Brutal e insuficiente
La devaluaci¨®n del bol¨ªvar revela la incompetencia de la pol¨ªtica econ¨®mica chavista
Con la devaluaci¨®n del bol¨ªvar decretada el viernes, Hugo Ch¨¢vez ha logrado un r¨¦cord mundial. Venezuela es ya el ¨²nico pa¨ªs del mundo en el que operar¨¢n tres tipos de cambio: el que se aplica a alimentos y otros productos de primera necesidad (2,6 bol¨ªvares por d¨®lar); el general (4,3) y el del mercado negro (6,20).
La devaluaci¨®n era inevitable, por la continua erosi¨®n de la posici¨®n internacional de la econom¨ªa venezolana. Y es aparentemente brutal, por cuanto supone una p¨¦rdida de valor de su moneda del 50%. Su magnitud tiene que ver con la tozudez de mantener durante a?os un tipo de cambio artificial de 2,15 bol¨ªvares por d¨®lar, para evitar el coste del ajuste. Aunque, iron¨ªa de la realidad, la divisa ha perdido durante el mandato chavista, desde 1999, el 87% de su valor.
Pero al mismo tiempo es insuficiente porque el bol¨ªvar se seguir¨¢ negociando en el mercado negro, con las mismas ineficiencias y corrupciones en los mercados de cambio y en general en las compraventas de productos importados. Es tambi¨¦n insuficiente (y, por tanto, ef¨ªmera) porque no va acompa?ada de otras medidas, presupuestarias, fiscales y salariales, que son las que afianzan en el largo plazo los beneficios de una devaluaci¨®n. La medida no se justifica como compensaci¨®n de los menores ingresos derivados del descenso del precio mundial del petr¨®leo, de 126 d¨®lares en su pico m¨¢ximo de julio de 2008 al entorno actual de los ochenta, pues el caudillo populista se encontr¨® al inicio de sus mandatos con un precio del crudo entre 10 y 11 d¨®lares el barril.
La incompetencia de su pol¨ªtica econ¨®mica se resume as¨ª en dos datos: el producto estrella de su exportaci¨®n se ha multiplicado por ocho, y el valor de su moneda se ha dividido por nueve.
A corto plazo, la devaluaci¨®n duplicar¨¢ los ingresos p¨²blicos derivados de la exportaci¨®n petrolera, lo que servir¨¢ para financiar los gastos sociales del presidente en un a?o electoral. Pero tambi¨¦n alimentar¨¢ la ya ins¨®lita inflaci¨®n del 25% en perjuicio del consumo popular.
Combinada con la obligaci¨®n legal de solicitar permiso para repatriar dividendos, perjudica desde ya a grandes empresas internacionales instaladas en el pa¨ªs, especialmente las espa?olas. La inepcia pol¨ªtica y la inseguridad jur¨ªdica se dan as¨ª la mano en desfavor de casi todos, incluidos los ciudadanos, que ver¨¢n reducido el valor de los salarios a la mitad.
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