Copla eterna
Es una historia contada en tres o cuatro minutos -planteamiento, nudo y desenlace-, una suerte de "mini¨®pera", a decir de Pl¨¢cido Domingo. Nuevas voces impulsan un g¨¦nero que se ha librado de los prejuicios del pasado
La copla resurge con fuerza. Tras tiempos confusos, marcados por el olvido, el desprecio o la indiferencia, una nueva generaci¨®n de artistas est¨¢ revitalizando el g¨¦nero con imaginaci¨®n, frescura y talento musical. Clara Montes, Pastora Soler, Diana Navarro, Pasi¨®n Vega o Miguel Poveda aportan savia nueva y conectan con un p¨²blico joven que se acerca sin prejuicios a la copla y disfruta sin complejos el encanto, la inspiraci¨®n y la arrolladora fuerza expresiva de sus versos y melod¨ªas. La copla entra en el siglo XXI con otra sensibilidad, pero sin olvidar las ra¨ªces de un inmenso repertorio cuyas se?as de identidad forjaron Concha Piquer, Miguel de Molina y otras voces de leyenda, en un desfile de estrellas que tiene hoy a Isabel Pantoja como reina indiscutible en los escenarios. Para recorrer su historia, nada mejor que leer el reciente y ya indispensable libro del poeta y novelista Manuel Francisco Reina Un siglo de copla (Ediciones B). O no perderse la serie documental sobre la historia de la copla que Castilla-La Mancha TV emite semanalmente todos los domingos desde el pasado 17 de enero, Suspiros de Espa?a, dirigida por Manuel Palacios y Pilar P¨¦rez Solano.
Miguel Poveda "tiene algo personal que s¨®lo le pertenece a ¨¦l", se?ala con admiraci¨®n Pedro Almod¨®var
"Hay m¨¢s de 50.000 coplas catalogadas. Es un fil¨®n a descubrir para las nuevas generaciones", dice Joan Albert Amarg¨®s
Vive la copla un momento dulce, como demuestra el arrollador ¨¦xito del ¨²ltimo disco del cantaor Miguel Poveda, Coplas del querer (Universal), con sorprendentes arreglos del pianista y compositor Joan Albert Amarg¨®s y la inspirada colaboraci¨®n del guitarrista Juan G¨®mez. Un serio y ambicioso logro art¨ªstico que bebe los vientos del ¨¦xito por partida doble, tanto en el maltrecho mercado discogr¨¢fico -a pesar de la crisis lleva vendidos m¨¢s de 50.000 copias en menos de dos meses y ha sido nominado a los Premios Grammy Latinos- como en los escenarios: tras su puesta de largo el pasado diciembre en el Gran Teatre del Liceu, en un memorable concierto, el gran cantaor catal¨¢n pasea su pasi¨®n por la copla en una gira espa?ola que se abre con una doble cita, ma?ana y el lunes, en el Teatro Espa?ol de Madrid, a la que seguir¨¢n en febrero actuaciones en Las Palmas de Gran Canaria y Valencia.
Hay ecos de Manolo Caracol, Rafael Farina y Antonio Mairena en la garganta y en el alma flamenca de Miguel Poveda, pero, como se?ala con admiraci¨®n Pedro Almod¨®var, "tiene algo personal que s¨®lo le pertenece a ¨¦l". Basta escuchar su versi¨®n de A ciegas, con arreglos de Alberto Iglesias, que cierra la pel¨ªcula Los abrazos rotos, para admirar sin reservas su talento vocal, la delicadeza y la exquisita sensibilidad musical. "No me gusta el abuso, el grito, el falso desgarro", asegura Poveda a la hora de explicar su forma de entender la copla. "Son un veh¨ªculo para expresar historias maravillosas, y hay que decirlas y cantarlas d¨¢ndole el matiz necesario a cada palabra, a cada frase, sin abusos ni efectismos. Me gusta ir a la esencia de las cosas y, aunque suenen modernas, son profundamente respetuosas con un g¨¦nero que forma parte de mi vida".
