La Oreja se funde con Sarriegi
El grupo musical canta la 'Marcha de San Sebasti¨¢n' como regalo a su Tambor de Oro - La polic¨ªa logra reducir la presencia de carteles proetarras en la izada
La voz melodiosa de Leire Mart¨ªnez y los acordes de Pablo Benegas, vocalista y guitarrista de La Oreja de Van Gogh, dieron el tono perfecto a la festividad de san Sebasti¨¢n. Era la sorpresa que ten¨ªan preparada: su uni¨®n musical con Sarriegi. Cantaron una preciosa versi¨®n de la Marcha en agradecimiento al Tambor de Oro que recibieron al mediod¨ªa en el sal¨®n de plenos del consistorio donostiarra. "Es el premio m¨¢s bonito del mundo", aseguraron los integrantes del quinteto.
Pablo Benegas, Haritz Garde, ?lvaro Fuentes, Xabi San Mart¨ªn y Leire Mart¨ªnez recogieron la mayor distinci¨®n que concede el Ayuntamiento. El acto, seguido por numerosas autoridades y galardonados en a?os anteriores, fue uno de los momentos m¨¢s intensos de una fiesta que se agota en 24 horas.
Para entonces ya hab¨ªa transcurrido m¨¢s de media jornada festiva. Se inici¨® a las 00.00 bajo una lluvia pertinaz que no consigui¨® arredrar a los donostiarras congregados en la plaza de la Constituci¨®n. La multitud prorrumpi¨® de j¨²bilo al izarse la bandera blanquiazul, al mismo tiempo que, en el escenario, se estaba produciendo un momento entra?able. Entre l¨¢grimas y muestras de gratitud, Juan Mari Abad, tambor mayor de la sociedad Gaztelubide durante los ¨²ltimos 15 a?os, se desped¨ªa tras dirigir la Marcha de San Sebasti¨¢n y, acto seguido, daba el relevo a su compa?ero Jos¨¦ Ram¨®n Mendizabal Mendi.
El epicentro de la fiesta en ese momento presentaba una imagen diferente de a?os precedentes. La Ertzaintza y la Guardia Municipal consiguieron impedir que se desplegaran pancartas a favor de ETA y de apolog¨ªa del terrorismo, aunque un reducido grupo personas logr¨® exhibir junto al escenario carteles con fotos de presos etarras. Por estos hechos, la polic¨ªa vasca identific¨® a al menos siete personas. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, asegur¨® que la de ayer fue la tamborrada "m¨¢s limpia de s¨ªmbolos radicales y carteles que vulneran la ley", aunque reconoci¨® que los violentos "siempre buscan subterfugios para estar presentes". El parlamentario del PP Borja S¨¦mper aplaudi¨® la labor de la Ertzaintza, pero acus¨® al alcalde donostiarra, el socialista Od¨®n Elorza, de "mirar a otro lado" en lugar de desbaratar la acci¨®n de los proetarras.
Al margen de estos episodios, los sones de Sarriegui siguieron sonando durante todo el d¨ªa por todos los rincones de la ciudad. De ello se encargaron los 12.661 tamborreros adultos de 107 agrupaciones y los 6.882 ni?os y ni?as repartidos en las 52 compa?¨ªas que desfilaron al mediod¨ªa por el centro.
El redoble de tambores tuvo su eco en much¨ªsimos lugares del mundo, all¨ª donde grupos de vascos aprovechan el d¨ªa para celebrar la tamborrada. Hasta Google se sum¨® a la fiesta con un gui?o muy donostiarra. Insert¨® la imagen de un tamborrero en su buscador de Internet.
La tamborrada infantil pudo celebrarse con buen tiempo, lo que realz¨® el espect¨¢culo que ofrece todos los a?os el nutrido batall¨®n de escolares henchidos de ilusi¨®n y energ¨ªa. Cuando la tambor mayor de los peques, Leire Borge, de 10 a?os y estudiante de Amara Berri, lanz¨® el tradicional "?gora Donostia!" fue respondido con un estruendoso batir de tambores desde los Jardines de Alderdi Eder.
Antes del marcial discurrir de los menores, el nuevo obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, presidi¨® por primera vez en la bas¨ªlica Santa Mar¨ªa del Coro la misa con motivo de la festividad de san Sebasti¨¢n. Munilla, que unos d¨ªas antes fue protagonista de una pol¨¦mica por unas declaraciones sobre el terremoto de Hait¨ª, quiso reparar su imagen recordando de un modo especial a los damnificados del pa¨ªs caribe?o. El prelado afirm¨® que en la cat¨¢strofe que vive Hait¨ª "se encierra una llamada a despertar de nuestro letargo moral y espiritual, de nuestra tibieza y mediocridad, as¨ª como de una vida insolidaria". Aprovech¨® para pedir a los donostiarras que se sensibilicen con la "dram¨¢tica llamada que recibimos desde Hait¨ª".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.