Periodismo del porvenir

De un tiempo a esta parte me llaman la atenci¨®n los escaparates de una conocida entidad financiera que anuncian el llamado "Dep¨®sito Memorias". A cambio de ingresar cierta cantidad a plazo fijo en el "Dep¨®sito Memorias" del banco, ¨¦ste te ofrece el libro de tu biograf¨ªa. "Te ayudamos a recuperar los mejores momentos de tu vida y recordarlos para siempre". Abres la cuenta, ingresas cierta cantidad de dinero, y en el plazo de una semana te telefonea un se?or (tu bi¨®grafo), para concertar una cita y que le cuentes lo que sepas y quieres que se sepa de tu vida; y antes de 44 d¨ªas h¨¢biles tienes en tus manos un libro ilustrado, cuyo t¨ªtulo es tu nombre y apellidos.

?Qui¨¦n redacta esas biograf¨ªas? Ayer en el Lexington conoc¨ª al responsable, un joven periodista que irradia simpat¨ªa, optimismo, iniciativa y desenvoltura a raudales. Dirige la empresa Memoralia, se llama Jorge Escohotado y es hijo de Antonio, famoso historiador de las drogas y adalid de su legalizaci¨®n. "Mi divisa y la de mi empresa", me dijo, "es Toda vida merece ser contada". Antes de que El Bonico del T¨®, que casualmente tambi¨¦n estaba esa tarde en el Lexington, pudiera objetar que "eso no est¨¢ probado", y antes de que yo comprendiese que lo significativo aqu¨ª no es si toda vida merece o no un relato, sino si cada uno cree que la suya lo merece, ya estaba Jorge cont¨¢ndome la suya. Empez¨® en un peri¨®dico hace unos a?os como "obituarista", es decir, redactor de necrol¨®gicas, especializado en hacer ¨¦pica y l¨ªrica con las vidas de m¨¦dicos, cient¨ªficos e investigadores extranjeros. "Estaba redactando mi obituario n¨²mero 62 cuando me cans¨¦ de trabajar para otro, y empec¨¦ a pensar que el homenaje period¨ªstico, reservado a personas c¨¦lebres, podr¨ªa celebrar tambi¨¦n a los h¨¦roes an¨®nimos. Los periodistas no tenemos que trabajar s¨®lo en las redacciones, sino tambi¨¦n en los hogares particulares...". De estas y parecidas reflexiones pas¨® a ofrecer sus servicios de bi¨®grafo y los de su red de periodistas debidamente instruidos a algunos tanatorios. Luego, de la Obituaria pas¨® a la Memoralia; y como me parece que Jorge es muy competente y su cartera de clientes potenciales abarca a casi toda la humanidad, le auguro (y le deseo) un brillante porvenir.

El banco hace la biograf¨ªa del cliente a cambio de un ingreso