La clave de esa frescura musical hay que buscarla en la absoluta complicidad art¨ªstica de Poveda y Joan Albert Amarg¨®s, autor de los arreglos. "Llevamos muchos a?os trabajando juntos y siempre me cautiva su generosidad y seriedad como int¨¦rprete. Tiene un certero instinto musical, enseguida sabe lo que quiere hacer, lo que conviene musicalmente a su forma de entender la copla, y la canta como se debe cantar, con emoci¨®n, entrega, ternura y calor expresivo", comenta Amarg¨®s. "Nuestra idea de partida era lograr que el directo sonara igual que el disco, sin trucos, utilizando un quinteto integrado por viol¨ªn, trompeta, contrabajo, bater¨ªa y piano, con ellos se logra dar una frescura jazz¨ªstica, un color distinto, una calidez que arropa el cante de prodigiosos matices de Poveda".
Autor tambi¨¦n de los arreglos sinf¨®nicos del pr¨®ximo disco de la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE) junto a Tomatito -una visi¨®n sinf¨®nica del flamenco que aparecer¨¢ el pr¨®ximo mes en el mercado, bajo la direcci¨®n de Josep Pons-, Amarg¨®s es un m¨²sico completo, respetado tanto en el mundo del jazz como en el de la m¨²sica cl¨¢sica. Ahora mismo compagina la gira junto a Poveda, con la puesta a punto de su pr¨®ximo reto musical, un Concierto para dos pianos y orquestas que Pons y la ONE estrenaran el 9 de abril en Madrid, con las hermanas Katia y Marielle Lab¨¨que. Y defiende la modernidad de la copla sin complejos. "Es un fil¨®n a descubrir para las nuevas generaciones, existen m¨¢s de 50.000 coplas catalogadas y es un g¨¦nero m¨¢s f¨¢cil para el gran p¨²blico que el flamenco, gracias a sus melod¨ªas, que son preciosas, y a la fuerza de sus letras".
Manuel Palacios tambi¨¦n opina que hay nuevos p¨²blicos para el g¨¦nero. "La copla vive un resurgir claro. Ahora mismo la copla es moderna e interesa a un p¨²blico joven que antes le daba la espalda. Y esto no pasaba hace diez a?os", asegura tras m¨¢s de un a?o inmerso en el universo de la copla, realizado m¨¢s de 250 entrevistas y seleccionado miles de im¨¢genes de archivos hist¨®ricos. "Me he enamorado a¨²n m¨¢s de la copla y sus grandes mitos, como Concha Piquer o Imperio Argentina, me fascinan m¨¢s que antes. Ha sido un trabajo arduo, pero maravilloso", comenta el director de la serie Suspiros de Espa?a, Manuel Palacios, muy satisfecho con la gran aceptaci¨®n que est¨¢ consiguiendo.
"Si hay algo innegable en la consolidaci¨®n del g¨¦nero es que ha formado parte de la educaci¨®n sentimental, musical y cultural de muchas generaciones a lo largo de su azarosa vida", escribe Manuel Francisco Reina en Un siglo de copla, un libro tan ¨²til como necesario para redescubrir su historia, desde sus or¨ªgenes, a finales del siglo XIX a nuestros d¨ªas, pasando por su consolidaci¨®n en los a?os previos a la Rep¨²blica, su valor simb¨®lico durante la Guerra Civil -fue probablemente una de las pocas cosas en com¨²n que tuvieron los dos bandos enfrentados-, su apropiaci¨®n por parte de la dictadura franquista, sus problemas con la censura, su declive tras la irrupci¨®n de la m¨²sica pop en el paisaje musical espa?ol y su actual resurgir tras un largo letargo.
"Es que yo crec¨ª escuchando a Manolo Caracol cantando zambras, haciendo esas coplas tan flamencas que me siguen emocionando. M¨¢s tarde descubr¨ª que era un gran cantaor, pero fue esta m¨²sica la que me llev¨® al flamenco", recuerda Poveda. Le encantan Marif¨¦ de Triana, Roc¨ªo Jurado y, de forma muy especial, Isabel Pantoja. "Me gusta la frescura, esa forma de cantar, sin exageraci¨®n, esa elegancia en el decir, es la reina de la copla, sin discusi¨®n".
