La musa es la elegancia

Manuel Outumuro sabe sacar realmente guapas a las mujeres. S¨®lo nombrarle podr¨ªa abrirte las puertas a cualquier famosa". Esta opini¨®n, de una estilista, podr¨ªa resumir el consenso -y el estereotipo- que sobre este fot¨®grafo se tuvo durante a?os en la industria de la moda espa?ola. "A diferencia de Diane Arbus, a quien Mae West denunci¨® por fotografiarla fea, no creo que haya una sola celebridad que tenga intenci¨®n de demandarme", bromea Outumuro, aparentemente entretenido con su propio clich¨¦. Una exposici¨®n del Museu T¨¨xtil i d'Indument¨¤ria de Barcelona (del 21 de enero al 26 de abril), enmarcada en el Disseny Hub Barcelona (DHUB), sobre su trayectoria de 20 a?os como fot¨®grafo de moda pretende demostrar que es mucho m¨¢s. "Outumuro es el Richard Avedon espa?ol", opina Ram¨®n Prat, comisario general. "Comparte su sensibilidad para componer con sencillez y elegancia, ese lenguaje com¨²n en el que se entrelazan est¨¦tica y equilibrio. Como concepto, Manuel es un fot¨®grafo de alta costura".

"No soy un artista, soy un artesano de la imagen. La etiqueta de artista est¨¢ banalizada"

Nacido hace 60 a?os en A Merca (Ourense), se form¨® en ilustraci¨®n y dise?o gr¨¢fico en la escuela Massana de Barcelona, ciudad en la que ha vivido pr¨¢cticamente toda su vida. Inspirado por un par¨¦ntesis vital de cuatro a?os en Nueva York, volvi¨® para abrir un estudio de comunicaci¨®n visual de moda en el que trabajar¨ªa con los fot¨®grafos Javier Vallhonrat, Toni Bernad o Mar¨ªa Espeus. Su faceta como director de arte en un suplemento femenino de La Vanguardia acab¨® de espolearle y a los pocos meses se colocaba detr¨¢s de una c¨¢mara. Nada de experimentos arties, Outumuro se estren¨® con un redaccional de ba?o. "No fue un encargo, lo hice porque quise, y tambi¨¦n por miedo. Empec¨¦ a los 40, soy un fot¨®grafo tard¨ªo", reconoce. La periodista Silvia Alexandrowitch sospecha que ah¨ª est¨¢ la clave de su singularidad: "Es un fot¨®grafo de moda, pero no a la moda. Su larga experiencia y su cultura lo convierten en un profesional tranquilo, algo muy extra?o en este mundillo. Su distancia del expresionismo de los supermodernos le ha ayudado a ampliar su empresa, es un profesional al que no le asusta la etiqueta de comercial".

En la era de los iconoclastas, los a?os de Paolo Roversi a Terry Richardson, Outumuro apost¨® por interpretar a los cl¨¢sicos. Avedon e Irving Penn -"no tanto Helmut Newton", subraya-, pero tambi¨¦n Goya, Vel¨¢zquez o la suntuosa idealizaci¨®n del mundo antiguo de Alma-Tadema. Una mirada reposada sobre la elegancia, la arquitectura y la belleza cl¨¢sicas, ajena a las modas, mantuvo a raya su propio ego. "Mi obra personal es la obra que me han encargado. Es as¨ª de simple. No soy un artista, soy un artesano de la imagen. La etiqueta de artista est¨¢ banalizada, se aplica con demasiada facilidad. Yo trato de hacer lo mejor que puedo cualquier encargo, desde el mayor hasta el menor. Y de contentar al cliente y al sujeto fotografiado. Admito que con los estilistas, las modelos o los maquilladores s¨ª puedo llegar a ser algo dictador. Pero eso se traduce m¨¢s en restar que en sumar: mis maquillajes nunca son excesivos, ni los peinados. En cambio, s¨ª lo son los trajes. Es curioso, los responsables de la exposici¨®n me dec¨ªan que he documentado la indumentaria del cambio de siglo, sin embargo no hay una sola foto de vaqueros. Pero es que a m¨ª el porno y el vaquero no me van mucho, quedan muy lejos de mis conceptos ¨¦ticos y est¨¦ticos", revela el fot¨®grafo.

Joana Bonet, directora de Marie Claire, revista con la que mantiene una estrecha relaci¨®n desde mediados de los noventa, recuerda un momento angular: "Una vez, en sus inicios, Manuel estaba a punto de fotografiar a Carmen Maura, y ¨¦sta le dijo: '?Qui¨¦n soy?'. 'S¨¦ t¨² misma', respondi¨® ¨¦l. Y la actriz replic¨®: 'Frente a una c¨¢mara nunca ser¨¦ yo misma, necesito saber qui¨¦n quieres que sea'. Sin saberlo, Maura le estaba dando una pauta que ser¨ªa una constante en la carrera del fot¨®grafo". Para la periodista, que le ha publicado decenas de portadas, su secreto reside en la h¨¢bil renuncia a la conquista de la naturalidad, en comprender que la fotograf¨ªa es artificio y centrarse en encontrar el personaje que la mirada desea ver. "Convierte a la persona en personaje. Outumuro transmite una verdad alejada del mundo real, pero que no por ello deja de serlo. Reivindica la pose, sin complejos, pero a la vez no tolera la provocaci¨®n si no implica armon¨ªa. Su obra es aspiracional, por eso envejece tan bien".

La muestra Outumuro looks: vint anys fotografiant moda, dividida en retratos de estudio, fotos en blanco y negro, poses y actitudes, localizaciones, celebridades e inspiraciones cinematogr¨¢ficas, acent¨²a esa b¨²squeda de lo atemporal. La directora de cine Isabel Coixet, que ha realizado un corto para la ocasi¨®n, asegura que se trata del fot¨®grafo que mejor ha integrado lo imperecedero de las influencias cin¨¦filas con sus propias im¨¢genes: "Cuando reproduce en sus im¨¢genes fragmentos de pel¨ªculas, no se ci?e a una mera fotocopia transitoria y superficial, sino que recoge el gesto significativo, la atm¨®sfera m¨¢s rec¨®ndita. En un tiempo en el que la fama es un momento fugaz te?ido de kitsch, sus fotograf¨ªas son un refugio en el que los que amamos el cine podemos encontrar un consuelo inagotable".