Viene la fractura

En una carta en El Progreso de Lugo su autor, Jorge M. De la Calle, dec¨ªa, dirigi¨¦ndose a Feij¨®o: "Mi lengua materna, familiar y en la que me expreso normalmente es el castellano, pero considero el gallego como propio, por lo que hago lo posible por comunicarme en las dos. Hablo y escribo sin problema en cualquiera de las dos lenguas cooficiales de este pa¨ªs, gallego y castellano, castellano y gallego, y adem¨¢s franc¨¦s, ingl¨¦s,y algo de portugu¨¦s. Nunca sent¨ª la cuesti¨®n de la lengua como un problema, nunca tuve la sensaci¨®n de que se me hiciese m¨¢s complicado el aprendizaje de una materia por darla en gallego, y nunca sent¨ª que el gallego le restase tiempo a lenguas como el ingl¨¦s o el franc¨¦s. Veo, por el contrario, que durante mucho tiempo se vulneraron los derechos de una porci¨®n inmensa de la poblaci¨®n que no pod¨ªan aprender desde peque?os en su lengua materna, ni siquiera hablarlo en ninguno de los ¨¢mbitos m¨¢s fundamentales de la vida cotidiana. Creo que el actual es un debate interesado".

Lo del ingl¨¦s, el cebo para reducir la presencia del gallego en las aulas, es una co?a marinera

Es un texto que tiene la virtud del sentido com¨²n, y que expresa, me atrevo a sugerir, la opini¨®n del cuerpo central del pa¨ªs. De las dos cosas se ha despedido, sin embargo, Feij¨®o desde el primer d¨ªa. Lo ha hecho por su propio pie, y con gran contento y alegr¨ªa, llevado por la convicci¨®n de que los argumentos de la derecha madrile?a -y del pijer¨ªo estival de Sanxenxo que gusta frecuentar- pod¨ªan convencer al n¨²cleo duro de las clases medias urbanas. No ha sido as¨ª. La cuesti¨®n del idioma, si se quiere que divida, dividir¨¢, y el presidente, de un modo ins¨®lito, est¨¢ haciendo todo lo posible para extender el l¨ªo y crear una fractura de la que nunca hab¨ªamos tenido noticia. Lo hace, es claro, porque mira m¨¢s all¨¢: a cuando Rajoy ceda el testigo. Puede que algunos sectores del PP local le empujen en esa direcci¨®n, pero el viento que sopla en sus velas es el ansia de no defraudar a sus electores futuros de Burgos o Toledo. Tal vez lo lamentar¨¢ si Gloria Lago decide presentarse como candidata a la Xunta por UPyD.

Por supuesto, hay en su actitud ciertos impl¨ªcitos err¨®neos. Uno de ellos, tal vez el principal, estriba en presumir que los castellanohablantes -en especial los de ciudades como A Coru?a o Vigo- simpatizan en su mayor¨ªa con su pol¨ªtica de liquidaci¨®n del gallego. Pero no es lo mismo hablar en castellano que ser enemigo del gallego, como tampoco lo es hablar en gallego y ser contrario al castellano. Tampoco es cierto que la franja de padres que se ha movilizado contra el gallego exprese el punto de vista m¨¢s extendido. Los padres que desean que sus hijos sean eximidos de la necesidad de aprenderlo y, al tiempo, practicar cierta forma de segregaci¨®n social, se concentran en los colegios privados y en los concertados de zonas con rentas m¨¢s altas como muy bien sabe la conseller¨ªa.

De hecho, a ese p¨²blico se dirigen las Bases para un nuevo decreto publicadas por la Conseller¨ªa de Educaci¨®n. Al final de lo que se trata es de abrir la puerta a esa posibilidad -una suerte de limpieza de sangre idiom¨¢tica- en tales contextos sociales. Recomiendo leer con atenci¨®n el texto para percatarse de ello. Para ese objetivo, y no para otros, se afirman principios estupendos, como el de la libertad de elecci¨®n, que van a causar estropicios sin cuento. No s¨®lo interminables discusiones de padres que, l¨®gicamente, van a expresar preferencias distintas y que, en una u otra proporci¨®n, van a sentirse perdedores en una pugna provocada por la Administraci¨®n. Si en los centros privados los privilegios del castellano pueden ser masivos o al menos manejables -dada la capacidad de imposici¨®n a los profesores y de negociaci¨®n con los padres de la direcci¨®n del centro- en los de titularidad p¨²blica la colusi¨®n entre derechos de padres, profesores y alumnos puede llevar a las asesor¨ªas jur¨ªdicas al colapso, adem¨¢s de ser fuente de innumerables conflictos.

Lo del ingl¨¦s, el cebo para reducir la presencia del gallego, es una co?a marinera. No es que no suceda en ning¨²n sistema escolar conocido. No es que no est¨¦ disponible un 33 % de profesores cualificados para impartir sus asignaturas en ese idioma. Es que, de haberlos, tendr¨ªa que suceder que el 100% de los alumnos estuviesen capacitados para entenderlos. Lo cual no es el caso ni lo ser¨¢ en muchos a?os. Por supuesto, las habilidades en ese idioma decidir¨¢n la suerte del alumno penalizando a los de familias m¨¢s modestas que no pueden pagar cursos en el extranjero. Si como planteamiento a a?os vista pudiera ser plausible, como objetivo inmediato expresa una mentalidad sovi¨¦tica, de gentes que creen que se cambia la realidad por decreto.

En definitiva, las Bases van a incrementar la necesidad de la Administraci¨®n educativa de imponerse coercitivamente, van a aumentar la fisura entre la red p¨²blica y la de centros privados y concertados y van a aumentar el caos en la gesti¨®n de la educaci¨®n.