Hait¨ª quiere un Gobierno fuerte para la recuperaci¨®n
La imagen del presidente Pr¨¦val empeora tras el se¨ªsmo
Ahora, 14 d¨ªas despu¨¦s del terremoto, el presidente de Hait¨ª ha anunciado que trasladar¨¢ su oficina desde la comisar¨ªa cercana al aeropuerto, donde se encuentra, hasta las ruinas del palacio presidencial. Y lo har¨¢ como un detalle de solidaridad con el pueblo haitiano. Pero el gesto parece demasiado peque?o y llega demasiado tarde para muchos de sus compatriotas.
"Ren¨¦ Pr¨¦val est¨¢ a¨²n como en estado de conmoci¨®n", se?ala la analista estadounidense Amy Wilentz, autora de un libro sobre la historia reciente del pa¨ªs. "S¨®lo atiende entrevistas de medios extranjeros y cuando hablas con ¨¦l parece ausente. A¨²n no se ha presentado en las zonas m¨¢s da?adas o en los campamentos. Esto ha sobrepasado su capacidad como pol¨ªtico. Ahora mismo deber¨ªa estar infundiendo esperanza en la gente. Pero tal vez no la tenga ni ¨¦l mismo. Casi m¨¢s importante que lo que pueda arreglar es que d¨¦ la impresi¨®n de que puede arreglar algo".
Los cr¨ªticos acusan al mandatario de pusil¨¢nime e indeciso
La ¨²nica persona que podr¨ªa sacar este pa¨ªs adelante, seg¨²n el criterio de diversos analistas extranjeros, es la ex primera ministra Mich¨¨le Duvivier Pierre-Louis. "Ella tiene la formaci¨®n econ¨®mica suficiente, es amiga de los Clinton y de George Soros y conoce muy bien el pa¨ªs y las necesidades de su gente. Por eso la echaron del Gobierno, porque era una amenaza para la continuidad de Pr¨¦val", a?ade Wilentz.
En las calles tampoco se aprecia demasiada confianza en el liderazgo del presidente. "Antes del terremoto Pr¨¦val sol¨ªa contestar a muchas preguntas lav¨¢ndose las manos y diciendo que no sab¨ªa nada. ?C¨®mo puede decir eso un presidente? Parec¨ªa que estaba ah¨ª para dar consejos en lugar de hacer cosas. Y encima, consigui¨® que se destituyera a la primera ministra, que era la persona m¨¢s honesta del Gobierno", se?ala Cliford Denis, inform¨¢tico de 26 a?os que ha perdido al padre y a la hermana en el se¨ªsmo.
Pr¨¦val fue el ¨²nico jefe de Estado elegido democr¨¢ticamente que logr¨® terminar su mandato, durante su primera presidencia, entre 1996 y 2001. Por eso, hasta quienes lo acusan de pusil¨¢nime y de indeciso, le reconocen cierto m¨¦rito en haber hecho de Hait¨ª un pa¨ªs m¨¢s estable. En 2006 fue reelegido con el 51% de los votos. Pero desde entonces, su imagen se ha ido erosionando.
El punto de inflexi¨®n antes del terremoto fue la destituci¨®n de Duvivier Pierre-Louis, de 61 a?os. Ambos eran amigos y propietarios conjuntos de una panader¨ªa. Pero el Senado convoc¨® al cabo de un a?o una votaci¨®n para solicitar la destituci¨®n de la primera ministra alegando, por un lado, que no hab¨ªa hecho nada para paliar la miseria y por otro, que no hab¨ªa justificado el gasto de 195 millones de d¨®lares (138 millones de euros). "Eso fue una aut¨¦ntica calumnia", comenta Maurice Prosper, alcalde del distrito de P¨¦tion Ville en Puerto Pr¨ªncipe entre 2004 y 2007. "Esa mujer antes de entrar en el Gobierno ya gestion¨® millones de d¨®lares en su ONG para temas de educaci¨®n. Y despu¨¦s, manej¨® los asuntos p¨²blicos de manera profesional y con cierta transparencia. Y digo 'cierta' porque nunca le dejaron ser todo lo transparente que quer¨ªa". Ante unas posibles elecciones previstas para finales de 2010, la ex primera ministra nunca ha dicho que se vaya a presentar. "Pero piensa presentarse", se?ala una amiga suya.
En esa carrera presidencial uno de los mayores obst¨¢culos es su supuesta homosexualidad. Ella ha negado que sea lesbiana. "Pero lo es", se?ala su amiga. "Y eso s¨ª que es un problema en un pa¨ªs tan cat¨®lico y machista. A pesar de que hay muchos gays se margina mucho a los homosexuales", a?ade.
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