Artista come artista
Canibalismo art¨ªstico. La bienal de Murcia, Proyecto de Arte Contempor¨¢neo, se realiza en un formato ins¨®lito en el que 12 artistas actuar¨¢n sucesivamente sobre la obra del anterior.
Yo me quiero comer a Kendall... y que me coma Rivane". La hambrienta respuesta de la cubana Tania Bruguera a la proposici¨®n de Cuauht¨¦moc Medina, comisario de la exposici¨®n Domin¨® can¨ªbal, da muestra de su entusiasmo. Ella tendr¨¢ que esperar hasta septiembre para canibalizar y ser canibalizada porque antes ser¨¢n otros creadores los que, uno tras otro, podr¨¢n crear su obra a partir de la del anterior. "Lo pueden hacer en una diversidad de grados de intromisi¨®n y violencia", explica el mexicano Medina. "Puede ser un simple comentario a lo que han hecho los otros antes o destruirlo y trastocarlo, deformarlo, desfigurarlo. Incluso pueden reapropi¨¢rselo para hacerlo encajar en otro vocabulario".
"Domin¨® can¨ªbal' pretende ser una cr¨ªtica, en la pr¨¢ctica, al modelo de las bienales y de los grandes eventos art¨ªsticos"
El Proyecto de Arte Contempor¨¢neo (PAC) Murcia, gran exposici¨®n bienal que en su primera edici¨®n estuvo comisariada por Nicolas Bourriaud, estrena un formato original y prometedor. Consiste en que una docena de artistas realizar¨¢n en una misma sala -Las Ver¨®nicas, en el interior de un convento del siglo XVIII- sus trabajos a lo largo de todo el a?o, con un mes para cada pieza. Los escogidos ser¨¢n algunos de los nombres m¨¢s rebeldes o provocadores de la pl¨¢stica actual: Jimmie Durham (22 de enero); la andaluza Cristina Lucas (26 de marzo); el colectivo neoyorquino Bruce High Quality Foundation (21 de mayo); el surafricano Kendell Geers (9 de julio); Tania Bruguera (24 de septiembre); la brasile?a Rivane Neuenshwander (12 de noviembre) y el belga mexicanizado Francis Alys (17 de diciembre).
"Lo que pretende Domin¨® can¨ªbal es ser una cr¨ªtica, en la pr¨¢ctica, al modelo de las bienales y de los grandes eventos art¨ªsticos. Tratar de poner en cuesti¨®n que, en realidad, estas exhibiciones suelen ser la multiplicaci¨®n o la suma de una serie de intervenciones individuales, con muy escaso di¨¢logo y efecto entre los participantes. Como mucho, se establecen cruces de las diversas trayectorias independientes mientras cada artista va llevando sus obras de un lugar a otro del gran circo global", explica Cuauht¨¦moc Medina, destacado cr¨ªtico y comisario de arte internacional.
El canibalismo en el arte tiene su propia historia. Quiz¨¢ el cap¨ªtulo m¨¢s relevante sea el movimiento en torno al Manifiesto Antrop¨®fago de 1928, realizado por el poeta brasile?o Oswald de Andrade. "S¨®lo me interesa lo que no es m¨ªo", escribi¨®, y con ello describe una cultura omn¨ªvora que consume y transforma todo lo que encuentra a su alrededor. Para Cuauht¨¦moc Medina, "la importancia que tiene cierta tradici¨®n de pr¨¢ctica intersubjetiva proviene del canal surrealista, pero pasa tambi¨¦n por la ambici¨®n de Robert Morris de generar exhibiciones de procesos escult¨®ricos cambiantes o diversas expresiones interdisciplinares en las vanguardias; todo ello me hizo pensar en un modelo que fundamentalmente consiste en que haya una exposici¨®n que sacrifique la simultaneidad de esas intervenciones para hacerlas ocurrir en el tiempo, pero en donde ¨¦stas est¨¦n pensadas unas a otras, porque tiene que ejercerse sobre la obra anterior. En parte estoy apelando a una reflexi¨®n sobre la antropofagia brasile?a, a la noci¨®n de que el motivo cultural y art¨ªstico decisivo consiste en estar interesado por aquello que no es propio, por aquello que es del otro, y el argumento esencialmente es que los artistas que aceptaron participar -con gran entusiasmo, debo decir, a pesar de invitarlos a comerse unos a otros- van a tener que operar con relaci¨®n a decidir c¨®mo intervienen en lo que otro ha hecho antes".
"La raz¨®n por la que se plantea este linaje antropof¨¢gico a la vez que se alude al juego del domin¨® es precisamente por esa suposici¨®n de que cada jugada debe ser una intervenci¨®n en un campo de tensiones y posibilidades dejado por la jugada anterior. Cada artista -salvo el primero- va a tener ¨²nicamente el mes que sigue a la inauguraci¨®n de la pieza anterior para pensar qu¨¦ va a hacer, e iniciar la producci¨®n de su propia intervenci¨®n. Lo que requiere de cada uno es la capacidad de hibridizarse con lo que estaba ah¨ª, pero tambi¨¦n la de tomar decisiones sobre la marcha", explica Medina.
