Necesitamos savia
Una vez, hace tiempo, sub¨ª a Radio C¨ªrculo. No s¨¦ ahora, pero entonces era un cub¨ªculo en el que apenas cab¨ªan unas pocas personas, la mesa desde donde se realizaba la emisi¨®n, un par de micr¨®fonos. O as¨ª me pareci¨®, de noche. No recuerdo por qu¨¦ llegu¨¦ all¨ª, pero s¨ª que a trav¨¦s de sus ventanales vi el paisaje ¨²nico con que siempre, desde casi todos sus ¨¢ngulos, nos regala el edificio de Antonio Palacios. Las luces de Madrid brillaban y temblaban (titilaban) a todo lo largo y ancho de la mirada, y, contra los cristales de lo que era una incipiente aventura radiof¨®nica, creo ver en mi memoria la figura, negra, desnuda, siempre en movimiento, de la Victoria Alada, la estatua de Coullaut Valera que corona la c¨²pula del edificio Metr¨®polis, en la confluencia de las calles Alcal¨¢ y Gran V¨ªa. En 1975, la Victoria Alada sustituy¨® a la estatua del ave f¨¦nix, que llevaba all¨ª desde que en 1910 se inaugur¨® la sede de la compa?¨ªa de seguros La Uni¨®n y el F¨¦nix; si aqu¨¦lla era s¨ªmbolo de la empresa, ¨¦sta es ya uno de los emblemas de Madrid. As¨ª que, por el recuerdo de mis ojos, creo que la noche que sub¨ª a Radio C¨ªrculo la Victoria Alada estaba ah¨ª, sobrevol¨¢ndome, aunque quiz¨¢ no la vi y es que mis ojos se apropian de la imagen que ilustra actualmente su web.
La poes¨ªa sirve para sonre¨ªr una vez derrotados. Para triunfar sobre el derrumbamiento. Para sobreponerse a la cat¨¢strofe
Entre muchos otros programas que han surgido a medida que ha ido creciendo Radio C¨ªrculo se encuentra Definici¨®n de savia, un espacio extraordinario, ya que est¨¢ dedicado en exclusiva a acercar la poes¨ªa nacional e internacional: presencia en el programa de poetas, po¨¦ticas, actualidad editorial, documentos sonoros de poetas contempor¨¢neos y cl¨¢sicos. Puede o¨ªrse los mi¨¦rcoles en el 100.4 de FM, de 16.00 a 17.00 (o s¨®lo unos minutos, los justos para que nos atrape un verso, nos seduzca una voz, nos cambie el pie una cadencia). Lo crearon los poetas Esther Ram¨®n y Jordi Doce, aunque este ¨²ltimo no participar¨¢ desde el pr¨®ximo 13 de enero, cuando el equipo vuelva de las vacaciones navide?as con las incorporaciones de otros dos poetas: Alejandro C¨¦spedes y Pilar Fraile. Definici¨®n de savia es el t¨ªtulo de un libro, considerado fundamental de forma un¨¢nime, de An¨ªbal N¨²?ez, uno de esos poetas que han de morir para que se reconozca su obra. Si muere joven, mucho mejor. An¨ªbal, que hab¨ªa nacido en Salamanca en 1944, cumpli¨® rigurosamente con la premisa y se despidi¨® de la vida en 1987, gracias quiz¨¢s a lo cual hayamos podido leer su Explicaci¨®n a la derrota: "Se sent¨® ante las l¨ªneas enemigas / en una mecedora, sorteaba / los disparos, sonriendo: la primera / bala le hab¨ªa alcanzado mortalmente. / Se seguir¨¢ meciendo / hasta dejar sin munici¨®n a todos". Un poema que convierte la derrota en victoria, acaso alada: el movimiento de la mecedora, de las balas que llegan, de la sonrisa que desarma al enemigo, todo ello impulsa como las alas de los versos.
La v¨ªspera de Nochebuena se emiti¨® el ¨²ltimo programa del aciago 2009. Estaban los nuevos colaboradores y se ley¨® un fragmento del relato de Pedro Casariego C¨®rdoba que habla de sirenas y cactus y flores anfibias, de muerte o de vida (qu¨¦ m¨¢s da). As¨ª se titula el cuento: Qu¨¦ m¨¢s da. Y se ley¨® el poema El veneno, de Las flores del mal de Baudelaire, que habla de opio y vino, de sordidez y lujo, de sol en un cielo nublado, de hondura y tiempo, de placeres oscuros, de ojos verdes y saliva y almas, de v¨¦rtigo y de muerte. Era un programa dedicado a la figura del dramaturgo y poeta monegasco Armand Gatti, que perteneci¨® a la Resistencia y que pas¨® por Madrid para acompa?arnos en la despedida del mal a?o. Se oy¨® su voz. Gatti, interesado en la f¨ªsica cu¨¢ntica y en una ciencia que no ha logrado despejar las m¨¢s grandes preguntas, ha respondido as¨ª a la celebrada pregunta de Adorno ("?Es posible la poes¨ªa despu¨¦s de Auschwitz?"): "La poes¨ªa ante una cat¨¢strofe como la del Holocausto puede parecer algo irrisorio. Pero todo depende de lo que se entienda por poes¨ªa. Para Adorno es un debate de sal¨®n y para m¨ª, un combate. Todas las palabras que he escrito se las debo a los compa?eros muertos en el campo de concentraci¨®n. Mi poes¨ªa nace ah¨ª".
As¨ª que en estos tiempos de crisis y rebajas, de basura y granito, de desalojos y amenazas, de confusi¨®n e incertidumbre, comienza un nuevo a?o. Y lo recibimos sentados en la mecedora de la poes¨ªa, sonriendo como s¨®lo se puede sonre¨ªr ante las l¨ªneas enemigas: con la vida eterna que promete una munici¨®n de versos. Tantas veces nos hemos preguntado si la poes¨ªa sirve para algo y aqu¨ª est¨¢ la respuesta: la poes¨ªa sirve para sonre¨ªr una vez derrotados. Para triunfar sobre el derrumbamiento. Para sobreponerse a la cat¨¢strofe. Para sobrevolar cascotes y casquillos. Para combatir. Para sobrevivir a nuestra propia muerte. "Hemos nacido de la agon¨ªa de una estrella. A pesar de todo, la tierra vencida da estrellas", escribe Gatti. As¨ª que es posible comenzar otro a?o. Quiz¨¢ baste con encender la radio y escuchar a los poetas: savia para nuestro esp¨ªritu. Larga vida a la poes¨ªa.
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