El oficio de la solidaridad
La profesionalizaci¨®n de las ONG ha mejorado la eficacia de la ayuda - Espa?a se vuelca con los desastres, pero est¨¢ lejos de Europa en donaciones regulares
Una ciudad -Puerto Pr¨ªncipe- y con ella todo un pa¨ªs -Hait¨ª- se ha venido abajo. De inmediato, en los hogares del primer mundo se ha disparado el efecto CNN televisivo: la angustia moment¨¢nea por el dolor ajeno, la necesidad imperiosa, pero lamentablemente pasajera, de mitigar el sufrimiento de miles de damnificados y el ansia por estar all¨ª en medio del desastre. Este torrente de solidaridad se ha traducido en Espa?a -12 d¨ªas despu¨¦s del terremoto- en 30 millones de euros de donaciones a ONG para el desarrollo, una cantidad nada despreciable que equivale a la deuda externa que mantiene Hait¨ª con Espa?a.
Se trata de una ayuda imprescindible pero de emergencia humanitaria pues una vez superado el efecto CNN y despu¨¦s de las primeras semanas y meses de primeros auxilios quedar¨¢ todav¨ªa un largo, cuantioso y costoso trabajo de reconstrucci¨®n del pa¨ªs m¨¢s pobre del hemisferio norte. Y a esta tit¨¢nica tarea deber¨¢n enfrentarse las ONG y una comunidad internacional con grandes d¨¦ficit a sus espaldas por sus hist¨®ricos compromisos incumplidos. Un dato a modo de ejemplo: en abril de 2009 se celebr¨® la cumbre de donantes para Hait¨ª. El Gobierno de Ren¨¦ Pr¨¦val solicit¨® 4.000 millones para educaci¨®n, sanidad e infraestructuras. Se le concedieron apenas 400 millones, y buena parte de ellos no fueron ni reembolsados.
S¨®lo un 15% de la poblaci¨®n espa?ola colabora, frente al 35% en otros pa¨ªses
El 18% de las ONG carece de planes estrat¨¦gicos y el 26% no eval¨²a objetivos
La ayuda espa?ola no cumpl¨ªa en 2007 los criterios de eficiencia de la OCDE
El Plan Director de Cooperaci¨®n estatal ha supuesto un punto de inflexi¨®n
?C¨®mo se vehiculan estas millonarias donaciones en los pa¨ªses afectados? ?Son eficaces estos donativos? ?Existe un control exhaustivo sobre el destino y una evaluaci¨®n permanente de los objetivos y ejecuci¨®n de los proyectos que llevan a cabo las ONG y el Gobierno espa?ol?
Las ONG espa?olas manejaron en 2007 -¨²ltimos datos auditados- casi 2.000 millones de euros, el 86% de los cuales se destinaron a proyectos al desarrollo e intervenci¨®n humanitaria de urgencia. El resto, a gastos de administraci¨®n y captaci¨®n de recursos, seg¨²n el informe de la Coordinadora Estatal de ONGD. Lo que manejan est¨¢ lejos de lo que podr¨ªan alcanzar, porque s¨®lo el 15% de la poblaci¨®n espa?ola aporta regularmente donativos a estas organizaciones, frente al 35% o 40% en pa¨ªses como Francia, Reino Unido u Holanda.
La Fundaci¨®n Lealtad, que cada a?o audita a m¨¢s de un centenar de ONG de forma voluntaria, ha acreditado una sustancial mejora en los principios de transparencia y buenas pr¨¢cticas de estas organizaciones. Todas obtienen porcentajes superiores al 90% en los doce principios analizados: transparencia y pluralidad en la financiaci¨®n, planificaci¨®n y seguimiento de sus actividades, composici¨®n de los ¨®rganos de gobierno o rendimiento p¨²blico de sus cuentas. "La transparencia es clave para suscitar la confianza de la sociedad y esencial para mejorar la gesti¨®n interna", se sostiene en su informe. Y su directora, Patricia de Roda, precisa: "Cat¨¢strofes de esta envergadura [como la de Hait¨ª] suponen nuevos retos en la gesti¨®n de los millones de euros donados, su evaluaci¨®n y posterior rendici¨®n de cuentas".
Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovaci¨®n Social de Esade y quiz¨¢ uno de los sabios espa?oles en cooperaci¨®n al desarrollo, y Eduardo S¨¢nchez, presidente de la Coordinadora de ONGD, coinciden en aplaudir el nivel de exigencia de las organizaciones espa?olas, similar a los est¨¢ndares europeos, con un manejo "escrupuloso" de los fondos y transparencia "exquisita" en la gesti¨®n y rendici¨®n de cuentas. Carreras comenta, por ejemplo, que las ONG que no puedan invertir todo el conjunto de la ayuda en Hait¨ª deber¨¢n pedir permiso a los donantes para destinarlo a otros proyectos. Porque todo este dinero tiene car¨¢cter finalista.
No obstante, todav¨ªa persisten algunas lagunas donde no se alcanzan el 100% del cumplimiento deseado. As¨ª, s¨®lo el 82% de las ONGD tienen dise?ados sus planes estrat¨¦gicos, porcentaje que baja al 74% respeto a las que realizan un seguimiento sobre el cumplimiento de sus objetivos. Y aunque estas cifras son elevadas "la ayuda llega cuando existen unos env¨ªos log¨ªsticos con protocolos estandarizados y controlados", precisa Francesc Cortada, director de cooperaci¨®n internacional de Intermon-Oxfam. Esta ONG, al igual que el resto de las principales, dispone de planes de actuaci¨®n para casos de cat¨¢strofes en todos los pa¨ªses donde act¨²a y, sobre todo, la implicaci¨®n de personal local. "En una emergencia humanitaria lo ¨²ltimo que puedes hacer es improvisar".
Para que la ayuda llegue a buen puerto, la coordinaci¨®n de los diferentes actores sobre el terreno supone un elemento primordial. Y el conocimiento del pa¨ªs receptor influye de forma sustancial. De ah¨ª que las ONG con experiencia en Hait¨ª hayan vehiculado la ayuda con un notable alto. Lo que ha fallado en Hait¨ª ha sido el colapso de Naciones Unidas, el organismo encargado de esta coordinaci¨®n in situ, lo que ha favorecido que los militares estadounidenses, no sin ciertas cr¨ªticas de ONG y tambi¨¦n locales, hayan asumido este papel. "La respuesta corre el peligro de caer en la militarizaci¨®n; se ha de implicar a la sociedad civil en la toma de decisiones. Y no me imagino a los militares estructurando a la sociedad civil e implic¨¢ndola en esta ayuda", se queja Carreras. Pero con un "Estado d¨¦bil" como Hait¨ª, esta coordinaci¨®n e implicaci¨®n de la autoridad local, se hace muy dif¨ªcil, recuerda S¨¢nchez.
La coordinaci¨®n de actores en escenarios de emergencia y la eficacia de la ayuda han mejorado notablemente en la ¨²ltima d¨¦cada, cuando las ONG fueron conscientes de dos necesidades: especializarse en sus proyectos y profesionalizar a sus equipos. "Antes, las ONG eran muy buenas en cooperaci¨®n al desarrollo pero ninguna, salvo M¨¦dicos Sin Fronteras, ten¨ªa experiencia en cat¨¢strofes humanitarias. Ahora se han especializado en sus objetivos y han profesionalizado a la gente, lo que ha mejorado la respuesta", comenta Carreras.
Pero la profesionalizaci¨®n, apunta Cortada, no debe estar exenta de valores y compromiso "porque detr¨¢s debe haber una actitud vital". "Las personas incapaces de entender la realidad y la cultura de un pa¨ªs no sirven para este oficio. Hay que elegir personas competentes, pero con mucha competencia emocional. Hacen falta personas maduras, que maduren todav¨ªa m¨¢s en cada crisis humanitaria, pero que tampoco se vuelvan insensibles", agrega Carreras. Y encontrar activistas de este perfil es complicado.
