El fuego de dos bomberos
La imprudencia de dos aspirantes provoc¨® el incendio que mat¨® a cinco profesionales el pasado verano en Tarragona. Los acusados pactaron silencio, pero uno se desmoron¨® y confes¨®
Esta es la historia de dos aprendices de bomberos que a causa de una imprudencia est¨²pida provocaron la muerte de cinco profesionales de ¨¦lite el pasado verano en el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona).
Lorenzo Forner y Juan Antonio Paz se conocieron en marzo de 2009 en La R¨¤pita al iniciarse la campa?a forestal en aquella provincia catalana. El primero hab¨ªa trabajado como oteador de incendios y cobraba seis euros la hora, y el segundo se sacaba cada verano entre 800 y 1.000 euros mensuales como ayudante de los bomberos. Se hicieron amigos y quedaban de vez en cuando para salir de copas y de excursi¨®n.
Les un¨ªa la edad (Forner, 27, y Paz, 26), el paro, el hecho de vivir solos y sin compromiso y su simpat¨ªa por el cuerpo de bomberos: Forner super¨® este oto?o la segunda fase de selecci¨®n de la Brigada de Emergencias Rurales de la Comunidad Valenciana y Paz preparaba las oposiciones para acceder al cuerpo catal¨¢n.
"Si tuviera un par, me habr¨ªa pegado un tiro", declar¨® un acusado, quien ten¨ªa una pistola "para espantar p¨¢jaros"
La tarde del pasado 20 de julio realizaron unas de esas excursiones por el bosque y decidieron pernoctar en el parque natural de Els Ports, una zona de gran valor paisaj¨ªstico de 35.050 hect¨¢reas en la frontera de Tarragona con Teruel. Sab¨ªan que no pod¨ªan acampar ni prender fuego y llevaban dos bombonas de c¨¢mping gas, pero decidieron hacer una fogata para calentar una lata de conservas. ?se fue el origen de la tragedia. "Fue como la mano del diablo", dijo Forner a la juez para referirse a la r¨¢pida propagaci¨®n de las llamas.
"Estaba cagado de miedo", a?adi¨®. Pero con el bosque ardiendo a sus espaldas se hicieron hasta 15 fotograf¨ªas con la c¨¢mara de Paz. Luego llamaron al servicio de emergencias de la Generalitat desde el tel¨¦fono de ¨¦ste para alertar del fuego y pactaron guardar silencio. Los Mossos d'Esquadra estaban tras ellos, por aquella llamada y porque unos vecinos les vieron por la zona. Pero no hab¨ªa ninguna prueba que permitiera arrestarlos.
Pasaron los meses, la juez prorrog¨® el secreto de sumario y autoriz¨® el pinchazo de los tel¨¦fonos de los dos sospechosos. As¨ª se supo que Forner empez¨® a flaquear. El 11 de diciembre declar¨® por segunda vez ante los Mossos y esa misma tarde llam¨® a Paz para quedar. No pudieron porque su amigo estaba en Sevilla. Cuatro d¨ªas despu¨¦s acordaron una cita. Paz explic¨® a la juez que convinieron ir a ver a un abogado y que ten¨ªan cita para el 28 de diciembre, pero tampoco acudieron.
Hasta que pas¨® la Navidad y Forner se desmoron¨® por completo. El pasado d¨ªa 7 telefone¨® a un amigo y lo confes¨® todo. Casualmente, un agente de la polic¨ªa auton¨®mica adscrito a la unidad que investigaba ese incendio. "Ya no puedo aguantar m¨¢s d¨ªas sin dormir, no puedo llevar una vida normal. Lo hicimos nosotros, pero no quer¨ªamos provocar el fuego", le dijo fuera de la comisar¨ªa. Y le dio hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, como que Paz guardaba en su ordenador las fotos del fuego.
Horas despu¨¦s, ya en sede policial, ratific¨® su relato y qued¨® detenido. Para entonces, Paz hab¨ªa corrido la misma suerte, pero se neg¨® a declarar ante la polic¨ªa, seguramente porque est¨¢ m¨¢s bregado en estos bretes. No en vano acumula dos condenas que no son computables en esta causa: una de seis meses de c¨¢rcel por violencia habitual contra su ex mujer y otra de tres a?os por tenencia y porte de armas. "Hab¨ªamos pactado no decir nada, pero yo no estaba tranquilo y sab¨ªa que tarde o temprano nos iban a pillar", dijo a la juez. Desde el d¨ªa 8 duermen en prisi¨®n, y el fiscal jefe de Tarragona, Xavier Jou, ya ha dicho que batallar¨¢ para que se les impute por cinco delitos de homicidio imprudente, adem¨¢s de por incendio forestal.
