"Yo no le he preguntado por las medidas de su piso"

La decisi¨®n del Ayuntamiento de Torrej¨®n de Ardoz se aplic¨® ayer al instante. El alcalde convocaba a los medios a las once de la ma?ana para comunicar que daba su brazo a torcer y, para entonces, las oficinas del padr¨®n ya estaban aplicando las nuevas ¨®rdenes. Este peri¨®dico comprob¨® durante la ma?ana de ayer que ya no se exigen los requisitos que hasta ahora imped¨ªan el empadronamiento a muchos inmigrantes de la localidad.

Gabriel Rubio, un dominicano de 40 a?os que regenta un bar legalmente, se prest¨® a comprobar la decisi¨®n del alcalde, aunque ¨¦l tiene sus documentos en regla. Le acompa?aba Ameiry Cipri¨¢n, de 26 a?os y tambi¨¦n originaria de la Rep¨²blica Dominicana.

-Buenos d¨ªas. Mi nombre es Gabriel Rubio. No tengo papeles. Solamente tengo un visado de turista que ya est¨¢ caducado. Ven¨ªa a preguntar qu¨¦ me hace falta para poder empadronarme en casa de mi amiga Ameiry.

-Ha tenido usted suerte, responde la funcionaria que le atiende. Hoy mismo han cambiado las normas. Si llega a venir la semana pasada no lo hubiese podido hacer. Tr¨¢igame su pasaporte original y una fotocopia. Y con eso ya puede usted empadronarse.

-S¨®lo eso.

-S¨®lo.

Un periodista de nacionalidad espa?ola tambi¨¦n trat¨® de empadronarse. En su caso esgrimi¨® que iba a trasladarse a un piso en Torrej¨®n de 60 metros cuadrados en el que ya viv¨ªan tres personas.

-?Puedo hacerlo?, pregunta el periodista.

-Claro, responde la trabajadora.

-Es que hab¨ªa le¨ªdo que necesitaba un piso que tuviese al menos 20 metros por persona.

-Yo no le he preguntado las medidas de su piso.

La noticia le ha sabido a gloria a ciudadanos como Luis Mendi, un senegal¨¦s de 41 a?os que vive en una casa de m¨¢s de 120 metros cuadrados junto a su mujer, sus dos hijas, y otro matrimonio con un hijo. "La casa es grand¨ªsima", aclara. "All¨ª estamos todos empadronados menos el hombre de la otra pareja. No le dejaron porque dec¨ªan que no ten¨ªamos el suficiente espacio. ?T¨² te crees?", se sulfura. "Y por no estar empadronado encima no pod¨ªa tener servicio m¨¦dico gratuito. Le dir¨¦ hoy mismo que ya puede ir a registrarse".

Sa¨ªda Moukhless, una ciudadana marroqu¨ª de 25 a?os, tambi¨¦n piensa que es "una buena noticia" para la poblaci¨®n inmigrante que el alcalde haya renunciado a aplicar la normativa ilegal. Ella sufri¨® las restricciones del Consistorio cuando intent¨® empadronar a un familiar en su piso de 60 metros cuadrados en el que ya viven tres personas. "Yo tambi¨¦n estoy en contra de los pisos patera y los hacinamientos", explica Sa¨ªda, "pero no pueden castigarnos a los que no tenemos casas grandes".