Cuando Ra¨²l era del Atl¨¦tico

El Madrid est¨¢ en A Coru?a sin Cristiano Ronaldo (el Comit¨¦ de Disciplina Deportiva estim¨® que no hay motivos para concederle la suspensi¨®n cautelar de su sanci¨®n) con 14 jugadores de la primera plantilla y cuatro canteranos: el defensa Mateos, los medios Mosquera, coru?¨¦s, y Ra¨²l Ruiz y el punta Rodrigo. Manuel Pellegrini acude a Riazor, el campo maldito de los blancos, sin Higua¨ªn, Lass, Garay, Gago, Van der Vaart ni Diarra. Ausentes El Pipa y Cristiano, el peso del ataque recaer¨¢ sobre Ra¨²l (no juega de titular en la Liga desde el 24 de octubre, contra el Sporting) y Benzema, que no ha despegado: cinco goles en 12 partidos, uno cada 202 minutos y ninguno desde la lesi¨®n de Higua¨ªn. Quiz¨¢ se refiriera a ello Pellegrini cuando dijo: "Tenemos que recuperar la precisi¨®n que hemos perdido ¨²ltimamente".

"No veo a Kak¨¢ pensando si est¨¢ en un campo maldito", advierte Alkorta

Riazor y Miguel ?ngel Lotina aguardan a los blancos. Pasan los a?os, los jugadores y los t¨¦cnicos y el Madrid no consigue ganar all¨ª desde que venci¨® (0-3) el 2 de noviembre de 1991, dos meses despu¨¦s de que el Deportivo regresara a Primera tras 18 a?os. Aquella tarde marcaron Hierro, M¨ªchel y Butrague?o. "Sufrimos bastante. El resultado fue excesivo", recuerda El Buitre, ahora director de Relaciones Institucionales del Madrid.

Eran tiempos en los que los madridistas no necesitaban lejanos viajes para que les rindieran pleites¨ªa, acostumbrados a ser invitados del Trofeo Teresa Herrera. Era cuando Riazor se llenaba para ver entrenarse a Cunningham. Nadie dudaba de que A Coru?a era blanca, ni siquiera el presidente Lendoiro, que a?os atr¨¢s hab¨ªa fundado un club, el Ural, cuya equipaci¨®n era una r¨¦plica merengue. "A partir de 1991, el Depor comenz¨® a ser muy competitivo. Era dif¨ªcil jugar contra ellos. Ya no nos ve¨ªan como el Madrid querido, como cuando estaban en Segunda. ?ramos un rival directo", contin¨²a Butrague?o, que, para explicar por qu¨¦ un campo se convierte en maldito, recuerda una frase que le repet¨ªa su padre: "Emilio, el Valladolid tambi¨¦n se le daba mal al Madrid. Incluso el de Di Stefano sufr¨ªa en Zorrilla. Hay campos en los que cuesta ganar y punto".

La racha de Riazor naci¨® el 3 de octubre de 1992 y muchos se?alan aquella fecha como el d¨ªa que naci¨® el Superdepor. Ganaba el Madrid por 0-2 (Hierro y Zamorano), pero dos goles de Bebeto y uno en propia puerta de Rocha dieron la vuelta al marcador. Los Ultra Sur provocaron serios incidentes y, entre la indignaci¨®n y el orgullo, muchos coru?eses que iban de blanco descubrieron tambi¨¦n el azul. Con aquel partido, y hasta hoy, 18 visitas madridistas, una en la Supercopa, se han saldado con 13 derrotas y cinco empates, 42 goles encajados y s¨®lo 11 a favor y dolorosas goleadas. Un triplete de Bebeto antes del descanso, en diciembre de 1995, volvi¨® a destrozar al Madrid. "Ten¨ªa una movilidad impresionante y aprovechaba los espacios como nadie. No ¨¦ramos capaces de marcarle. No se le pod¨ªa parar. El Depor, adem¨¢s, era muy compacto. Fran, en la medular, hac¨ªa circular la pelota muy r¨¢pido. En casa jugaban a un ritmo muy alto y nos quitaban el bal¨®n. La posesi¨®n era lo nuestro. En cuanto nos quitaban la pelota, todo se nos hac¨ªa cuesta arriba", recuerda Alkorta, que vivi¨® el 4-0 de 1993 y el 3-0 de 1995.

En 1999 recibi¨® otros tres goles antes del descanso. Luego, Seedorf y Mijatovic se enzarzaron en una discusi¨®n sobre el c¨¦sped ante el estupor de Lorenzo Sanz, que el a?o siguiente tuvo que tragar saliva cuando V¨ªctor, al que hab¨ªa despedido, marc¨® un gol y se fue directo al palco a celebrarlo en su cara.

El pr¨®ximo d¨ªa 6 se cumplir¨¢n diez a?os de aquella noche, c¨¦lebre porque Djalminha se invent¨® un regate imposible al que se denomin¨® lambretta y que desat¨® la indignaci¨®n de Ra¨²l. "T¨² marcas goles. Yo, adem¨¢s, juego al f¨²tbol", le espet¨® el brasile?o.

En mayo de 2002, en la ¨²ltima jornada, ambos equipos se jugaron el subcampeonato. Gan¨® el Depor por 3-0 y oblig¨® al Madrid a anotarse la Champions cinco d¨ªas despu¨¦s ante el Leverkusen para repetir participaci¨®n europea. Ni siquiera cuando se abrieron las distancias entre ambos equipos, cuando el Depor baj¨® el nivel de sus plantillas, llegaron las victorias del Madrid. Futbolistas como Juanma, Arizmendi o Cristian Hidalgo fueron h¨¦roes por un d¨ªa y ayudaron con sus goles a la racha legendaria. "Los jugadores no estamos obsesionados con eso. Entramos al campo con 0-0, no con el peso de la historia. No veo a Kak¨¢ o Benzema pensando en si est¨¢n en un campo maldito", dice Alkorta.

Lo cierto es que la ¨²ltima vez que el Madrid gan¨® en Riazor Ra¨²l era un cadete del Atl¨¦tico.