La Iglesia tambi¨¦n abre las fosas de sus muertos
El arzobispado de Toledo impulsa una exhumaci¨®n para beatificar a nueve curas
En una vieja mina romana, a 30 metros de profundidad, en el pueblo toledano de Camu?as, el m¨¦dico forense Francisco Etxeberria dirige las labores de localizaci¨®n de v¨ªctimas de la Guerra Civil, el mismo trabajo que ha realizado en los ¨²ltimos 10 a?os y de forma altruista con el equipo de t¨¦cnicos de Aranzadi. Pero esta vez todo es distinto. Porque esta vez el forense no ha acudido a la llamada de familiares de fusilados que le piden que saque a los suyos de una cuneta para poner su nombre en una placa, sino a la del arzobispado de Toledo. Porque esta vez las v¨ªctimas no son republicanas, sino sacerdotes y gente adinerada y de ideolog¨ªa de derechas fusilada por el bando perdedor de la guerra. Y eso, aunque abajo, a 30 metros, para Etxebarria sea el trabajo de siempre, arriba lo cambia a todo.
Los vecinos dec¨ªan que hab¨ªa 6.000 personas, pero no hay m¨¢s de 60
Arriba, en la boca de la mina, los familiares de las v¨ªctimas claman contra la Ley de Memoria Hist¨®rica y la apertura de fosas. Cuentan que aqu¨ª hay miles, que esto es "el segundo Paracuellos" y hay quien dice que fueron arrojadas vivas ardiendo. Abajo, el equipo de t¨¦cnicos sabe ya que hay unos 50 cuerpos, no m¨¢s, y que cayeron muertos, porque tienen orificios de bala y tiros de gracia. "Dec¨ªan que hab¨ªa 6.000 personas y no hay m¨¢s de 60", explica Jorge Teul¨®n, del arzobispado. "Los familiares no tienen ning¨²n inter¨¦s en sacarlos. La Iglesia ha acudido a la ciencia en este caso para tener la certeza de que aqu¨ª hay nueve m¨¢rtires, que son candidatos a la beatificaci¨®n. Y parece que est¨¢ confirmado porque los cient¨ªficos nos han dicho que una de las v¨ªctimas lleva ropa negra extremadamente larga", es decir, una sotana.
Teul¨®n est¨¢ hoy en la fosa para oficiar una misa por las v¨ªctimas. Dioni, familiar de tres de ellas, ha prestado una s¨¢bana para el improvisado altar. "Quiero que me amortajen con ella cuando me muera", explica. "A mi abuelo lo mataron por ser cristiano. Y yo conoc¨ª a mi padre porque la guerra la gan¨® Franco". No quiere recuperar los restos de los suyos y se opone a la apertura de fosas. Cuando se le pregunta por qu¨¦, si muchos de los familiares de las v¨ªctimas republicanas quieren dar sepultura cristiana a los suyos, a?ade: "?Eso es mentira!". El sacerdote arranca la misa: "Hemos venido a hablar de paz y reconciliaci¨®n...".
A 30 metros de profundidad, 10 expertos, entre arque¨®logos, forenses, antrop¨®logos y un dentista, contin¨²an clasificando los huesos. "Algunos han aparecido carbonizados pero porque despu¨¦s de arrojarlos echaron maderos y gasolina para que ardieran", aclara Etxebarria.
El obispo apoya la Ley de la Memoria
A ¨²ltima hora de la tarde el obispo auxiliar de Toledo, Carmelo Morobia, visita la fosa. Se acerca al director de la excavaci¨®n, el m¨¦dico forense Francisco Etxeberria, al que da las gracias por su trabajo. El sacerdote Teul¨®n le ense?a una medallita religiosa que los arque¨®logos han encontrado entre los restos. Y a continuaci¨®n se produce una escena ¨²nica y quiz¨¢ irrepetible porque, tras rezar un padrenuestro, el obispo pide: "Ojal¨¢ que esto nos sirva para no repetir nunca las barbaridades que hicimos en la guerra". La Iglesia a la que pertenece, responsable de muchas de las atrocidades cometidas en el conflicto -algunos curas confeccionaban listas de rojos para entregarlas a los asesinos- nunca ha pronunciado una frase semejante incluy¨¦ndose como culpable.
Al contrario que los familiares de las v¨ªctimas y de la Conferencia Episcopal, Morobia apoya la Ley de la Memoria. "Es de todos. Claro que me parece bien que se abran fosas. Desgraciadamente, todos tenemos que pedir perd¨®n por la guerra y todos tenemos derecho a la Ley de la Memoria". Hace a?os este religioso impuls¨® otra exhumaci¨®n para rescatar los cuerpos de 80 vecinos de su pueblo, fusilados por falangistas. El obispo pregunta al forense sobre las circunstancias de la muerte de los religiosos. "Me ha costado mucho llegar a este lugar", responde Etxeberria. "Hemos tenido que sacar 12 toneladas de tierra. Hemos encontrado los restos de una mujer, de gente muy mayor, con artrosis, y de personas m¨¢s j¨®venes. Los huesos est¨¢n muy fracturados por las colisiones en la ca¨ªda", a?ade. Abajo, la ¨²nica diferencia respecto a las v¨ªctimas republicanas es que han aparecido un gran n¨²mero de dientes de oro, lo que indica que pertenec¨ªan a las familias m¨¢s ricas del pueblo.
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