El rayo verde se apaga en Par¨ªs

Eric Rohmer, uno de los cineastas franceses clave del ¨²ltimo medio siglo, muri¨® ayer en Par¨ªs a los 89 a?os. Hab¨ªa sido hospitalizado hac¨ªa una semana. Film¨® m¨¢s de 20 largometrajes que re¨²nen un pu?ado de obras maestras. Adapt¨® para la televisi¨®n el Quijote o los espeluznantes cuentos de Poe, escribi¨® cientos de cr¨ªticas y sendos libros sobre Hitchcock y Chaplin pero, sobre todo, leg¨® a la cultura francesa y europea una manera original y ¨²nica de entender el arte de hacer pel¨ªculas, un arte basado en el di¨¢logo, la minucia, el realismo, la cotidianidad y las marejadas internas de los personajes, la mayor¨ªa j¨®venes enamorados o no tanto.

Naci¨® en Tulle (Corr¨¨ze) como Jean-Marie Sch¨¦rer el 4 de abril de 1920. Antes de dedicarse al cine fue profesor de literatura. En 1946 public¨® una novela, titulada Elisabeth. En los a?os cincuenta, en los cineclubes del Barrio Latino, junto con otros j¨®venes cineastas de la ¨¦poca como Jean-Luc Godard, Fran?ois Truffaut o Claude Chabrol, iba a concebir la Nouvelle Vague, toda una revoluci¨®n dentro del cine. Como cr¨ªtico, particip¨® en publicaciones como La revue du Cin¨¦ma, Les Temps Modernes, La Parisienne, Arts, La Gazette du Cin¨¦ma y la prestigiosa y emblem¨¢tica Cahiers du Cin¨¦ma, de la que fue redactor jefe desde 1957 a 1963.

Debut¨® en 1959 con el largometraje Le signe du lion, al que sigui¨® la serie Seis cuentos morales, compuesta por La panadera de Monceau (1962), La carrera de Suzanne (1963), La coleccionista (1967), Mi noche con Maud (1969) -con la que alcanz¨® el reconocimiento-, La rodilla de Clara (1970) y El amor despu¨¦s del mediod¨ªa (1972). Al¨¦rgico a las grandes superproducciones, afirm¨®: "Si tuviera actores m¨¢s caros, si emplease m¨¢s medios t¨¦cnicos, si tuviese un equipo m¨¢s pesado, mis filmes ser¨ªan peores".

En los a?os ochenta comenz¨® su segundo conjunto tem¨¢tico, de otros seis largometrajes: Comedias y proverbios: La mujer del aviador (1980), La buena boda (1981), Paulina en la playa (1982), Las noches de luna llena (1984), El rayo verde -Le¨®n de Oro en Venecia en 1986- y El amigo de mi amiga (1987).

Durante muchos a?os se le acus¨® de haberse especializado en filmar pel¨ªculas sobre j¨®venes. A ¨¦l no le gustaba esa etiqueta: "No es exacto. En mis pel¨ªculas, es verdad, no hay ni?os, muy pocos adolescentes, una mayor¨ªa de j¨®venes y mucha gente de mediana edad. Hablo de personas que tienen futuro. Los j¨®venes carecen de pasado".

La ¨²ltima de sus series se titul¨® Cuentos de las cuatro estaciones, formada por Cuento de primavera (1989), Cuento de invierno (1992), Cuento de verano (1996) y Cuento de oto?o (1998).

En 1994 apareci¨® Les rendez-vous de Paris, pel¨ªcula fiel al m¨¢s puro estilo de la Nouvelle Vague, filmada en las calles de la capital francesa con c¨¢mara de 16 mil¨ªmetros al hombro y para la cual Rohmer tuvo s¨®lo un peque?o equipo de tres personas -ayudante de producci¨®n, operadora y t¨¦cnico de sonido-, con el resultado de tres cortometrajes independientes pero unidos por el tema de la relaci¨®n de pareja. Su ¨²ltimo filme, Los amores de Astr¨¦e y C¨¦ladon fue seleccionado para la competici¨®n de la Mostra de Venecia de 2007.

?l se reconoc¨ªa el m¨¢s aut¨¦ntico deudor de la Nouvelle Vague, y se vanagloriaba de no haberla traicionado nunca. "He respetado esa idea de que se pod¨ªa hacer cine sobre la cotidianidad, que no eran necesarias las grandes construcciones dram¨¢ticas para tratar la realidad. En Cuento de oto?o, por ejemplo, abordo una serie de temas a partir de una an¨¦cdota m¨ªnima propiciada por un anuncio en un peri¨®dico, un encuentro casi fortuito".

Adem¨¢s, siempre aquilat¨® los di¨¢logos banales y no banales de sus personajes normales, "como lo hubiera hecho un novelista del siglo XVIII", seg¨²n dijo ayer el presidente de la Cinemateca Francesa, Serge Toubiana.

Todo, al servicio de contar el laberinto interior de unos personales de aqu¨ª al lado "y sus complicaciones con el amor", de una manera que ¨¦l mismo resumi¨® as¨ª: "Yo no digo; yo muestro".