Di¨¢logo, pero en voz baja
La reforma laboral que planea el Gobierno recoger¨¢ medidas tibias que garanticen la firma de patronal y sindicatos - El objetivo es revitalizar los acuerdos sociales
Antes siquiera de arrancar la negociaci¨®n sobre la reforma laboral, los agentes sociales han ganado la partida. Sindicatos y patronal se saben importantes en un proceso por el que el presidente del Gobierno ha trastocado las fechas que comprometi¨® en el Parlamento. Con el benepl¨¢cito de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el ministro de Trabajo ha accedido a demorar 15 d¨ªas su propuesta laboral para no importunar a empresarios y sindicalistas en sus conversaciones bilaterales. De igual modo aceptar¨¢ cerrar un acuerdo tibio, sin grandes cambios legislativos, que garantice la firma de todas las partes y legitime el di¨¢logo social, en horas bajas desde hace seis meses.
Aun con un acuerdo poco ambicioso, la foto con los agentes sociales cumple un doble objetivo: insufla confianza en la recuperaci¨®n econ¨®mica y sirve de aval al Gobierno, muy debilitado por la devastaci¨®n de la crisis. Tambi¨¦n beneficia, al menos ante la opini¨®n p¨²blica, a sindicatos y empresarios, que transmiten la imagen de estar remando para que el barco no se hunda.
El pacto sobre convenios tiene m¨¢s opciones de incidir en la recuperaci¨®n
La clave reside en c¨®mo mitigar la temporalidad sin herir a nadie
Los apuros de D¨ªaz Ferr¨¢n determinan en parte la posici¨®n de la CEOE
UGT y CC OO sostienen que la crisis no deriva del marco laboral
Existe unanimidad sobre el necesario impulso a la contrataci¨®n juvenil
Las bonificaciones se concentrar¨¢n en muy pocos colectivos
M¨¢s que las propuestas reales, el Gobierno ha enfatizado en todo este tiempo lo que no se debe esperar de la llamada -quiz¨¢s con cierta grandilocuencia- reforma laboral. No habr¨¢ rebaja del coste del despido ni reducci¨®n generalizada de cuotas a la Seguridad Social. ?stas eran las principales demandas de la patronal CEOE, que tendr¨¢ que conformarse con objetivos m¨¢s modestos. Los sindicatos no han formulado peticiones tan ambiciosas, en gran medida porque siempre han sostenido que el germen de la crisis no proced¨ªa del mercado laboral y, por tanto, no era necesario cambiar el marco legal.
"Si este proceso no va acompa?ado de un cambio de modelo productivo, fracasar¨¢", vaticina Toni Ferrer, responsable de acci¨®n sindical de UGT. Con matices, el secretario general de CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Lacasa, dice confiar en el di¨¢logo aunque, en su opini¨®n, "el mercado de trabajo necesita algo m¨¢s de lo que est¨¢ planteando el Gobierno". El negociador de Comisiones Obreras, Ram¨®n G¨®rriz, se muestra m¨¢s confiado y niega que los planes del Ejecutivo persigan ¨²nicamente contentar a todos. "No se trata tanto de que no molesten a nadie como de reactivar la econom¨ªa". No obstante, esta organizaci¨®n ha sido la m¨¢s activa en pedir al Gobierno una pr¨®rroga para culminar el acuerdo de negociaci¨®n colectiva. El pacto que ultiman patronal y sindicatos condicionar¨¢ m¨¢s la esencia del mercado laboral -salarios y empleo- que cualquier arreglo legal.
La clave de la minirreforma laboral reside en c¨®mo mitigar la temporalidad sin herir a ninguna de las partes. El compromiso de "reducir la segmentaci¨®n laboral" entre temporales e indefinidos figura en la estrategia de la econom¨ªa sostenible que esboz¨® Zapatero en el Congreso a final de a?o, pero no hay pistas sobre c¨®mo. "Tenemos muy claro que la clave es la flexiseguridad", afirma Lacasa. Esa f¨®rmula consiste en combinar un marco de contrataci¨®n y despido f¨¢cil con una protecci¨®n social alta para los periodos de desempleo. Los sindicatos oponen que Espa?a carece de una red social tan tupida como para permitirse esa flexibilidad.