Por las p¨¢ginas de Un siglo de copla desfilan cantantes, compositores, letristas, poetas, directores teatrales, en un retrato certero que pone el acento en el valor literario y musical del g¨¦nero -su autor ha compuesto canciones para Clara Montes y Aurora Guirado y es autor del gui¨®n del documental La Espa?a de la copla: 1908, de Emilio Ruiz Barrachina, que acompa?a la edici¨®n del libro-, y acerca al gran p¨²blico la aportaci¨®n de sus grandes figuras; la Piquer, Imperio Argentina, Miguel de Molina, Estrellita Castro, Juanita Reina, Anto?ita Moreno, Manolo Caracol, Antonio Molina, Rafael Farina, Lola Flores, Marif¨¦ de Triana, Juanito Valderrama, el Pr¨ªncipe Gitano, Roc¨ªo Jurado o Isabel Pantoja. M¨²sicos inmensos, como Manuel L¨®pez Quiroga -no se pierdan las bell¨ªsimas transcripciones para guitarra de sus mejores canciones grabadas por Carles Trepat (Nuevos Medios)-, Juan Solano o Juan Mostazo; letristas dotados de la inspiraci¨®n de los grandes poetas, como Rafael de Le¨®n, miembro de la generaci¨®n del 27, que form¨®, con Quiroga y Antonio Quintero la tr¨ªada referencial de la copla.
Su arte desaf¨ªa el paso del tiempo -Ojos verdes, Tatuaje, La bien pag¨¢ son cl¨¢sicos eternos que admiten, por ejemplo, versiones tan distintas como las grabadas por Poveda y Pl¨¢cido Domingo, que en su disco Pasi¨®n espa?ola (Deutsche Grammophon) interpreta, acompa?ado por la Orquesta de la Comunidad de Madrid y Miguel Roa, cl¨¢sicos del g¨¦nero con brillantes orquestaciones de Emilio Arag¨®n, Juan J. Colomer y Gabriel Fern¨¢ndez ?lvez-. La copla es siempre una historia contada en tres o cuatro minutos, con su planteamiento, nudo y desenlace, y en esta dimensi¨®n tiene puntos de conexi¨®n con la ¨®pera, por ello acierta Pl¨¢cido Domingo al considerar cada copla "como una mini¨®pera que con el texto y la m¨²sica trata de llegar profundamente a la gente. Esa historia hay que sentirla con pasi¨®n y hay que cantarla con un temperamento, con un calor, con un sentido... Aqu¨ª el texto y el sentido de las palabras es muy importante", asegura el famoso tenor en la presentaci¨®n de su disco.
Definitivamente, en la copla, la m¨²sica brota de las palabras, son poes¨ªa hecha m¨²sica. Por ello es tan importante la aportaci¨®n de artistas como Martirio, el malogrado Carlos Cano, Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute o Joaqu¨ªn Sabina, que han reivindicado el extraordinario valor de la copla, denunciando su apropiaci¨®n por la dictadura franquista, y tambi¨¦n, la miop¨ªa de muchos intelectuales que la han menospreciado por filias y fobias pol¨ªticas. En esa l¨ªnea tambi¨¦n han sido decisivos los testimonios de dos escritores ya fallecidos, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y Terenci Moix, del periodista Carlos Herrera o del ya citado Almod¨®var. "Muchos intelectuales de izquierda dieron la espalda a la copla asoci¨¢ndola con el franquismo, pero afortunadamente hoy se impone una visi¨®n del g¨¦nero libre de prejuicios en la que caben las propuestas m¨¢s diversas, desde Martirio, Sabina y Serrat hasta Concha Buika", explica Poveda. "Es curioso, en Argentina, Carlos Gardel es un mito; en Portugal, se cantan fados con reverencia, pero en Espa?a, se ha maltratado la copla de forma vergonzosa, por ignorancia y manipulaci¨®n. La pol¨ªtica no hace m¨¢s que poner muros al arte y a la cultura".
Coplas del querer. Miguel Poveda. Universal. Act¨²a ma?ana y el lunes en el Teatro Espa?ol de Madrid; y en febrero en Las Palmas de Gran Canaria (Auditorio Alfredo Kraus, 18) y Valencia (Palau de la M¨²sica, 19). Pasi¨®n espa?ola. Pl¨¢cido Domingo. Deutsche Grammophon.Un siglo de copla. Manuel Francisco Reina. Ediciones B. 390 p¨¢ginas, acompa?ado del DVD La Espa?a de la copla: 1908, documental de Emilio Ruiz Barrachina. La serie Suspiros de Espa?a, dirigida por Manuel Palacios y Pilar P¨¦rez Solano, se emite en Castilla-La Mancha TV.
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