Horrillo cuelga la bicicleta

La ¨²ltima pedalada con dorsal la dio Pedro Horrillo en el aire, antes de caer por un barranco el 16 de mayo pasado, 60 metros a plomo, durante el descenso del Culmine de San Pietro, en B¨¦rgamo, un s¨¢bado caluroso de Giro de Italia. Despu¨¦s de aquel d¨ªa, varios meses despu¨¦s, Horrillo, de 34 a?os, ciclista profesional del equipo Rabobank, escritor y fil¨®sofo, volvi¨® a montar en bicicleta, a pedalear, salidas de entrenamiento de m¨¢s de 100 kil¨®metros. Pero no volvi¨® a ser lo mismo. Nada fue como antes, salvo el gusto de la fatiga, el sudor. Su cuerpo, machacado, su f¨¦mur, afianzado con un largo clavo, su rodilla, reconstruida, no volvieron a funcionar como cuando trazaba su camino, ¨²nico, diferente, en el ciclismo. Despu¨¦s de dudarlo y pensarlo, ha decidido. "Otros compa?eros nunca saben c¨®mo dejarlo, cu¨¢ndo dejarlo", dice Horrillo. "A m¨ª la ca¨ªda me lo dijo". El ciclista de Ermua se lo dir¨¢ hoy a sus compa?eros y al resto del Rabobank, con los que se ha juntado en la sesi¨®n de fotograf¨ªas del equipo para la temporada que comienza. "A Breukink, el director, ya le envi¨¦ una carta a finales de diciembre", dice Horrillo. "Le expliqu¨¦ que no pod¨ªa aceptar la oferta de seguir un a?o m¨¢s por motivos f¨ªsicos. Las secuelas de mi accidente me impiden volver a tener el nivel necesario para ser ciclista profesional".

Del futuro a¨²n no tiene mucho claro Horrillo, aunque ya tiene ofertas de algunos equipos para formar parte de su direcci¨®n. "Seguramente me tomar¨¦ un a?o sab¨¢tico. Cuidar¨¦ de mis hijos, Abai y Hori, mientras mi mujer est¨¦ en el trabajo, escribir¨¦, claro, colaborar¨¦ con quien me lo pida, y seguir¨¦ andando en bicicleta, por supuesto", dice el corredor vizca¨ªno. "Aunque tengo el alta m¨¦dica del servicio de rehabilitaci¨®n, necesito seguir haciendo deporte para no estancarme, para no atrofiarme. Es una obligaci¨®n".