Antonio Font¨¢n sab¨ªa lat¨ªn
Muere en Madrid, el 14 de enero, festividad de san Malaqu¨ªas, Antonio Font¨¢n, primer presidente del Senado en democracia, extraordinario periodista, excelso latinista -fue catedr¨¢tico de lat¨ªn de tres universidades-, miembro numerario del Opus Dei y autor, entre otros, de dos libros prodigiosos: Letras y poder en Roma, publicado por EUNSA, y Pr¨ªncipes y humanistas, publicado por Marcial Pons.
Cuando decimos de Antonio Font¨¢n que fue un extraordinario periodista estamos hablando nada menos -y ateni¨¦ndonos al orden cronol¨®gico- de que fund¨® la primera Escuela de Periodismo de Espa?a en la Universidad de Navarra. Y no es ninguna casualidad que la primera escuela de periodismo de Espa?a, como tambi¨¦n las primeras universidades que han impartido en nuestro pa¨ªs los estudios de ciencias econ¨®micas, sean instituciones vinculadas gen¨¦ticamente a la Iglesia cat¨®lica. A este inmenso m¨¦rito navarro de Antonio Font¨¢n hay que a?adir que fue, adem¨¢s, fundador y director del diario Madrid, cuya l¨ªnea editorial de apertura ideol¨®gica sulfur¨® tanto a la dictadura franquista que termin¨® cerrando el peri¨®dico y luego volando su sede. Pero aquel Gobierno dictatorial, criado a los pechos del catolicismo m¨¢s integrista que niega la animalidad del hombre, ignoraba que el hombre es nieto del chimpanc¨¦ y, por tanto, un ser mim¨¦tico. A los dos a?os de la voladura del diario Madrid, los chimpanc¨¦s de ETA pon¨ªan en ¨®rbita el coche del vicepresidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco, que, como la calandria de la canci¨®n, tambi¨¦n vol¨®, vol¨® y vol¨®.
Deseo despedirlo con humor como corresponde a un hombre tan profundamente liberal
Tras el cierre del diario Madrid, Antonio Font¨¢n, que era un hombre profundamente religioso, se encomend¨® a Dios y se despidi¨® de los lectores con palabras franciscanas. Ya se sabe que la mejor diplomacia del mundo es la vaticana y Antonio Font¨¢n conoc¨ªa el Vaticano tan a fondo como las mejores cuadras de las fincas m¨¢s refinadas de su natal Sevilla. Gran deportista y gran jinete, Antonio Font¨¢n montaba a caballo hasta que, un d¨ªa, un mal bicho de entra?a atea quiso rememorar la c¨¦lebre ca¨ªda del jaco del ap¨®stol Pablo de Tarso y sac¨® de la silla al bueno de don Antonio. Le cost¨® reponerse de aquella ca¨ªda pero un campe¨®n, al final, siempre termina reponi¨¦ndose. Por la capilla ardiente, instalada en el Colegio Mayor Castilla, han pasado los Reyes y una parte de la clase pol¨ªtica, que, en este caso, es la clase pol¨ªtica que vota al PP, porque ya se sabe que cuando va el PSOE, no va el PP, y cuando va el PP, no va el PSOE.
Vistos a vuelo de p¨¢jaro los m¨¦ritos de Antonio Font¨¢n, parece que la noticia de su fallecimiento deber¨ªan darla los peri¨®dicos en su portada. ?No fue Font¨¢n el primer presidente del Senado en democracia? ?No dirigi¨® el m¨ªtico diario Madrid? ?No nos ha dejado unos libros maravillosos escritos con una prosa tan profunda como clara y ¨¢gil? En la ma?ana del viernes, festividad de san Mauro -y, siendo Font¨¢n un hombre tan piadoso como Eneas, el h¨¦roe virgiliano, hay que apelar en su homenaje a los santos-, voy al quiosco y leo las portadas de los diarios de Madrid y Barcelona. Nadie ignora que la gloria en vida -y, a¨²n m¨¢s, la gloria p¨®stuma- es muy dif¨ªcil de lograr. Me resigno pues a no encontrar la noticia del fallecimiento de Font¨¢n en la portada de ning¨²n diario de informaci¨®n general. Pero, como soy incombustible al desaliento, pienso en que los periodistas deportivos est¨¢n muy vinculados a Cicer¨®n, Tito Livio y Agust¨ªn de Hipona -los autores favoritos de Font¨¢n-, pues siempre que se enfrentan el Madrid y el Bar?a suelen decir que llega el cl¨¢sico. Leo las portadas de As, Marca y Mundo Deportivo con la confianza de que encontrar¨¦ all¨ª la noticia del fallecimiento de Font¨¢n junto a la noticia de la heroica victoria del Atl¨¦tico de Madrid frente al Recreativo de Huelva. No me lo puedo creer. Los diarios deportivos ni dan la noticia en portada y me temo que tampoco en las p¨¢ginas interiores que, por la decepci¨®n que me llevo, ni siquiera consulto. Los diarios de informaci¨®n general, al menos, dan la noticia del fallecimiento en p¨¢ginas interiores.
A Antonio Font¨¢n, a quien tuve la suerte de tener como profesor de lat¨ªn en el Estudio General de Navarra, el embri¨®n -y dicho sea con perd¨®n- de la Universidad de Navarra, el basti¨®n del antiabortismo mundial, deseo despedirlo con humor como corresponde a un hombre tan profundamente liberal. Es seguro que Antonio Font¨¢n ha ido donde ¨¦l quer¨ªa ir, al cielo. Pero por si el diablo se lo ha llevado al infierno por haber dirigido el diario Madrid, vaya aqu¨ª este art¨ªculo del excelente Diccionario de la confusi¨®n, de ?ngel Mar¨ªa, que le puede venir bien para ganarse a Satan¨¢s. El texto de ?ngel Mar¨ªa (ammaria@eresmas.com) -y aqu¨ª Mar¨ªa, aunque suene a chiste, es apellido- dice as¨ª: "Magdalena: f. Desayuno preferido de Jes¨²s".
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