El elemento que m¨¢s unanimidad concita es la necesidad de dar un impulso a los j¨®venes. La tasa de paro en este colectivo se acerca al 40% y el Gobierno cree que ha llegado la hora de atenderlos. Con la idea de concentrar en ellos casi todos los incentivos a la contrataci¨®n, se har¨¢ una revisi¨®n general de las bonificaciones, que cuestan 3.000 millones de euros al a?o. "Y los j¨®venes son los menos bonificados", apunta Toni Ferrer, de UGT. Entre los cuatro grandes colectivos destinatarios de est¨ªmulos, la contrataci¨®n de j¨®venes es la menos premiada, con 800 euros anuales durante cuatro ejercicios.
"Estamos en condiciones de mantener bonificaciones s¨®lo para j¨®venes, mujeres maltratadas, discapacitados e inmigrantes", sostiene Ram¨®n G¨®rriz, de Comisiones Obreras. En la actualidad hay muchos m¨¢s colectivos, entre ellos, las mujeres en general, los mayores de 45 a?os y los parados con familia a cargo. Trabajo insiste en que no se trata de ahorrar en las ayudas a las empresas, sino de orientarlas hacia donde m¨¢s se necesitan.
Uno de los puntos ineludibles, muy a pesar de los sindicatos, es el papel de las empresas de trabajo temporal. El Ejecutivo se ha comprometido a adaptar, antes de mayo, una directiva europea que obliga a quitar trabas a ese sector. En la actualidad tienen prohibido intermediar en puestos fijos -la competencia corresponde a los servicios p¨²blicos de empleo- y operar en la construcci¨®n y en el sector p¨²blico. Previsiblemente, el Gobierno eliminar¨¢ esa veda y les permitir¨¢ colaborar con los servicios de empleo, poco activos en la colocaci¨®n de trabajadores. Los sindicatos son reacios y, en caso de aceptarlo, exigir¨¢n supervisi¨®n p¨²blica.
Tambi¨¦n formar¨¢ parte de la reforma la implantaci¨®n del llamado modelo alem¨¢n. Consiste en incentivar a las empresas para que mantengan el empleo en momentos de crisis. El empresario reduce la jornada del trabajador y la parte correspondiente del salario, que abona el Estado. La empresa conserva as¨ª al empleado, ¨¦ste su ocupaci¨®n y las arcas p¨²blicas pagan una peque?a cantidad en lugar de la prestaci¨®n por desempleo completa, una verdadera sangr¨ªa para los Presupuestos del Estado. El modelo alem¨¢n ha perdido fuerza respecto a la formulaci¨®n inicial, cuando se consider¨® el eje del salto laboral que requer¨ªa Espa?a.
M¨¢s que en la ley, el sistema tiene visos de prosperar en el acuerdo de negociaci¨®n colectiva, que debe estar listo antes del 5 de febrero. Ese d¨ªa el Gobierno dar¨¢ por terminada la tregua que le han pedido los agentes sociales con la presentaci¨®n de su propuesta de reforma laboral. Tampoco tiene sentido demorar m¨¢s la negociaci¨®n de una gu¨ªa para los convenios de 2010. "No nos podemos poner a vender paraguas en el mes de julio", ejemplifica el secretario general de CEOE.
