Sostenerla y no enmendarla
La fiscal¨ªa mantiene la acusaci¨®n contra dos periodistas de la cadena SER
La Fiscal¨ªa de Madrid ha recurrido la sentencia dictada contra Daniel Anido y Rodolfo Irago por el juzgado n? 16 de lo Penal, aunque manteniendo la petici¨®n condenatoria de sus propias conclusiones en la vista oral. Sobraban los motivos para que el ministerio p¨²blico solicitara la absoluci¨®n de los dos periodistas. La fundamentaci¨®n del fallo construido sobre arenas movedizas, la distinci¨®n entre medios de informaci¨®n social (radio, prensa y televisi¨®n) y universal (Internet) y el amparo penal de la afiliaci¨®n partidista como un secreto exigido por la libertad ideol¨®gica y el derecho a la intimidad forman un potaje de nueva cocina jurisprudencial demasiado indigerible.
Sin embargo, el ministerio p¨²blico, una instituci¨®n jerarquizada dirigida con mano firme por un fiscal general de nombramiento gubernamental, ha resuelto -sostenerla y no enmendarla- ratificar su anterior posici¨®n, que s¨®lo discrepa suavemente de la sentencia en el subtipo delictivo de revelaci¨®n de secretos y el grado de pena aplicables a los condenados. La sustituci¨®n de Jes¨²s Cardenal -fiscal general del Estado bajo el mandato del PP- por C¨¢ndido Conde-Pumpido no ha implicado modificaciones de la premisa clave: el arrogante desprecio hacia la consolidada jurisprudencia constitucional que reconoce la prevalencia del derecho de los ciudadanos a una informaci¨®n veraz sobre asuntos de inter¨¦s p¨²blico.
Parad¨®jicamente, la sentencia reconoce, en cambio, la veracidad de la informaci¨®n difundida en junio de 2003, primero a trav¨¦s de los micr¨®fonos de la SER y despu¨¦s por la web de la cadena SER, sobre 78 afiliaciones irregulares (no ajustadas a los procedimientos estatutarios) en la agrupaci¨®n del PP de Villaviciosa de Od¨®n relacionadas con un pucherazo producido por las luchas faccionales internas y conectadas con un esc¨¢ndalo urban¨ªstico. Los ciudadanos ten¨ªan derecho a estar informados sobre este asunto, que "interesaba o podr¨ªa interesar a la opini¨®n p¨²blica". Y ambos periodistas "pod¨ªan honestamente pensar" que cumpl¨ªan con su obligaci¨®n deontol¨®gica de transmitir informaci¨®n sobre el funcionamiento interno de los partidos.
?Por qu¨¦, entonces, el juez Rodr¨ªguez y la fiscal¨ªa jer¨¢rquicamente dependiente de C¨¢ndido Conde-Pumpido no han aplicado a este caso la obvia eximente de responsabilidad criminal a quienes obran en el leg¨ªtimo ejercicio de un oficio? Por a?adidura, una sentencia de la Audiencia Provincial rechaz¨® hace a?o y medio la demanda de protecci¨®n del honor presentada por Francisco V¨¢zquez (un constructor de Villaviciosa implicado junto a su sobrino Francisco Bravo en el tamayazo que abri¨® a Esperanza Aguirre en 2003 las puertas de la presidencia de Madrid) a cuenta de la misma noticia sobre los afiliados irregulares del PP, domiciliados mayoritariamente en la direcci¨®n de una empresa del demandante y situados en su c¨ªrculo de familiares y amigos.
Pero la Fiscal¨ªa de Madrid sigue el luminoso sendero de tergiversaciones interpretativas y argumentos torticeros abierto por la sentencia. Tanto el juez Rodr¨ªguez como el ministerio p¨²blico afirman la existencia de supuestas m¨¢culas ocultas en la conducta de los periodistas (la cesi¨®n a Cadenaser.com de la lista luego reproducida en Internet), que degradan la eximente completa a mera circunstancia atenuante, y el car¨¢cter delictivo de la revelaci¨®n del secreto de las afiliaciones irregulares al PP de Villaviciosa de Od¨®n (no por irregulares, sino por afiliaciones para mayor cachondeo). De creerles, la militancia partidista ser¨ªa "un dato de absoluta privacidad" y un elemento b¨¢sico "del n¨²cleo duro de los derechos de la intimidad".
Ning¨²n periodista podr¨¢ dormir cuando recuerde la cantidad de veces que ha bordeado los abismos del delito por dar el nombre de los parlamentarios y concejales populares o de sus delegados a los congresos y convenciones nacionales, regionales y municipales, publicar los organigramas de sus cargos internos y las listas de sus candidatos externos a mil y una elecciones e ilustrar fotogr¨¢ficamente los reportajes sobre m¨ªtines y manifestaciones. Tal vez C¨¢ndido Conde-Pumpido tranquilice los nervios de la prensa si explica el alcance de la protecci¨®n penal dada a ese sagrario de intimidad y privacidad que alberga -por ejemplo- el secreto de la afiliaci¨®n al PSOE del presidente Rodr¨ªguez Zapatero.
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