Jimmie Durham (Washington, Arkansas, 1940) ser¨¢ el primer artista sacrificado. Aunque, en realidad, ser¨¢ el ¨²nico que podr¨¢ realizar su obra de forma completamente aut¨®noma, aunque luego la entregue al hambre de los otros artistas, quiz¨¢ hasta desaparecer. Pero la permanencia no es algo que le preocupe demasiado. Descendiente de la tribu ch¨¦roqui, en los a?os setenta fue director del International Indian Treaty Council y un activo defensor de los derechos de los nativos americanos. Durham, que es poeta y ensayista, adem¨¢s de escultor, dej¨® EE UU en 1987 decepcionado por la desidia de los gobernantes y se instal¨® en M¨¦xico. N¨®mada y siempre curioso, a mediados de los a?os noventa se mud¨® a Europa.
Jimmie Durham lleva desde el 22 de diciembre haciendo recorridos por la geograf¨ªa murciana. "Es un paisaje que encuentro hermoso y c¨®micamente hist¨®rico", dice el artista norteamericano. "La extracci¨®n minera ha dejado marcas y tremendas cicatrices en la tierra".
Viajes que le han proporcionado materiales para su instalaci¨®n. "Antes de empezar a plantearme la obra quer¨ªa conocer mejor el ¨¢rea, simplemente caminar y pasear para vivir a mi escala ese entorno. Inevitablemente, he encontrado objetos que me van a servir para la instalaci¨®n como son dos gigantescas ruedas de tractor, una veintena de barriles de petr¨®leo, grandes trozos de hormig¨®n con hierros. Realmente es como si este territorio hubiera sido bombardeado".
A Durham le fascinan las piedras. Para ¨¦l todas las piedras del universo son esculturas modeladas lentamente por el tiempo, los elementos y las circunstancias a lo largo de milenios. Por eso cada una tiene su propia personalidad, y eso es lo que ¨¦l intenta descubrir. Es m¨¢s, Durham usa las piedras para moldear o modificar otros objetos. Entre sus esculturas est¨¢ una avioneta aplastada por una enorme roca o la lapidaci¨®n ritual de un refrigerador al que se le van arrojando piedras.
"Resulta bastante extra?o eso de realizar una pieza que luego vaya a ser modificada por otra persona", afirma Durham. "Pero para m¨ª la verdadera obra es el propio edificio de Las Ver¨®nicas, con su arquitectura barroca, imponente. Estoy viviendo all¨ª y mi instalaci¨®n va a consistir en eso, en lo que quede de mi estancia, de mi alojamiento. No pretendo fabricar un objeto de arte terminado, sino dejar el rastro de mi paso como si fuera mi propio apartamento. Naturalmente, los materiales y cosas que lo conforman son una especie de retrato m¨ªo. No es una pieza abierta, en ese sentido, sino cerrada. Creo que ser¨¢ un desaf¨ªo para la pr¨®xima artista intervenir en mi instalaci¨®n".
Cuauht¨¦moc Medina se muestra impaciente por ver el inicio de este "efecto domin¨®". "Yo supon¨ªa que iba a encontrar alguna inquietud en los artistas al ponerles este reto, pero, quiz¨¢ por las caracter¨ªsticas de los que escog¨ª, entrar en un proceso que los saca del m¨¦todo habitual de trabajo les ha parecido algo atractivo a todos. Lo que m¨¢s bien encontr¨¦ fue un par de casos en los que parec¨ªan muy interesados en comerse a determinado artista o ser devorado por otro. Estaban pensando ya en el men¨²".
Los otros comensales tienen gustos bastante extremos. Cristina Lucas (Ja¨¦n, 1974) realiza v¨ªdeos, fotograf¨ªas y performances, por lo general con comentarios ir¨®nicos sobre algunos graves asuntos en la sociedad actual. Bruce High Quality Foundation es un colectivo de artistas neoyorquinos que realiza actuaciones en el espacio p¨²blico, ofreciendo "soluciones diletantes para problemas profesionales". Kendell Greers (Johanesburgo, 1968) es un provocador extremo que denunci¨® con su obra las injusticias del apartheid. Violencia y sexualidad son dos de las claves de su trabajo art¨ªstico. Las performances de Tania Bruguera (La Habana, 1968) se centran en su entorno m¨¢s ¨ªntimo, pero no por ello deja de realizar impactantes acciones de denuncia, sobre todo en contra del colonialismo. Rivane Neuenschwander (Belo Horizonte, 1967) suele hacer intervenciones espec¨ªficas de un "materialismo ef¨ªmero", como ella misma ha dicho. El tema de la comida ha surgido en varias de sus principales obras. Francis Alys (Amberes, 1959) -al igual que el resto de los artistas seleccionados- es otro creador que privilegia el proceso sobre la obra final. Sus acciones y performances tienen una oscura po¨¦tica, visiblemente te?ida por su larga residencia en M¨¦xico.