Tanto empresarios como sindicatos creen muy probable el acuerdo salarial. "Se dan las condiciones para alcanzarlo", asegura el representante de CC OO. M¨¢s incierto es el tripartito. Fuentes de la patronal subrayan que vendr¨¢ condicionado, en buena medida, por el futuro de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n al frente de la CEOE y la resoluci¨®n de sus problemas financieros. En la organizaci¨®n pesa la iniciativa de la fiscal¨ªa para investigar un posible fraude en Air Comet -la aerol¨ªnea dijo ayer haberse sometido "siempre al estricto cumplimiento de la legalidad"-, pues consideran que el Ejecutivo no es ajeno a ese movimiento. En el otro lado de la balanza, admiten un cierto apoyo gubernamental para que D¨ªaz Ferr¨¢n halle financiaci¨®n. Dos ideas contrapuestas cuyo peso se medir¨¢ en el di¨¢logo social.
SALARIOS. La negociaci¨®n bilateral
Contenci¨®n a cambio de empleo
La negociaci¨®n m¨¢s avanzada, y la que tiene m¨¢s posibilidades de influir en el mercado laboral, es la de convenios. La patronal y los sindicatos -el Gobierno no participa en este terreno- ultiman un pacto de salarios y empleo que sirva de gu¨ªa para los convenios colectivos de este a?o y, previsiblemente, hasta 2012. Por el ¨¦xito de este proceso ha aceptado el Ejecutivo guardar en el caj¨®n su reforma laboral a la espera de que los agentes sociales lo culminen.
Aunque las conversaciones van por buen camino, la parte m¨¢s espinosa, la de pol¨ªtica salarial, a¨²n est¨¢ por definir. Los sindicatos proponen una subida de entre el 1% y el 2%, con cl¨¢usulas de garant¨ªa por si la inflaci¨®n se desv¨ªa por encima de esa horquilla. La patronal lo encuentra excesivo y aboga por un modelo inspirado en el que se ha aplicado este a?o a los funcionarios, seg¨²n explica el secretario general de CEOE, Jos¨¦ Mar¨ªa Lacasa. Es decir, una subida del 0,3% "como parte baja de la banda". La inflaci¨®n cerr¨® 2009 en el 0,8%, aunque para este a?o se espera una cifra m¨¢s cercana a la horquilla que sugieren los sindicatos. El pacto, que los agentes sociales no fueron capaces de firmar en 2009, deber¨ªa estar listo la primera semana de febrero.
Comisiones Obreras y UGT aceptar¨¢n una mejora salarial por debajo de sus expectativas a cambio de compromisos en el empleo. Es decir, que, si vienen mal dadas, las empresas recurran a reducciones de jornada o suspensiones temporales de empleo antes de despedir. "Las cl¨¢usulas de descuelgue [las que eximen a la empresa de aplicar las mejoras por problemas econ¨®micos] deben vincularse al mantenimiento del empleo", explica Toni Ferrer, de UGT.
La CEOE exige un anejo al acuerdo que aborde asuntos nuevos como la flexibilidad de las empresas para organizarse en tiempos de crisis, la necesidad de reformar la negociaci¨®n colectiva y el compromiso de incentivar el empleo juvenil y la jornada a tiempo parcial, poco ensayada en Espa?a.
DESPIDO. El t¨¦rmino tab¨²
Sin espacio en la negociaci¨®n
El coste del despido se ha convertido en un t¨¦rmino tab¨² para esta negociaci¨®n. Ni quien defiende abaratarlo -la CEOE- ni quien aboga por mantenerlo -el Gobierno y los sindicatos- aluden a ¨¦l en sus discursos. Optan por encerrarlo en otra nomenclatura, como contrato de crisis, en el primer caso, o recorte de derechos, en el segundo. Es casi la ¨²nica idea que el Gobierno se ha negado a debatir antes de arrancar el proceso.
Con el argumento de que instaurar un contrato con menor indenmizaci¨®n por despido no revitalizar¨ªa el mercado laboral -se necesitan incentivos para contratar, no para despedir-, el Ejecutivo resiste las acometidas de la CEOE y de numerosos expertos, que centran en esta medida su ideario de reforma laboral. Para ahuyentar los recelos, la patronal se esfuerza en recalcar que no existe recorte de derechos, pues el nuevo contrato no afectar¨ªa a quienes ya disponen de uno indefinido. Se trata de un argumento obvio, ya que los cambios legales no se aplican con car¨¢cter retroactivo y el recorte de derechos se producir¨ªa en los nuevos contratados respecto a los antiguos.
