Modernismo y modernidad
Georges Pompidou fue un pol¨ªtico conservador que est¨¦ticamente am¨® la modernidad. Cuando se instal¨® en l'Elys¨¦e, mand¨® enfundar las paredes de sus estancias privadas del fr¨ªo, clasicista y refinado palacio presidencial con tejido sinuoso y liso, al estilo sesentero de Courr¨¨ges o Pierre Cardin, para crear un confortable cub¨ªculo. Y en esa c¨¢lida concha en donde descansar, de blanco roto tirando a beige, situ¨® coloridos iconos abstractos de Frantisek Kupka y Robert Delaunay, dos creadores a los que Francia deb¨ªa un buen homenaje, dado que sus respectivas viudas hab¨ªan sido muy generosas legando al Estado buena parte de su producci¨®n, sustanciosa y representativa. Gracias a esas donaciones, el Mus¨¦e National d'Art Moderne, reconvertido en el Centre Pompidou, pasaba a ser el propietario de las colecciones m¨¢s completas de dos creadores fundamentales, quiz¨¢ no suficientemente reconocidos, del arte moderno. Precisamente, es a partir de los ricos fondos del principal museo franc¨¦s que se ha montado la actual retrospectiva Kupka, que tiene por comisaria a Brigitte Leal, directora adjunta del Mus¨¦e National d'Art Moderne / Centre Pompidou.
Frantisek Kupka
Fundaci¨® Mir¨® / BBVA
Parque de Montju?c. Barcelona
Hasta el 24 de enero
Frantisek Kupka (Opocno, Bohemia, 1871-Puteaux, 1957) fue un hombre solitario y alejado que cont¨® con un gran reconocimiento en su pa¨ªs de origen, incluso ya de joven ostent¨® cargos oficiales y tuvo sendas retrospectivas, pero parad¨®jicamente, hasta bien entrados los a?os cuarenta, su presencia fue casi siempre tangencial en Par¨ªs, donde se hab¨ªa instalado definitivamente y desde donde invent¨® el arte abstracto. Invenci¨®n reconocida por Duchamp y compartida con Kandinsky y, en otro nivel, con Larionov y Goncharova o Malevich, entre otros. Su pintura visionaria se anticip¨® al constructivismo ruso, el movimiento De Stjil y el purismo, y fue un faro del grupo Abstraction Cr¨¨ation, al que perteneci¨®, o del n¨²cleo Nouvelles Realit¨¦s del que fue miembro de honor.
Nada viene de nada y las cosas suelen estar en el aire. Durante la primera d¨¦cada de 1900 y el inicio de la siguiente, el concepto de la figuraci¨®n entraba en crisis. El proceso hacia la abstracci¨®n en el caso de Kupka es muy interesante porque no procede de las sint¨¦ticas experiencias formales de C¨¦zanne, como sucede con el cubismo -que raras veces acaba por eliminar completamente la representaci¨®n de las cosas- si no que se genera a partir de las estilizaciones del modernismo y lo ornamental. El papel del ornamento art nouveau en el nacimiento de la abstracci¨®n geom¨¦trica es m¨¢s destacado de lo que siempre se le ha reconocido, no en vano el modernismo reivindicaba un arte total.
El mel¨®mano, espiritista y te¨®sofo Kupka pas¨® del simbolismo del jugendstil centroeuropeo y la estilizaci¨®n decorativista de la Sezesion vienesa al divisionismo neoimpresionista con sus inmediatas derivaciones hacia el fauvismo y el futurismo hasta llegar al final de la figuraci¨®n que disolvi¨® radicalmente en el color, la masa, la l¨ªnea y el punto creando una geometr¨ªa intuitiva, heterodoxa, sensible e indescifrable. A pesar de que el mercado a menudo le girara la espalda, nunca hizo marcha atr¨¢s ni se dej¨® embelesar por el elegante y confortable neoclasicismo de entreguerras. Seguro de s¨ª mismo, afirmaba en 1923: "Aunque no logre un gran ¨¦xito en vida, no me molesta pensar que vendr¨¢ despu¨¦s de mi muerte. Mi ser no se reduce a mi cuerpo y, en ese momento, navegar¨¢ muy lejos, al reino del espacio".
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