"Lo peor fue no comprender por qu¨¦ est¨¢bamos all¨ª encerrados"
Liberado el director de Greenpeace Espa?a tras 21 d¨ªas en una c¨¢rcel danesa
"Lo estamos celebrando con cava. Estamos muy contentos, pero la verdad es que no comprendemos la extrema dureza de lo que nos ha ocurrido". Juan L¨®pez de Uralde, el director de Greenpeace Espa?a, liberado ayer en Copenhague junto a los otros tres activistas detenidos y encarcelados el pasado 17 de diciembre en la prisi¨®n de Vestre Faengsel, ten¨ªa que elevar la voz para hacerse o¨ªr sobre la alegr¨ªa de la fiesta que Greenpeace organiz¨® a bordo del Rainbow Warrior, el buque insignia de la organizaci¨®n ecologista.
Eran las siete de la tarde, una media hora despu¨¦s de su puesta en libertad tras 21 d¨ªas de cautiverio, y L¨®pez de Uralde, la noruega Nora Christiansen, el suizo Christian Schmutz y el holand¨¦s Joris Thijssen absorb¨ªan con avidez la informaci¨®n que les estaba trasmitiendo la tripulaci¨®n del buque: qu¨¦ hab¨ªan dicho los medios de comunicaci¨®n, c¨®mo hab¨ªan tratado de ayudarles desde el consulado y las embajadas; las vigilias, manifestaciones y todas las muestras de solidaridad organizadas en la Uni¨®n Europea desde que la polic¨ªa los encarcel¨® tras desplegar una pancarta con el lema Los pol¨ªticos hablan, los l¨ªderes act¨²an, en la cena de gala que ofrec¨ªa la reina Margarita II a los jefes de Estado en el Palacio de Christiansborg. "No nos permit¨ªan saber nada. Las escasas visitas que autorizaron ten¨ªan prohibido hablar de lo que estaba pasando. Todo ha sido alucinante, incomprensible". En una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, la palabra m¨¢s repetida por el director de Greenpeace Espa?a es precisamente esta ¨²ltima: "Incomprensible", o sus sin¨®nimos: "Inexplicable, inimaginable en un pa¨ªs democr¨¢tico".
Los activistas segu¨ªan las noticias de su reclusi¨®n por una peque?a radio
"El interrogatorio policial fue surrealista, un di¨¢logo de besugos"
Lo peor de los 21 d¨ªas en prisi¨®n preventiva, acusados de un triple delito de suplantaci¨®n de cargo p¨²blico, falsificaci¨®n de matr¨ªcula de veh¨ªculo y allanamiento de morada, ha sido "no entender por qu¨¦ est¨¢bamos all¨ª encerrados, criando telara?as y con una inseguridad jur¨ªdica total".
Dispon¨ªan de una peque?a radio y as¨ª pudieron hacerse una idea aproximada de la repercusi¨®n de su detenci¨®n en el exterior. O a trav¨¦s de otros presos. "Un d¨ªa, uno de los reclusos se asom¨® a la ventana y nos grit¨®: ?Vosotros sois los de las 50.000 cartas? De esa forma supimos que mucha gente hab¨ªa escrito a las autoridades danesas pidiendo nuestra libertad". S¨®lo han sido permitidas tres visitas durante las tres semanas de reclusi¨®n: de abogados, personal del consulado y la embajada y familiares. "Estaban presentes un traductor y un polic¨ªa. Si trataban de contarnos algo de los manifestantes, o lo que dec¨ªan los medios, nos mandaban callar. Recurr¨ªamos a gestos, a alg¨²n cuchicheo... Poco m¨¢s".
Los ecologistas detenidos preguntaron en numerosas ocasiones a las autoridades carcelarias por qu¨¦ estaban all¨ª y cu¨¢ndo podr¨ªan salir. "La polic¨ªa est¨¢ investigando los hechos. Cuando acabe la investigaci¨®n, veremos", recuerda Uralde que les contestaban.