Sin embargo, episodios en 2007 como los de Intervida y Anesvad, implicados en casos de corrupci¨®n y manejo irregular de dinero, afectaron a la credibilidad de las ONG porque, como sostiene Ignasi Carreras, "el fallo fue que sus l¨ªderes no eran honestos. Y lo imprescindible en una organizaci¨®n de este tipo es ser honesto". Y recuerda un viejo dicho popular: "Hace mucho m¨¢s ruido un ¨¢rbol que cae que otros cien que crecen". Ese a?o, 2007, las aportaciones puntuales para emergencia bajaron hasta los 321.000 euros.
Frente a esta transparencia y buen gobierno de las ONG, la ayuda oficial al desarrollo del Gobierno espa?ol no alcanza los mismos est¨¢ndares. Eso en 2007. Seg¨²n un informe de Intermon-Oxfam, la ayuda espa?ola no cumpl¨ªa ninguno de los doce criterios fijados por la OCDE en la declaraci¨®n de Par¨ªs del Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo. Si bien es cierto que, respecto a 2005, el salto ha sido cualitativo, Espa?a todav¨ªa suspende de forma clamorosa en su coordinaci¨®n y fijaci¨®n de procedimientos comunes con el resto de actores implicados, Estados, ONG y organismos multilaterales; en la participaci¨®n de los gobiernos locales en la ejecuci¨®n de esta ayuda, y en la adecuaci¨®n de los fondos con las necesidades reales del pa¨ªs receptor. Seg¨²n fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, el ¨²ltimo examen -sin publicar- de la OCDE deja en mejor posici¨®n a Espa?a.
En este sentido, el Plan Director de Cooperaci¨®n 2009-2012 es todo un ejemplo de inusual autocr¨ªtica por parte de la Administraci¨®n p¨²blica y enumera uno por uno los d¨¦ficits de la cooperaci¨®n espa?ola. El documento empieza a dar sus frutos y, por ejemplo, en 2009, el Consejo de Cooperaci¨®n, dependiente de la Secretar¨ªa de Estado, se reuni¨®, algo inaudito, en siete ocasiones "El Plan Director ha supuesto un punto de inflexi¨®n sobre c¨®mo abordar estas ayudas", sostienen desde el ministerio. Por ejemplo, los microcr¨¦ditos -"de escasa eficacia"- se han sustituido por alianzas estrat¨¦gicas con las ONG con convenios de cuatro a?os, se han elaborado marcos de asociaci¨®n imprescindibles para fomentar la colaboraci¨®n de los pa¨ªses receptores y se empieza a aplicar la denominada "coordinaci¨®n delegada" con otros pa¨ªses de la UE. Un punto que la actual presidencia espa?ola quiere acentuar este semestre.
Consejos para dar un donativo
- Experiencia. Aseg¨²rese de que la ONG beneficiaria tiene experiencia en situaciones de emergencia y/o dispone de estructura en el pa¨ªs que ha sufrido la cat¨¢strofe.
- Concreci¨®n. Decida qu¨¦ actividad desea apoyar: atenci¨®n sanitaria, provisi¨®n de agua y alimentos, saneamientos, etc¨¦tera. Cada ONG est¨¢ especializada en una cobertura.
- Cuenta bancaria. Compruebe que la ONG ha abierto la cuenta bancaria expresamente para la emergencia humanitaria. No realice ninguna transferencia a nombre de la persona que solicita la ayuda.
- Finalista. Las donaciones para cat¨¢strofes humanitarias tienen car¨¢cter finalista y la ONG no puede destinarlas para otros fines. Si la organizaci¨®n recauda m¨¢s fondos de los que puede invertir, debe pedirle autorizaci¨®n o comunicarle el nuevo destino del dinero recabado.
- Seguimiento. La ONG receptora del donativo debe informar sobre el destino de estos fondos, el importe total recogido y las actividades realizadas, bien en la p¨¢gina web o en los boletines que publique.
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