Pecados en la verde Irlanda
En Irlanda del Norte, ser cat¨®lico o ser protestante no se considera una mera opci¨®n privada. De ah¨ª que el nuevo icono del mal y la hipocres¨ªa puritana, Iris Robinson, diputada de Irlanda del Norte y esposa del ministro principal, sentenciara un d¨ªa sin provocar mayor esc¨¢ndalo que es responsabilidad del Gobierno "aplicar las leyes de Dios", que no permiten, entre otras cosas, ni la homosexualidad ni el adulterio.
Quiz¨¢ la esposa de Peter Robinson no contaba cuando lo dijo con otras leyes dif¨ªciles de sortear. El caso es que esta madre de tres hijos no pudo resistir la tentaci¨®n, a sus 59 a?os, de meterse en la cama con Kirk McCambley, un joven de 19 primaveras que fue capaz de demostrarle de manera emp¨ªrica la debilidad de la carne y la facilidad con la que ¨¦sta logra favores de otra especie, en este caso en forma de cheques por valor de 55.000 euros y de licencia municipal para abrir un caf¨¦ en Belfast, lo que no le resultaba complejo a su amante siendo como era entonces (en 2008) concejal del Ayuntamiento.
Los colectivos homosexuales le declararon la guerra cuando la misma semana en la que un gay era apaleado, ella declar¨® que la homosexualidad es una abominaci¨®n. Eso le vali¨® el apelativo de "malvada bruja del norte" y ella se defendi¨®, magn¨¢nima, asegurando que hay que amar al pecador, pero no al pecado. En diciembre pasado, cuando su marido ya estaba al tanto de su infidelidad y de los favores recibidos por el muchacho, asegur¨® sufrir una profunda depresi¨®n debida al estr¨¦s. Parece que no le es tan f¨¢cil amar a la pecadora que lleva dentro. Su carrera pol¨ªtica se da por terminada por las mismas razones de ¨ªndole financiera por las que el reverendo Ian Paisley, fundador del partido unionista en el que milita, abandon¨® la pol¨ªtica. La Iglesia Libre Presbiteriana le ha pedido que adem¨¢s solvente sus "problemas familiares".
Peter Robinson ha abandonado el cargo temporalmente, presionado por su partido, que le acusa de ocultar el tejemaneje financiero de su esposa. A lo mejor la dura penitencia de expulsi¨®n de la familia del para¨ªso pol¨ªtico es capaz de mitigar el dolor de contrici¨®n de esta devota mujer.
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