"En las ¨²ltimas semanas parec¨ªa totalmente ido. Ellos tambi¨¦n quer¨ªan ser bomberos, y eso ha debido de afectarles bastante", conjetura Xavi, un compa?ero de colegio de Paz. El ahora acusado creci¨® y pas¨® las tardes de domingo entre relatos de fuegos extinguidos. Varios familiares pertenecen al cuerpo de bomberos de Amposta, en el que su t¨ªo est¨¢ considerado un profesional ejemplar que hace dos a?os le vali¨® la medalla de honor de bronce de la Generalitat por los 20 a?os de servicio.
"Nadie sab¨ªa nada, esto es un mazazo para todos", comenta un bombero de Amposta. El destino hizo que el t¨ªo participara en la extinci¨®n del fuego que presuntamente provoc¨® su sobrino y que arras¨® 1.022 hect¨¢reas. All¨ª vio morir a cinco compa?eros en la peor tragedia del cuerpo de bomberos catal¨¢n.
Paz es popular en Amposta porque durante a?os fue conductor del autob¨²s que cubre la ¨²nica l¨ªnea de esta ciudad tarraconense de 22.000 habitantes. "Lo bueno de quedarme sin trabajo es que tengo tiempo para preparar las pruebas de bombero", sol¨ªa comentar. "?ltimamente se le ve¨ªa muy desilusionado. Ahora lo entiendo todo", detalla un familiar. El acusado perdi¨® a su madre cuando era ni?o. Su padre, tambi¨¦n conductor de autob¨²s, se alegraba de que no siguiera sus pasos. "Lo que no podemos entender es por qu¨¦ encendieron ese fuego", explica el mismo pariente. Es la pregunta que se les plante¨® en comisar¨ªa y en el juzgado, y que tampoco respondieron.
A Forner no se le recuerda como un tipo f¨¢cil de arredrar en C¨¤lig, un pueblo castellonense de 2.200 habitantes donde se le conoce por cruzar las calles como una bala encima de una motocicleta. Los vecinos le describen como un hombre de prontos imprevisibles. "Es buena persona, pero demasiado echao pa'lante", resumen los clientes del local que Forner frecuentaba cada noche. All¨ª recuerdan que le gusta el bosque casi tanto como salir de fiesta. En verano se vuelca en la espeleolog¨ªa, en invierno suele ir a esquiar a Benasque (Huesca), y las noches de cualquier estaci¨®n las reserva para tomar copas. Su vertiente m¨¢s distante la reserva para la familia. "Es muy reservado, hace su vida, y nosotros, la nuestra", susurra la hermana. Los padres -una empleada de la limpieza y un agricultor- apenas se hablaban con ¨¦l. En 2002 curs¨® estudios de ingenier¨ªa el¨¦ctrica y hace dos a?os mont¨® una empresa, dedicada a la instalaci¨®n de placas solares y arreglos de construcci¨®n y fontaner¨ªa. Pero el negocio no funcion¨®.
Tras el segundo interrogatorio, Paz le pidi¨® a Forner que le consiguiera una pistola. "Si alguien viene a por m¨ª por lo del incendio, ir¨¦ a por ellos", le dijo, seg¨²n confes¨® ¨¦ste en el juzgado. El d¨ªa de Reyes, Paz logr¨® su prop¨®sito y se hizo con el arma que le dej¨® otro amigo. "Para espantar p¨¢jaros", dijo a la juez, antes de proclamar que se quer¨ªa suicidar. "Si tuviera un par, me habr¨ªa pegado un tiro", consta que dijo en aquella declaraci¨®n.
![Funerales en Segri¨¤ (Lleida) por uno de los cinco bomberos muertos en el incendio forestal de Horta de Sant Joan (Tarragona) en julio de 2009.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7OSJZJNTCZQE53NHXMP7D2EB34.jpg?auth=f6c46a09d5eab91cf43db41e2114daed714b70392de7cba56366a6231383fe69&width=414)
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