El ataque suicida que sacudi¨® a la CIA
El diario 'The New York Times' revela los nombres y perfiles de los esp¨ªas de EE UU que murieron en el atentado suicida del 30 de diciembre en Afganist¨¢n
En oto?o de 2001, cuando un pa¨ªs angustiado trataba de asimilar los atentados del 11-S, una especialista en econom¨ªa de habla suave llamada Elizabeth Hanson empezaba a escribir su tesis doctoral en el Colby College de Maine. La pregunta que se hac¨ªa era oportuna: ?c¨®mo aplican los principios econ¨®micos las tres religiones m¨¢s importantes del mundo?
El informe de Hanson, Faithless Heathens: Scriptural Economics of Judaism, Christianity and Islam ten¨ªa un t¨ªtulo mucho m¨¢s provocativo que sus contenidos, seg¨²n el catedr¨¢tico que la asesor¨®. Pero dio una pista sobre su carrera futura en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como especialista en perseguir a extremistas isl¨¢micos.
El suicida jordano acab¨® con la vida de dos mujeres y cinco hombres
"Le rogu¨¦ que no fuera", dice la madre de la agente Elizabeth Hanson
"RIP, Jeremy Wise, h¨¦roe americano", se dice en Facebook en honor del militar
Otro de los muertos era un ex polic¨ªa antidroga de Atlanta que trabaj¨® infiltrado
Esa carrera termin¨® de golpe la semana pasada: Hanson era una de los siete estadounidenses muertos en el atentado suicida en una base de la CIA en las monta?as de Afganist¨¢n.
En los d¨ªas posteriores al atentado, han empezado a conocerse poco a poco detalles sobre las vidas de las v¨ªctimas (cinco hombres y dos mujeres, entre ellos dos contratistas de la empresa antes conocida como Blackwater), a pesar de la naturaleza secreta de su trabajo. Lo que se desprende es una ojeada p¨²blica poco habitual a una sociedad cerrada, una mirada furtiva a un pedacito de la agencia de espionaje tal y como es, m¨¢s de ocho a?os despu¨¦s de que la CIA se viese empujada a la primera l¨ªnea de batalla.
Sus muertes han sido un mazazo importante para el organismo, y han mutilado a un equipo encargado de recopilar informaci¨®n sobre las redes de militantes en Afganist¨¢n y Pakist¨¢n, y de planear misiones para matar a los m¨¢ximos dirigentes de Al Qaeda. Y en lo que constituye un signo de c¨®mo el basti¨®n de la CIA, antes dominado por los hombres, ha cambiado en los ¨²ltimos a?os, el atentado ha revelado que una mujer hab¨ªa estado a cargo de la Base de Operaciones Chapman, en Khost.
El jefe de operaciones de Al Qaeda en Afganist¨¢n public¨® ayer una declaraci¨®n elogiando el trabajo del terrorista suicida, el doble agente jordano Humam Jalil Abu Mulal al Balawi, y se?al¨® que el atentado fue una venganza por los asesinatos de una serie de importantes l¨ªderes de militantes en los ataques con aviones no tripulados de la CIA. "Deton¨® su magn¨ªfico, asombroso y bien dise?ado dispositivo explosivo, que no llegaron a ver los ojos de aquellos que no creen en el m¨¢s all¨¢", dijo el dirigente de Al Qaeda, Mustaf¨¢ Abu al-Yazid.
Las v¨ªctimas proced¨ªan de todos los rincones de Estados Unidos, pero hab¨ªan terminado coincidiendo en una de las zonas m¨¢s peligrosas del mundo. Varios ten¨ªan formaci¨®n militar. Uno de los empleados de la CIA fallecidos, un agente de seguridad llamado Scott Roberson, hab¨ªa trabajado de forma secreta como detective de narc¨®ticos en la Polic¨ªa de Atlanta y pas¨® alg¨²n tiempo en Kosovo trabajando para la ONU.
