"La literatura no admite cuotas"
En su casa de Pozuelo de Alarc¨®n, a las afueras de Madrid, Soledad Pu¨¦rtolas (Zaragoza, 1947) observa con una sonrisa los juegos de sus dos perros, Coti y Lura. Con la misma sonrisa habla de su m¨¢s que probable elecci¨®n para ocupar el sill¨®n "g" de la Real Academia Espa?ola (RAE), vacante desde la muerte, en 2008, del cient¨ªfico Antonio Colino. Es la ¨²nica candidata para la votaci¨®n que se producir¨¢ esta tarde. Pu¨¦rtolas se r¨ªe de buena gana cuando se le recuerda que hay al menos dos preguntas que estos d¨ªas tendr¨¢ que contestar una y otra vez: ?Qu¨¦ va a aportar usted a la Academia? y ?de qu¨¦ tratar¨¢ su discurso? A lo primero responde: "Ni idea. Lo que me pidan. Lo que soy. Mucha ciencia no creo, no soy gram¨¢tica". Al final apunta una idea sencilla y contundente: "Un acercamiento natural a la lengua".
"La Academia quiere estar en el presente, y de hecho lo est¨¢" "Dir¨ªa que somos invisibles, o no te ven o destacan que eres mujer"
Lo del discurso lo tiene mucho m¨¢s claro: los personajes secundarios del Quijote. "Me fascinan los secundarios y la idea de que acaben siendo los principales en alg¨²n momento". De eso trata tambi¨¦n su nuevo libro, Compa?eras de viaje (Anagrama), un conjunto de relatos que llegar¨¢ a las librer¨ªas en un par de semanas. "La protagonista de todos", explica la escritora, "es una mujer que viaja acompa?ando a otra persona. Es casi un prototipo: alguien que acompa?a y cuando llegan al destino del viaje no tiene nada que hacer".
La narradora zaragozana, que se estren¨® en 1979 con El bandido doblemente armado y gan¨® el Premio Planeta 10 a?os despu¨¦s con Queda la noche, sabe tambi¨¦n que las dos preguntas de rigor son, en su caso, tres: ?Cu¨¢ndo dejar¨¢ de ser noticia el hecho de que una escritora entre en la Academia? "Espero que pronto, porque la pregunta asombra. Sobre todo asombra a una mujer", dice. "Causa perplejidad que se haga hincapi¨¦ en una caracter¨ªstica que, bueno, no lo es porque es un rasgo fundamental, pero no lo que se juzga aqu¨ª".
Pu¨¦rtolas, no obstante, entiende que muchos acad¨¦micos reconocen que hay un d¨¦ficit femenino entre ellos. La primera mujer en ingresar en la llamada Docta Casa fue Carmen Conde, y lo hizo en 1978, 194 a?os despu¨¦s de su fundaci¨®n. Hasta el casi seguro ingreso de Pu¨¦rtolas hay cuatro: la escritora Ana Mar¨ªa Matute, la cient¨ªfica Margarita Salas, la fil¨®loga In¨¦s Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez y la historiadora Carmen Iglesias. De esta ¨²ltima, Luis Mateo D¨ªez y Jos¨¦ Antonio Pascual parti¨® la candidatura de la escritora, comprensiva con la RAE: "Es una instituci¨®n del siglo XVIII concebida con una mentalidad muy distinta a la nuestra. Ahora quiere estar en el presente y de hecho lo est¨¢. No hay m¨¢s que ver la labor conjunta que hace con Latinoam¨¦rica. Pero la evoluci¨®n de la sociedad es una pelea muy lenta. Es cierto que cada vez hay m¨¢s mujeres en todos los ¨¢mbitos, pero su valoraci¨®n pasa generalmente por el hecho de ser mujer. La historia no es en vano. Por suerte, las historias no funcionan s¨®lo con esquemas, tambi¨¦n hay sorpresas. Y yo conf¨ªo siempre en la sorpresa m¨¢s que en la norma". Y que en las cuotas: "La literatura no admite cuotas. En la sociedad hay mucho trabajo por hacer, de ah¨ª que el feminismo tenga todav¨ªa raz¨®n de ser, pero en el terreno de la creaci¨®n lo que debo hacer yo, lo que me debo a m¨ª misma es ser libre".
Ana Mar¨ªa Matute suele decir que muchas veces se trata a las escritoras como a las hermanas peque?as de la literatura. Soledad Pu¨¦rtolas va m¨¢s all¨¢: "M¨¢s que peque?as yo dir¨ªa que a veces somos invisibles. O no te ven o destacan que eres una mujer. ?Es eso una categor¨ªa literaria?". ?Lo es? He ah¨ª la cuarta pregunta de manual: ?Existe una escritura femenina? "Siempre contesto con otra pregunta. Pensemos en cu¨¢ntos hombres distintos hay. ?Vamos a imaginar que las mujeres son todas iguales? Analizar un libro desde el punto de vista del g¨¦nero es como hacerlo desde el punto de vista de nacer en Zaragoza o en M¨¦rida. ?Hay un rasgo espec¨ªficamente emeritense en la literatura?".
Si la literatura no tiene sexo, ?lo tiene la lengua?, ?es sexista la gram¨¢tica?, ?aspira Soledad Pu¨¦rtolas a ser nueva "miembra" de la RAE? "La lengua es muy maleable, se pone a nuestro servicio", responde. "Ahora tenemos la sensibilidad muy exacerbada porque la igualdad no progresa del todo en la sociedad: vemos maltrato, discriminaci¨®n salarial... La tentaci¨®n es agarrarse a lo visible, pero lo importante es cambiar la realidad. ?C¨®mo se hace? No lo s¨¦".
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