Morente llora con Lorca
El artista canta 'Llanto por la muerte de Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas' en un disco
"No te conoce nadie. No. Pero yo te canto". Desde la ventana del granero de la Casa Natal de Federico Garc¨ªa Lorca ya no puede verse la sierra. Las naves industriales y los bloques de hormig¨®n han ido hiriendo de muerte a la tierra del poeta. Sin embargo, por esa misma ventana ayer se fundi¨® con el paisaje la voz de Enrique Morente, que record¨® el arte del poeta y que mantuvo el pulso necesario para interpretar sus mejores poemas. "Tardar¨¢ mucho tiempo en nacer, si es que nace, / un andaluz tan claro, tan rico de aventura. / Yo canto su elegancia con palabras que gimen / y recuerdo una brisa triste por los olivos".
Morente se convirti¨® en Lorca, o Lorca en Morente, y los dos fueron flamenco y poes¨ªa en la primera y ¨²ltima parte de Llanto por Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas. La cogida y la muerte, en la que Lorca repite la hora taurina por excelencia para resaltar el drama que se aproxima, estuvo llena de emoci¨®n en la voz de Morente. Alma ausente, que parece escrito por Lorca para s¨ª mismo, como si su propia tragedia hubiera sido tambi¨¦n una est¨²pida cornada, la embestida de un toro ciego y bajo, completa el ¨²ltimo trabajo del cantaor. El disco ha sido publicado por el Patronato Federico Garc¨ªa Lorca, de la Diputaci¨®n de Granada, y fue presentado ayer.
"Yo siempre he estado en deuda con este poema y lo sigo estando"
"Si hubiera sabido que hab¨ªa tanto inter¨¦s en que cantara este poema lo habr¨ªa hecho antes y entero", brome¨® Morente, que se comprometi¨® a terminar el trabajo aunque le vaya a resultar m¨¢s dif¨ªcil despu¨¦s de haber quemado el est¨ªmulo que supone cantar el principio y el fin. La gran eleg¨ªa lorquiana, el Llanto, s¨®lo comparable en la literatura espa?ola a las Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique, como record¨® el cantaor, se compone de cuatro partes: La cogida y la muerte, La sangre derramada, Cuerpo presente y Alma ausente.
El cantaor granadino ha puesto m¨²sica y voz a la primera y la cuarta. "Son una premonici¨®n de toda la tragedia nacional. Me recuerdan al Guernica. Lorca tuvo la capacidad de intuir la hecatombe que se aproximaba. Yo siempre he estado en deuda con este poema y lo sigo estando", explic¨® Morente, que, adem¨¢s de cantar los poemas lorquianos, se ha acompa?ado a s¨ª mismo con la guitarra. "Es un trabajo muy sencillo, del que nadie puede esperar grandes cosas ni grandes arreglos", dijo con una modestia que se convirti¨® en satisfacci¨®n cuando los asistentes, entre los que se encontraba Laura Garc¨ªa Lorca, sobrina del poeta, descubrieron una vez m¨¢s el duende de su talento.
"He querido grabar este peque?o disco, con s¨®lo dos canciones (y una versi¨®n a capella de la primera), por diferentes motivos. En primer lugar por gratitud, sobre todo a Garc¨ªa Lorca, por el que siento una admiraci¨®n pasional desde que cay¨® en mis manos Do?a Rosita la soltera cuando yo estaba en Madrid en plena fatiga de inmigrante y me record¨® a mi tierra; en segundo lugar por el fascinante personaje de Ignacio S¨¢nchez Mej¨ªas", explic¨®.
S¨¢nchez Mej¨ªas fue un torero que logr¨® transcender su ¨¢mbito natural y mostr¨® su sensibilidad hacia el arte y la literatura. Fue amigo de gran parte de los integrantes de la Generaci¨®n del 27. En la plaza de Manzanares, un toro llamado Granadino le corne¨® el muslo derecho. Muri¨® en Madrid pocos d¨ªas despu¨¦s con la pierna gangrenada. Aquel suceso impact¨® a Federico que escribi¨® probablemente su mejor poema. "El Llanto me recuerda a los mejores pasajes de Poeta en Nueva York. S¨¢nchez Mej¨ªas era un h¨¦roe que decidi¨® proteger la cultura y el arte. Es posible que si ¨¦l no hubiera descubierto a la Ni?a de los Peines a los poetas del 27 todo hubiera sido diferente", explic¨® Morente, que en 1990 present¨® en el mismo granero la culminaci¨®n de su acercamiento sin prisas pero sin pausa a la poes¨ªa lorquiana.
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