Otro, Harold Brown Jr., era un ex reservista del Ej¨¦rcito y padre de tres hijos que hab¨ªa hecho un breve viaje a casa desde Afganist¨¢n para ayudar a su familia a trasladarse a una nueva casa en una zona residencial del norte de Virginia. La madre de Brown, Barbara, dec¨ªa en una entrevista que su hijo (ella cre¨ªa que trabajaba para el Departamento de Estado) ten¨ªa intenci¨®n de pasar un a?o en Afganist¨¢n y volver a casa en abril. No le entusiasmaba el trabajo, dec¨ªa ella, y hablaba poco sobre ¨¦l.
La jefa de la base, una veterana del organismo, hab¨ªa viajado a Afganist¨¢n el a?o pasado como parte de un intento de la CIA por reforzar su presencia en la zona en guerra. Tras consultar con el organismo de espionaje, The New York Times est¨¢ reteniendo informaci¨®n sobre la mujer. La CIA no ha querido hacer comentarios sobre la identidad de ninguno de los empleados. Algunos de los nombres salieron a la luz a trav¨¦s de miembros de las familias. El nombre de Hanson apareci¨® por primera vez en The Daily Beast, una revista en Internet.
En una entrevista telef¨®nica, su padre, Duane Hanson, cont¨® que un funcionario del organismo le hab¨ªa llamado unos d¨ªas antes para hacerle saber que su hija, que seg¨²n ¨¦l habr¨ªa cumplido 31 a?os el pr¨®ximo mes, hab¨ªa sido asesinada. ?l sab¨ªa poco de su trabajo, aparte de que hab¨ªa estado en Afganist¨¢n. "Le rogu¨¦ que no fuera", recordaba. "Le dije: '?Sabes lo peligroso que es aquello?'. Es un sitio para soldados".
La otra mujer asesinada, la jefa de la base, formaba parte, antes de los ataques del 11-S, de un peque?o grupo antiterrorista encargados de encontrar a Bin Laden.
Un ex agente recuerda que la mujer ten¨ªa un conocimiento aparentemente enciclop¨¦dico de los principales dirigentes de Al Qaeda y estaba tan familiarizada con las distintas permutaciones de los nombres de los l¨ªderes que pod¨ªa tomar fragmentos de informaci¨®n y construir con ellos un mosaico de las operaciones de Al Qaeda. "Fue una de las primeras personas del organismo que se enfrent¨® a Al Qaeda en serio", dice el ex agente que, como otros de los entrevistados para este art¨ªculo, habla de forma an¨®nima porque la identidad de las v¨ªctimas sigue siendo confidencial.
Dos de las v¨ªctimas, Jeremy Wise, de 35 a?os, un ex miembro de las tropas especiales de la Armada originario de Virginia Beach (Virginia) y Dane Clark Paresi, de 46 a?os, de Dupont (Washington), eran agentes de seguridad de Xe Services, la empresa antes conocida como Blackwater.
The Jeremy Wise Memorial, en Facebook, tiene ya 3.189 seguidores y est¨¢ lleno de recuerdos sobre la infancia de Wise como hijo de un m¨¦dico en Arkansas; sus padres viven en Hope, la ciudad natal de Bill Clinton. "Descanse en paz, Jeremy Wise, h¨¦roe estadounidense", escrib¨ªa alguien.
Fuentes oficiales en Afganist¨¢n y Washington afirman que el grupo de la CIA en Khost hab¨ªa sido agresivo en los ¨²ltimos meses contra la red Haqqani, un grupo que ha reivindicado docenas de muertes de estadounidenses en Afganist¨¢n. Un funcionario de la OTAN hablaba en t¨¦rminos escuetos sobre el atentado, afirmando que hab¨ªa "eliminado de forma efectiva una estaci¨®n clave".
"?stas no eran personas que escrib¨ªan las cosas en un ordenador o en cuadernos de notas. Todo estaba en su cabeza", dicen fuentes oficiales. La CIA est¨¢ "tirando de gente nueva en todo el mundo, pero ?cu¨¢nto se tardar¨¢ en reconstruir las redes? Gran parte de ello es irrecuperable".
Traducci¨®n de News Clips.
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