Lo que se va a generar con la din¨¢mica de Domin¨® can¨ªbal es una especie de antiobra art¨ªstica, sin autor. En todo caso es un proceso que no va a producir una obra de arte comercializable. "Ser¨¢ imposible de comercializar", concuerda Medina. "Probablemente, lo que quede al final sea s¨®lo una acumulaci¨®n de basura. Pero yo creo que una de las cosas interesantes que plantea esta iniciativa es qu¨¦ grado de funci¨®n autoral va a tener cada fase. Hay varias maneras de pensar en lo que va a ocurrir. No creo que vaya a desaparecer la marca de la autor¨ªa, aunque me interesa m¨¢s que, aunque sea de una forma agresiva -si hay un proceso de destrucci¨®n, deformaci¨®n y apropiaci¨®n-, vaya a ocurrir alguna clase de lectura entre esas intervenciones art¨ªsticas. Las decisiones se tienen que tomar dentro de un terreno donde hay otra inscripci¨®n de intencionalidad y en relaci¨®n, sobre todo, con la reflexi¨®n que un artista pueda hacer sobre la obra del otro".
Cada artista es un mundo, una mol¨¦cula. Y aunque suelen mirar y hasta estar pendientes de lo que hacen otros a su alrededor, cada uno realiza su trabajo de forma aislada y sin que las piezas establezcan di¨¢logos entre s¨ª. "En realidad, el cuestionamiento del asunto de la autor¨ªa s¨ª est¨¢ en marcha. Y hay varios de los casos que veremos, como el colectivo Bruce High Quality Foundation o Francis Alys o la manera en que un artista como Kendell Greers establece su proceso art¨ªstico, donde efectivamente la cuesti¨®n autoral no es lo m¨¢s subrayado. A m¨ª me parece que va a prevalecer el inter¨¦s por una propuesta que rompe la estructura de la exposici¨®n en su distribuci¨®n individual y de festival, sobre la noci¨®n de autor¨ªa espec¨ªficamente, aunque est¨¦ inmiscuida. Hay un aspecto que en realidad s¨ª me interesaba plantear, y es un tipo de proyecto que espero que tenga una relaci¨®n con el sitio un poco m¨¢s continua y profunda que el evento bienal en s¨ª. El hecho de que ocurra a lo largo de un a?o lo convierte en un tipo de programaci¨®n en una sola sala, en el que potencialmente, quienes lo quieran ver, podr¨¢n seguir el juego como quien sigue la temporada de f¨²tbol. Todos estos son aspectos que me interesan".
Este modelo original de exposici¨®n pone ¨¦nfasis en el proceso m¨¢s que en el resultado. "Todos sabemos que hay un debate sobre la forma en la que las bienales invaden o descienden sobre un territorio espec¨ªfico, entonces parte del intento se basa en que sin dejar de ser una operaci¨®n exterior tenga tambi¨¦n la funci¨®n de generar cierto tipo de estructura que genere un trozo de cultura interna", contin¨²a Medina. "Aunque los que no est¨¦n en Murcia puedan ir visitando y viendo fragmentos del proceso en la web -s¨®lo al final se editar¨¢ un libro-, la experiencia de ir viendo paso a paso las transformaciones ser¨¢ finalmente m¨¢s interesante que ver el resultado".
El mundo del arte contempor¨¢neo est¨¢ atravesando tambi¨¦n varias crisis. Una de ellas tiene que ver con las ferias, bienales y otros grandes acontecimientos. "Tengo la sensaci¨®n de que el modelo bienal se est¨¢ desarrollando de muchas maneras", piensa Medina. "Algunas se quieren abrir hacia el argumento de que estos eventos est¨¢n rompiendo la estructura aristot¨¦lica de la unidad de tiempo, relato y lugar. La ¨²ltima Documenta dispers¨® la estructura de lugar, con todos los sat¨¦lites y momentos que supuso. Yo con esta propuesta soy consciente de que rompo con la unidad de tiempo".
Domin¨® can¨ªbal se inaugur¨® ayer. La primera ficha ya est¨¢ sobre la mesa. El ser el primero en este juego, hasta cierto punto con un papel pasivo, no molesta a Durham. "Para m¨ª es un alivio m¨¢s que una frustraci¨®n el no tener o poder comerme a alguien. Tengo mucha curiosidad por ver qu¨¦ va a suceder en los pr¨®ximos meses y no creo que me resulte doloroso lo que suceda con mi primera intervenci¨®n. Aunque uno nunca sabe...".
![El artista Jimmie Durham, con parte del material para su instalaci¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OEFCC2HY6PRWA73YLEPRY2FSEA.jpg?auth=d91498230f3b7be30486294e5e828ca6cd94eccfd278be1181a0c8e4fc11205e&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.