Lo cierto es que ya existe un contrato indefinido con despido m¨¢s barato que el ordinario (33 d¨ªas por a?o trabajado frente a los 45 tradicionales) y no tiene el tir¨®n que cabr¨ªa esperar si los empresarios consideraran ¨¦sta la mejor receta laboral. De los contratos fijos firmados cada mes, apenas un 13% corresponde a esta modalidad, seg¨²n datos del Ministerio de Trabajo, pese a que se puede aplicar a casi todos los colectivos, salvo a los hombres de 30 a 45 a?os.
Descartada la idea del contrato ¨²nico con despido m¨¢s barato, un argumento que ahora tambi¨¦n abandera abiertamente el Partido Popular, s¨®lo queda una penalizaci¨®n al contrato temporal para intentar reducirla. Esto satisfar¨ªa a los sindicatos, pero soliviantar¨ªa a la patronal, por lo que es dif¨ªcil que el Gobierno opte por esta v¨ªa.
ABSENTISMO LABORAL. La novedad de este proceso
M¨¢s flexibilidad de horarios
Nunca el di¨¢logo social ha abordado el absentismo laboral, un problema del que la CEOE ha venido alertando, hasta ahora con poco ¨¦xito. El Gobierno no quiere dar la impresi¨®n de rehuir la materia, as¨ª que se inclina por incluirla en la reforma laboral, aunque sin tintes coercitivos. Se trata, seg¨²n un portavoz del Ministerio de Trabajo, de intentar reducir las ausencias otorgando m¨¢s flexibilidad en la organizaci¨®n laboral. Es decir, la posibilidad de adaptar los horarios de entrada y salida a las necesidades del trabajador, el fomento del trabajo desde casa, la evaluaci¨®n por objetivos y no por jornada... una retah¨ªla de medidas que defienden con ardor las empresas pioneras en conciliaci¨®n pero que en Espa?a est¨¢n poco extendidas.
La discusi¨®n se antoja compleja. Es dif¨ªcil que este enfoque buenista -parte de la idea de que el trabajador faltar¨¢ menos si tiene posibilidades de organizarse- satisfaga a la patronal, impulsora de este asunto como parte de la negociaci¨®n. Y los sindicatos recelan de tratar el absentismo, al menos de forma aislada. "Se puede hablar de absentismo, pero tambi¨¦n de la participaci¨®n de los trabajadores en las mutuas", opone Ram¨®n G¨®rriz, de Comisiones Obreras. Las mutuas gestionan, por encargo de la Seguridad Social, los recursos previstos para accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. Los sindicatos cuestionan su modo de operar, en ocasiones poco transparente, pese a la gran cantidad de dinero que manejan.
Vinculado a esta materia, la Seguridad Social ha puesto en marcha programas para reducir el gasto en bajas m¨¦dicas cuando no est¨¦n justificadas. Aunque el objetivo ¨²ltimo es atajar los abusos -la empresa paga, en general, los primeros 15 d¨ªas de baja m¨¦dica y la Seguridad Social, el resto-, el mayor control provoca, al mismo tiempo, una reducci¨®n del absentismo motivado por incapacidad temporal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Reformas laborales
- Pacto social
- UGT
- Empresas trabajo temporal
- Comisiones Obreras
- CEOE
- Organizaciones empresariales
- Presidencia Gobierno
- Negociaci¨®n colectiva
- Despido
- Salarios
- Condiciones trabajo
- Pol¨ªtica laboral
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones laborales
- Administraci¨®n p¨²blica
- Sector servicios
- Empleo temporal
- Empresas
- Empleo
- Econom¨ªa
- Trabajo
- Industria