol.
As¨ª las cosas, s¨®lo se puede llegar a un resultado. O carrera o familia. "En Espa?a la mujer sacrifica la maternidad para ser directiva. No hay m¨¢s que ver la media de hijos que tienen las altas ejecutivas, de 0,54, muy por debajo de la media global, de 1,3 hijos. Son puestos que requieren disponibilidad absoluta y la mujer no est¨¢ dispuesta", mantiene la catedr¨¢tica de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. Cuesti¨®n que corrobora la presidenta de Seguriber: "En los niveles superiores de nuestra empresa s¨®lo hay una directora; en los intermedios, hay muchas mujeres. Pero, cuando las proponemos ascender, que lo intentamos como primera opci¨®n, lo rechazan; no les compensa por los horarios; eligen la maternidad". Algo que cambiar¨ªa, seg¨²n Fern¨¢ndez-Kranz, si los horarios laborales fuesen m¨¢s racionales en nuestro pa¨ªs.
No hay que tirar la toalla, ya que las desigualdades tienden a acortarse y, como dice Juan Jos¨¦ Dolado, "el aumento de la participaci¨®n femenina en el mercado de trabajo es imparable". "Ellas est¨¢n mejor formadas que los hombres y su uso del tiempo es m¨¢s racional".
Es posible ser directiva, consejera y mam¨¢
Aunque el camino laboral de la mujer est¨¢ plagado de piedras, ¨¦stas no son insalvables. De hecho, hay profesionales que se han situado entre las primeras del escalaf¨®n directivo y est¨¢n ocupando sillones en los consejos de administraci¨®n de las principales compa?¨ªas espa?olas, tradicionalmente reservados a los hombres. No son muchas, pero van en aumento. El C¨®digo Unificado de Buen Gobierno impulsado por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores y la Ley de Igualdad del Ejecutivo socialista han tenido que ver con ello. Pese a que, al servirse de meras recomendaciones, es m¨¢s que probable que sus objetivos de equilibrio entre hombres y mujeres en las c¨²pulas empresariales se retrasen en el tiempo. De cualquier forma, estas f¨¦minas son el ejemplo a seguir. La prueba de que es posible ascender y tener hijos a la vez.
Es el caso de M¨®nica de Oriol. A sus 48 a?os es presidenta de Seguriber Alartec y consejera independiente de Indra. Y tiene nada menos que seis hijos, "dos tr¨ªos", como ella misma dice. "Los tres primeros los tuve en mi ¨¦poca universitaria y los tres ¨²ltimos 15 a?os m¨¢s tarde. Entre la mayor y la peque?a hay 21 a?os de diferencia". Esta doctora en Econ¨®micas y Empresariales tuvo claro hace dos d¨¦cadas, cuando ten¨ªa un "puesto de responsabilidad" y empez¨® "a tener problemas con los horarios", que la forma de conciliar era ser due?a de su tiempo. "Lo que hice fue convertirme en empresaria". De Oriol mantiene, sin embargo, que ahora trabaja m¨¢s que nunca, aunque no por ello deja de hacer los deberes con sus hijos o de asistir a sus representaciones de Navidad. "Si he elegido ser madre es para estar con ellos", asegura, y da gracias a las nuevas tecnolog¨ªas por hacer posible el trabajo desde casa.
La presidenta de Seguriber es una de las 50 consejeras con que contaban las empresas del Ibex 35 a mediados de diciembre, seg¨²n Add Talentia, empresa dedicada a promover el talento femenino. Un avance frente a las 44 integrantes de los consejos de administraci¨®n de las mayores compa?¨ªas espa?olas de 2008, pero menos pronunciado que en a?os anteriores, al igual que ha sucedido en Estados Unidos y Reino Unido en 2009. Los efectos de la crisis.
En plena recesi¨®n tambi¨¦n hay ejemplos que alientan la esperanza de igualdad. Es el caso de Jazztel. La compa?¨ªa cotizada ha renovado recientemente su consejo de administraci¨®n (formado por nueve miembros) y ha elegido a cuatro mujeres independientes para integrarlo. Una de ellas es Mar¨ªa Luisa Jord¨¢, a la saz¨®n nueva directora de auditor¨ªa interna de grupo SOS. Licenciada en Empresariales, es madre de dos hijos de 16 y 13 a?os. ?C¨®mo puede compatibilizarlo todo? "Con capacidad de trabajo y sacrificio y con un apoyo importante en casa", explica. Recomienda fijarse prioridades y que el tiempo que se pasa en familia sea de calidad. Y mal no le ha ido con esta f¨®rmula, pues lleva 25 a?os trabajando y m¨¢s de 20 en puestos directivos. "No s¨¦ si he tenido sueldos m¨¢s bajos que los hombres, probablemente s¨ª. Pero no he tenido problemas para ascender en mi carrera", afirma Jord¨¢.
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