Sin embargo, hasta el martes pasado no fueron interrogados oficialmente por funcionarios daneses. "Quer¨ªan saber si hab¨ªamos participado en una acci¨®n organizada. Les contestamos que Greenpeace siempre organiza los actos de protesta. Y s¨ª, claro que se organiz¨® c¨®mo llegar, c¨®mo colarnos, c¨®mo mostrar la pancarta. Siempre lo hacemos. Y los polic¨ªas insist¨ªan: As¨ª que reconocen que estaba todo planeado y previamente organizado. Y contest¨¢bamos: s¨ª, claro. Greenpeace act¨²a de esta forma. Somos una organizaci¨®n. Y ellos te daban a entender: vale, os hemos pillado. Formabais parte de un complot. Fue surrealista, un di¨¢logo de besugos".
L¨®pez de Uralde y los otros tres activistas ya contaban con que iban a ser detenidos antes de acabar su protesta en el palacio de Christiansborg. "Es lo normal", dice. Pero lo que nunca imaginaron es que iban a ser conducidos a un ala del penal de Vestre Faengsel habilitada para alojar a los activistas de la Cumbre del Clima y que iban a permanecer all¨ª durante tres semanas. Se juntaron 16 presos de distinta nacionalidad. Poco a poco los fueron liberando. Ellos cuatro salieron ayer. A¨²n quedan cinco en la c¨¢rcel. Desde el lunes pasado, mezclados con los comunes.
Dice el director de Greenpeace Espa?a que les ha mantenido psicol¨®gicamente a salvo la unidad de los cuatro y percibir el afecto de los dem¨¢s presos. "Pero si alguien nos dice que ¨ªbamos a estar tanto tiempo en r¨¦gimen preventivo, casi incomunicados, y bajo una amenaza de condena de varios a?os por una protesta como las que Greenpeace organiza a menudo, lo hubi¨¦ramos cre¨ªdo en un pa¨ªs dictatorial, pero nunca en la democr¨¢tica Dinamarca".
La vista que estaba convocada para hoy en Copenhague ha sido suspendida. Los cuatro activistas permanecen en libertad con cargos, a la espera de juicio. Los delitos que se les imputan, aplicados con el m¨¢ximo rigor, pueden suponen hasta siete a?os de prisi¨®n.
Tres semanas de cautiverio
- La detenci¨®n. Juan L¨®pez de Uralde, director de Greenpeace Espa?a, y Nora Christiansen, coordinadora de Desarrollo de la ONG, se intentaron colar el pasado 17 de diciembre en la cena oficial que organizaba la reina Margarita II de Dinamarca por la Cumbre del Clima en un coche con una matr¨ªcula falsa con la numeraci¨®n 007 y el logotipo de Greenpeace. En la antesala del recinto desplegaron una pancarta que dec¨ªa: "Los pol¨ªticos hablan, los l¨ªderes act¨²an". Fueron detenidos junto a otro activista, Christian Schmutz. El d¨ªa siguiente la polic¨ªa detuvo tambi¨¦n a Joris Thijssen.
- La prisi¨®n. Los cuatro han estado encarcelados desde esa fecha en la prisi¨®n de Vestre Faengsel. Uralde ha pasado todas las fiestas recluido, sin ver ni hablar con su familia hasta el pasado martes, cuando le visitaron la esposa y el hermano.
- Las acusaciones. La polic¨ªa baraja tres posibles delitos contra los activistas: suplantaci¨®n de un cargo p¨²blico (con una pena de dos a tres meses de prisi¨®n), falsificaci¨®n de matr¨ªcula diplom¨¢tica (de dos a tres meses) y allanamiento de morada con la agravante de que se trata de una sede de la Corona de Dinamarca y estaba presente la Reina (hasta seis a?os de prisi¨®n).
- La liberaci¨®n. Una hora antes, alrededor de las 17.30 de la tarde de ayer, los abogados les comunicaron que iban a salir. Moratinos avis¨® a la familia. Quedaron libres.
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